Probablemente no haya una palabra más usada en la política internacional que terrorismo. Es una palabra que tiene una peculiaridad: pese a su continuo uso internacional el Derecho Internacional no ha conseguido definirla nunca. Así ha sido porque cada vez que se ha intentado los gobiernos han encontrado el mismo inconveniente: ¿cómo definir terrorismo sin incluir a muchos de los gobiernos en cuya boca está continuamente la palabra terrorismo para justificar sus violanciones de derechos humanos?
Un trágico ejemplo práctico sucede a estas horas en aguas internacionales cerca de Oriente Medio. Una flotilla de seis barcos pretendía llevar a Gaza 10.000 toneladas de ayuda humanitaria -materiales de construcción, equipos médicos y productos de necesidad básica-. La pasada madrugada el ejército israelí acosó con barcos militares y helicópteros a los barcos de esta flotilla mientras sus tripulantes agitaban banderas blancas. Los militares israelíes han disparado y según las noticias que hay a esta hora hay 10 muertos y 30 heridos.
Probad a definir terrorismo dejando fuera este crimen del gobierno de Israel. Probad a señalar a cómplices del terrorismo, a apologetas del terrorismo sin que sean señalados quienes hoy contextualizarán una nueva canallada a manos de los gobernantes israelíes, quienes expliquen hoy que Hamas es peor.
Sin necesidad de tener una definición de terrorismo estos asesinatos (repito: en aguas internacionales contra un convoy humanitario desarmado) gozarán hoy de la doble moral de siempre. En todos los medios de comunicación darán la palabra al embajador de Israel para que se intente justificar: algo que no estaría mal si ante cada atentado terrorista dieran la palabra a un portavoz de los asesinos, pero nunca es así. Nuestro gobierno puede que diga algo con aire lastimero, pero estará lejos de romper todo diálogo con la organización terrorista Gobierno de Israel, según rezan las biblias del antiterrorismo español que hay que seguir ante los terroristas (incluso a veces simplemente ante los violentos: ¿no son violentos quienes han asesinado a al menos diez personas por llevar ayuda humanitaria a un inmenso ghetto?). Nuestros barcos militares irán a Somalia a defendernos de los piratas; nunca a defender a la próxima flotilla de ayuda humanitaria. Si nuestro gobierno dice algo, por timorato que sea, el Partido Popular denunciará su antisemitismo: quien denuncie un crimen del gobierno de Israel es antisemita, incluso cuando las víctimas sean semitas.
Es mejor seguir con la letanía: en vez de definir terrorismo hacemos una lista de organizaciones terroristas y así incluimos a nuestros enemigos y excluimos a nuestros aliados independientemente de quién mate a quién. Israel se llevará hoy un pequeño tirón de orejas, como el niño travieso que dice una palabrota en el recreo. Mañana algún habitante de Gaza tirará una piedra a un tanque israelí y nos dirán que eso es el terrorismo. La piedra, digo.
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