martes, 28 de julio de 2020

Antígona en Madrid



Antígona en Madrid
Sobre la polémica del Memorial del Cementerio del Este de Madrid, y cómo hemos llegado a esto.


Arturo Peinado Cano. @apces. Presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria

Publicado en elobrero.es 28 de Julio de 2020.


El Ayuntamiento de Madrid fue gobernado desde 2015 a 2019 por la “candidatura ciudadana de unidad popular” Ahora Madrid (encabezada por la exjueza Manuela Carmena) con el apoyo del PSOE. El gobierno municipal encargó, a finales de 2015, el proyecto de un “Plan Integral Memoria Madrid” a un grupo de trabajo de la Cátedra Complutense “Memoria Histórica del siglo XX”.

Inmediatamente comenzó una campaña de acoso mediático que fue in crescendo hasta conseguir la renuncia de la Cátedra. El linchamiento, que no tuvo el menor reparo en difundir mentiras, calumnias y noticias falsas, estuvo encabezado por medios de comunicación de extrema derecha y por la edición madrileña del diario El País, secundado posteriormente por la prensa conservadora más tradicional. La aceptación como verdaderas de las calumnias por parte de la alcaldesa, y la renuncia de continuar con el encargo por parte de la Cátedra en marzo de 2016, certificaban el triunfo de los objetivos que había detrás de dicha operación: la renuncia al cuestionamiento por la corporación madrileña de las políticas de olvido e impunidad implantadas desde la Transición, y el continuismo en el tratamiento equidistante entre víctimas y verdugos, defensores de la democracia y sus agresores, para el caso de la 2ª República y el franquismo.

Tras esta experiencia, el Ayuntamiento de Madrid procedió a encargar el diseño de las políticas de Memoria en la capital, entre mayo de 2016 y junio de 2018, al llamado Comisionado de Memoria histórica de la Ciudad de Madrid, presidido por la abogada Francisca Sauquillo.

Para la alcaldesa Carmena todas las medidas sobre Memoria histórica (pero no otras) debían adoptarse necesariamente por consenso, y tenían como límite lo establecido por la Ley de Memoria histórica de 2007, que a esas alturas ya había demostrado sobradamente sus límites y deficiencias. Para ello se conformó el Comisionado a partir de propuestas de los cuatro grupos municipales: Ahora Madrid, PSOE, PP y Ciudadanos. Inmediatamente colocados sus peones dentro del Comisionado, el Grupo municipal Popular, encabezado entonces por Esperanza Aguirre, se desmarcaría, rechazando y votando en contra de cualquier medida progresista como la retirada del callejero franquista.

Desde el primer momento la propia constitución y la composición del Comisionado fueron rechazadas por la gran mayoría de colectivos de memoria histórica y de víctimas del franquismo. Llamaba la atención la ausencia de juristas especializados en memoria histórica y derechos humanos, de archiveros, documentalistas, politólogos o antropólogos sociales. En varias reuniones manifestamos al Ayuntamiento que era inexplicable la ausencia de personas del movimiento memorialista y de víctimas del franquismo, aunque sí había un representante del Arzobispado de Madrid. Por otra parte, resultaba preocupante la presencia en el Comisionado de varias personas que se habían manifestado públicamente contra el movimiento de la memoria histórica y sus reivindicaciones, y que incluso han sido firmantes de manifiestos contra una Proposición de Ley del PSOE para la reforma de la Ley de Memoria histórica junto con políticos de extrema derecha y pseudohistoriadores revisionistas de los mitos franquistas.


Dos informes sobre el Memorial del Cementerio del Este

En febrero de 2018 un equipo multidisciplinar dirigido por el historiador Fernando Hernández Holgado, presentó un Informe encargado por el Ayuntamiento sobre la represión franquista en el Cementerio del Este (actualmente de La Almudena) con un listado actualizado de las víctimas, que había de servir como fundamento de un proyecto de Memorial.

Por contra, un informe paralelo del Comisionado, emitido cuando el plazo previsto de funcionamiento del organismo ya había sido sobradamente superado, favoreció el retraso de la construcción, y junto a diversos problemas administrativos, que no fuera acabado e inaugurado durante la legislatura de gobierno de Ahora Madrid. El Comisionado, haciendo suyos los argumentos de los medios de derechas sobre que en el listado se incluían algunos de los denominados “chequistas” (responsables de crímenes cometidos en la retaguardia republicana durante la contienda), propuso que no constasen en el monumento los nombres de los 2.936 fusilados. Sus conclusiones chocaban frontalmente con el informe del equipo dirigido por Hernández Holgado y con los compromisos públicos del Gobierno municipal.

Cuando se habla de “chequistas” se hace referencia a una fuente documental concreta: la Causa General, una fuente que los historiadores cogen con pinzas por su parcialidad y deficiencias. La Causa General no fue elaborada con fines de investigación histórica, sino para legitimar y servir de base documental a la represión franquista contra los defensores de la Segunda República. La derecha política y mediática sigue dando carta de naturaleza a las cifras y acusaciones de la Causa General, sustentadas invariablemente en denuncias sin posibilidad de ser rebatidas y en confesiones obtenidas mediante la práctica sistemática de la tortura.

Miles de personas fusiladas por el franquismo, entre los que se encuentran los hombres y mujeres asesinados en las tapias del Cementerio del Este de Madrid, lo fueron en aplicación de sentencias dictadas por consejos de guerra carentes de las mínimas garantías procesales, y jamás se les reconoció la presunción de inocencia. Los tribunales militares franquistas no eran homologables a un Estado de Derecho digno de tal nombre, pero la derecha otorga credibilidad a las acusaciones de las sentencias franquistas, dictadas por tribunales militares ilegalmente constituidos; en aplicación de normas promulgadas por un poder golpista, ilegítimo e ilegal; sin que los reos pudieran ejercer un derecho efectivo a la defensa ni tuvieran acceso al derecho de apelación a una instancia jurídica superior independiente...

Los colectivos memorialistas nos dirigíamos al Ayuntamiento y a la sociedad madrileña en abril de 2018 en estos términos:
(…) No estamos dispuestos/as a consentir que se vuelva a juzgar y a condenar a nuestros compañeros y compañeras, perseverando así en la falsificación histórica construida por el franquismo, y legitimando acusaciones sustentadas en “pruebas” obtenidas en situación de absoluta indefensión y mediante la tortura, que sirvieron de fundamento a las sentencias de los ilegales consejos de guerra. Sería inconcebible que el Ayuntamiento de Madrid asumiese propuestas que sólo pretenden apuntalar la impunidad de los crímenes franquistas y la falsificación de la historia.
El Comisionado hace también la sorprendente propuesta de levantar en paralelo al Memorial del cementerio el Este, otro dedicado a las víctimas de la violencia en Madrid entre 1936-1939. Si grave es poner al mismo nivel a quienes defendían la legalidad democrática y quienes la querían destruir (algo inconcebible en cualquier país de nuestro entorno), esa proposición obvia que durante 40 años de dictadura (con continuidad tras la recuperación de la democracia), apabullantes políticas públicas de memoria se dedicaron en exclusiva a esas otras víctimas, consistentes en múltiples y diversos reconocimientos, privilegios y beneficios económicos de todo tipo (…).

El Informe del Comisionado sobre el Memorial del Cementerio del Este supuso el fin del organismo, dado que parte del grupo de Ahora Madrid lo consideró inaceptable, porque la finalización del Memorial conforme al proyecto que incluía la exposición de todos los nombres había sido un compromiso reiterado y público de la corporación. Por fin, el Comisionado quedó felizmente disuelto en junio de 2018.

La destrucción del Memorial

El monumento estaba en plena ejecución cuando se celebraron las elecciones municipales de mayo de 2019, con el conocido resultado de la victoria del tripartito de derechas. Se formó un gobierno de coalición para la ciudad de Madrid encabezado por José Luis Martínez Almeida, del Partido Popular, con Begoña Villacís de Ciudadanos como Vicealcaldesa, y apoyado por la extrema derecha de Vox.
El 18 de Noviembre de 2019 el gobierno del Ayuntamiento de Madrid arrancó las lápidas con los nombres de las casi 3.000 personas ejecutadas entre 1939 y 1944 por la dictadura franquista en el Cementerio del Este. La colocación de las placas ya había sido paralizada el 17 de julio, cuando la obra estaba prácticamente finalizada.

Los familiares llevan décadas demandando un lugar de memoria donde aparezcan los nombres de sus familiares muertos y poder rendirles homenaje público o personal, acabando con la “damnatio memoriae” decretada por la dictadura que nuestra democracia no ha sabido/podido/querido reparar. La retirada, que provocó serios daños en algunas de las lápidas, supuso la profanación de los nombres de personas que pagaron con su vida la defensa de la libertad, pero también, tras haber visto el monumento a punto de ser finalizado, una nueva humillación y la revictimización de los familiares, que habían estado más cuarenta años esperando el reconocimiento de la democracia a quienes fueron asesinados por defender valores democráticos, derechos y libertades reconocidos en las constituciones de 1931 y 1978.

El gobierno de Martínez Almeida modificó el criterio con el que fue proyectado el Memorial por el anterior gobierno municipal de Ahora Madrid apoyado por el PSOE, desvirtuando completamente su significación para reconvertirlo en un supuesto homenaje a la concordia. La desaparición de los nombres persevera en el tratamiento franquista a las víctimas de la represión, como lo describe el historiador Francisco Moreno: proyecto de invisibilización, y de insignificación, es decir, de vidas sin valor, dignas de desprecio. En consecuencia, ha supuesto un castigo post mortem añadido a las familias de las personas allí ejecutadas, y un grave atentado a la memoria y a la democracia.

El papel del Comisionado de Memoria en este tema no consistió solamente en aplicar una estrategia deliberadamente obstruccionista, cuando el plazo previsto de su funcionamiento ya había sido largamente superado. También proporcionó al actual gobierno municipal de derechas de PP, Cs y Vox, la argumentación para frenar la finalización del Memorial, y finalmente la eliminación de los nombres. El Informe sobre el Memorial del Cementerio del Este, supuso el último triunfo, póstumo, del Comisionado de Carmena y Sauquillo.

La actual corporación de derechas defiende que el Comisionado pidió un monumento anónimo y un segundo memorial a las víctimas franquistas. Miembros del Comisionado arguyen a día de hoy, que en su informe abrían la puerta a la construcción de una segunda placa que recordara a los muertos “del otro bando”. Nosotros, por una vez estamos de acuerdo con uno de sus miembros, el escritor Andrés Trapiello: “Quien ahora ha quitado los nombres no ha hecho otra cosa que lo que el Comisionado de la Memoria aconsejó en su día, insisto, por unanimidad”.

La derecha en la alcaldía

Tras las elecciones municipales de mayo de 2019, el nuevo equipo de gobierno de derechas utilizó los primeros meses de gobierno para desmantelar, sin complejos y sin pausa, las políticas progresistas desarrolladas durante la legislatura anterior. Los avances en materia de memoria histórica y democrática han sido un objetivo central de sus ataques. En junio, el consistorio de Martínez Almeida anunció el cierre de la Oficina municipal de Derechos Humanos y Memoria. Le siguió la renuncia a levantar otro Memorial aprobado por el pleno municipal en los terrenos de la cárcel de Carabanchel.

De cómo se construye el relato del pasado depende en gran parte la legitimación de los actos y políticas presentes. Por ello, el nuevo consistorio ha sido especialmente beligerante contra la Memoria antifranquista. La aparición de un espacio político de la extrema derecha ha servido como coartada a la derecha “de toda la vida” para aplicar las políticas revisionistas. La derecha política y mediática dice oponerse a la memoria histórica utilizando argumentos tales como la necesidad de centrarse en los problemas del presente, y no hacer política sobre acontecimientos acaecidos 80 años atrás. ¿Pero ellos actúan realmente así?

El 13 de enero de 2020 se inauguró en Madrid un monumento a “Los últimos de Filipinas” rememorando un acontecimiento de hace 122 años. Fue un acto del Ayuntamiento y del Ejército de Tierra con vivas a España, protocolo castrense y muchas banderas rojigualdas. Por supuesto, durante el acto, presidido por el alcalde y el Jefe del Estado Mayor, se leyeron en voz alta todos y cada uno de los nombres de los asediados en el Fuerte de Baler.

Es significativo que el monumento esté representado exclusivamente por la figura, pistola en mano, del teniente Martín Cerezo, el máximo mando militar del fuerte de Baler, quien en aquella “gesta” adoptó decisiones más que discutibles. El monumento para nada representa a los soldados, todos ellos campesinos o trabajadores conscriptos que no habían podido pagar la "redención en metálico" para librarse de ser enviados a los mataderos de Cuba o Filipinas, en beneficio de los intereses de las oligarquías del corrupto régimen de la Restauración borbónica de 1874.

Evidentemente la representación simbólica del monumento huye de la verdad histórica, es una mera reelaboración de los mitos desarrollados por el nacionalismo español conservador, sustentados en la historiografía más reaccionaria. Se está presentando el mito en 2020 tal y como se trataba en la película de 1945. ¿Qué le interesa a la derecha que gobierna Madrid mostrar las causas, características y fines del colonialismo español en Filipinas, o la incompetencia del mando militar del momento? ¿Por qué la Historia va a estropear un buen mito al servicio de su relato “patriótico”?

Conclusiones

La derecha cuando accede al gobierno de las instituciones actúa sin el menor escrúpulo, y la izquierda gobierna con pies de plomo, entre apelaciones al consenso.

Ni la composición ni la actuación del Comisionado de Carmena y Sauquillo fueron compatibles con el cumplimiento de las obligaciones del Ayuntamiento en materia de Derechos. Tampoco con los compromisos adquiridos por la alcaldesa, su equipo de Gobierno y los dos grupos municipales que lo sustentaron. Eso no fue posible durante la legislatura 2015-2019 por haberse priorizado el consenso con las derechas en políticas de Memoria. El Partido Popular había gobernado el Ayuntamiento de Madrid entre 1991 y 2015. ¿Acaso alguna vez Álvarez del Manzano, Gallardón o Botella ofrecieron consenso, o por el contrario, siempre gobernaron para imponer de manera implacable su modelo de ciudad y de sociedad? ¿Se puede consensuar el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica con quienes llevan 13 años ignorándola, para mantener las calles y los monumentos dedicados a golpistas y a criminales de guerra? ¿Puede haber consenso con quienes, un día sí y otro también, insultan y humillan a las víctimas de la dictadura? ¿Con quienes impiden desde el Gobierno Regional madrileño que se ponga una placa de recuerdo a los demócratas torturados en la antigua Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol?

Madrid, como capital del Estado, es una referencia, y las políticas que se aplican allí son un ejemplo a seguir por otras muchas instituciones. Las fuerzas sociales y políticas progresistas están ahora obligadas a construir una alternativa capaz de recuperar el Ayuntamiento de Madrid, estudiando la experiencia de los años 2015-2019 tanto en sus aspectos positivos como en los negativos. Y aprendiendo de cómo actúa la derecha cuando gobierna: con contundencia, celeridad y sin complejos.
No queremos afirmar en ningún caso que durante el período de Gobierno de Ahora Madrid (2015-2019) no se hiciera una importante política de memoria, con resultados concretos como la retirada de casi medio centenar de nombres franquistas de calles muy significativas. Pero sí mantenemos que en buena parte se debió al compromiso personal de algunos miembros del equipo de Gobierno municipal y de varios presidentes/as de Juntas de Distrito, lo que les supuso un coste político y personal.

Las políticas de Memoria Histórica en Madrid muestran cómo no se pueden volver a hacer las cosas, y con qué mimbres tiene que contar la izquierda si pretende una futura reconstrucción que recupere las instituciones, en este caso la capital del Estado, para la democracia y para la gente. Y también para garantizar que su paso por el gobierno y las conquistas alcanzadas no sean efímeras, y se correspondan realmente con los compromisos adquiridos con la sociedad organizada que les llevó al gobierno de la institución.

Antígona en Madrid

Antígona es una tragedia griega escrita por Sófocles en el siglo V a. C. En su inicio, Creonte, rey de Tebas, impone la prohibición de practicar ritos fúnebres al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplar por “traición a su patria”, pero su hermana Antígona pretende enterrar el cuerpo, desafiando el edicto. Representa la rebelión contra la injusticia y la arbitrariedad, en este caso contra el poder que decreta una “damnatio memoriae” sobre quien no puede defenderse, vulnerando los derechos y los usos sociales en duelo y ritos funerarios.

Una plataforma constituida por colectivos memorialistas, sociales, vecinales, políticos, sindicales, culturales… exige la inmediata reversión del proceso, con la reconstrucción del Memorial del Cementerio del Este conforme al proyecto original, y está convocando movilizaciones. Los colectivos memorialistas y ciudadanos exigimos también que el alcalde Martínez Almeida pida disculpas públicas en nombre del Ayuntamiento de Madrid, tanto a los familiares de las víctimas como al conjunto de la ciudadanía.

Consideramos irrenunciable el derecho de la ciudadanía a conocer la historia de la mano de historiadores, y que las instituciones democráticas reconozcan públicamente, nombre a nombre, a todas las víctimas del franquismo. Todo ello unido a la exigencia urgente de la anulación por el Parlamento de las sentencias represivas emanadas de los ilegales consejos de guerra y tribunales franquistas, que inexplicablemente siguen siendo, a día de hoy, legales y firmes.

lunes, 13 de julio de 2020

Políticas de memoria y de olvido en la ciudad de Madrid






Arturo Peinado Cano, @apces
Licenciado en Historia. Presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria


Memòria Antifranquista nº 20. 
Portavoz de l’Associació per a la Memòria Històrica i Democràtica del Baix Llobregat

Página 18. Julio de 2020
Edició en castellà







Madrid, 1979-2015

En 1979 la ciudad de Madrid volvía a tener una corporación democrática, desde el ayuntamiento republicano en marzo de 1939, encabezada ahora por Enrique Tierno Galván.

Aunque se habló, en principio, de unas 160 calles con nombres vinculados al franquismo, en 1980 el Ayuntamiento rebautizó 27 calles y avenidas. El criterio de selección consistió en que, en líneas generales,  las nuevas denominaciones recuperarían las que tenían antes de la República. Se eligieron las 27 que tenían una vinculación más directa con el franquismo y que además, estaban enclavadas en los ejes fundamentales de la ciudad. Votaron a favor de la modificación los partidos que sustentaban al equipo de gobierno, PSOE y PCE, y en contra la UCD.

En diciembre de 2007 el Parlamento aprobó la llamada Ley de Memoria Histórica, que disponía  en su artículo 15  que “Todas las administraciones están obligadas a la retirada de símbolos o referencias que tengan que ver con la exaltación de la sublevación militar de 1936, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura franquista”.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, declaró que consultaría con expertos qué calles de la ciudad deberían cambiar de nombre por estar afectadas por la Ley. El alcalde sólo mencionó entre los "expertos" a los que se refería, a los cronistas de la Villa. Ruiz-Gallardón echó balones fuera, obviando el centenar largo de calles franquistas de Madrid, argumentando que "es fundamentalmente la Administración General del Estado la que conserva símbolos referidos al anterior jefe del Estado".

El Ayuntamiento de Madrid no aplicó la Ley. Sí se retiró casi completamente la abundante simbología franquista en edificios de la Administración General del Estado, por parte de la administración socialista entre 2008 y 2011, afectando fundamentalmente a los ministerios de Defensa, Agricultura, Interior y Hacienda, e incluso al Palacio de la Moncloa.

La Cárcel de Carabanchel, inaugurada en 1944 y construida por presos, albergó durante la dictadura franquista a reclusos comunes y sociales, y sobre todo, a numerosos presos políticos. El 16 de julio de 2008 el Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de Madrid firmaron un acuerdo para construir equipamientos y viviendas en los terrenos de la prisión, y repartirse los beneficios.  La crisis económica fastidió el cuento de la lechera, pero la destrucción de lo que pudo haber sido uno de los más importantes lugares de memoria de todo el Estado, no se frenó.

Asociaciones vecinales de Carabanchel y Aluche, organizaciones de defensa de la memoria histórica de la lucha antifranquista, y personas de diversos ámbitos sociales y culturales formaron la Plataforma para la creación de un Centro para la Paz y la Memoria en la antigua Cárcel de Carabanchel. Pedían que se conservara la cúpula para albergar un espacio de recuperación de la memoria histórica, y reclamaban que en el solar se construyeran un hospital y servicios sociales para el barrio. A pesar de las protestas, el Ministerio del Interior, dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba, acabó derribándola en octubre de 2008. Once años después nada se ha construido; permanece el enorme solar vacío y de la cárcel sólo queda el controvertido Centro de Internamiento de Extranjeros. La Plataforma por el Centro de Memoria sigue reivindicando activamente la construcción del Memorial.

Elementos de la sociedad civil comenzaron a trabajar en la creación de un lugar de memoria no oficial en la tapia del cementerio de la Almudena. Desde 1988 una placa recuerda a las Trece Rosas. Esta iniciativa tomó impulso a partir de las investigaciones de Mirta Núñez y Antonio Rojas Friend, que recogían los primeros listados de víctimas. El colectivo Memoria y Libertad, que reúne a familiares de los allí asesinados, organiza anualmente un acto de homenaje que ya lleva 13 ediciones.



El Gobierno de Progreso. 2015-2019

En las elecciones municipales de mayo de 2015 ganó en la ciudad de Madrid la candidatura Ahora Madrid. Su cabeza de lista, Manuela Carmena, con el apoyo del PSOE, se convirtió en alcaldesa.

Las primeras acciones del nuevo gobierno municipal en materia de memoria histórica fueron polémicas: la delegada de Cultura, Celia Mayer, ordenó en febrero de 2016  la retirada de tres monumentos franquistas. Tras las críticas unánimes de la oposición y una querella de la Fundación Francisco Franco,  el equipo de Carmena suspendió la retirada hasta desarrollar una normativa municipal. Tras reponer los elementos, se retiraron a Mayer las competencias sobre Memoria Histórica.

La Cátedra de Memoria

A finales de 2015  se conoció que la Cátedra Complutense “Memoria Histórica del siglo XX”, conformada por historiadores, sociólogos, archiveros… había recibido el encargo por parte del Ayuntamiento de proyectar un “Plan Integral Memoria Madrid.” Se constituyó para ello un grupo de trabajo.

Inmediatamente comenzó una campaña de acoso mediático que fue in crescendo hasta conseguir la renuncia de la Cátedra. El linchamiento, que no tuvo el menor reparo en difundir mentiras y calumnias, estuvo encabezado por medios de comunicación de extrema derecha y por la edición madrileña del diario El País. En palabras de uno de los coordinadores del grupo de trabajo:

No hubo tregua desde el principio. ¿Cuáles fueron las razones? Probablemente se puede especular en torno a las siguientes hipótesis: primero, el decidido compromiso de llevar hasta el final y con todas sus consecuencias el citado Plan (…). Una segunda razón no se puede escapar: la impecable trayectoria de los integrantes de aquel Equipo Interdisciplinar –con reconocidos expertos en cada una de las materias– habituados a este tipo de "batallas por la memoria" en terrenos tan poco propicios para el cumplimiento de los Derechos Humanos. Y, en tercer lugar, el decidido apoyo a tal Equipo por parte de los movimientos sociales por la memoria. (…)

El juguete se rompió con la famosa publicación del "listado" atribuido a la Cátedra por parte de El País. Pero no por la publicación en sí misma, sino por las declaraciones de la propia Alcaldesa en donde daba por buena aquella información (…).[1]

La campaña de acoso y derribo culminó con la creación de una noticia falsa por la edición madrileña de El País. La aceptación de las calumnias como verdaderas por parte de la alcaldesa, y la renuncia de continuar con el encargo por parte de la Cátedra de Memoria Histórica de la Complutense, certificaban el triunfo de dicha operación.[2]

El País publicaba ayer una lista de 256 nombres que supuestamente habían sido propuestos por la Cátedra de Memoria Histórica de la Universidad Complutense para la reforma del callejero que el ayuntamiento de Madrid tiene previsto realizar en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. (…)  Hoy la Cátedra ha publicado un comunicado en el que niega de manera tajante la autoría del listado que adelantaba El País (…).



El Comisionado de Memoria

El 6 de mayo de 2016 se hizo pública la composición de un Comisionado de Memoria Histórica municipal presidido por la abogada Francisca Sauquillo.

Se celebró una primera reunión entre Sauquillo y los colectivos de memoria histórica y víctimas del franquismo, donde la mayor parte de los asistentes rechazamos la propia constitución y la composición del Comisionado.

Llamaba la atención la ausencia de juristas especialistas en memoria histórica y derechos humanos. Otro tanto podríamos decir de archiveros, documentalistas, antropólogos sociales.... También manifestamos al Ayuntamiento que era inaceptable la ausencia de representantes del movimiento memorialista y de víctimas del franquismo. Como escribió el jurista Rafael Escudero[3]:

A estas alturas, poco o nada sorprenderá la ausencia de representantes de las asociaciones de víctimas y memorialistas en la Comisión. La explicación ofrecida por Sauquillo es que no pueden estar porque “son parte, por reclamar… la verdad, la justicia“.  (…) Pero si hay personas que deben de estar muy contentas estos días, estas son Esperanza Aguirre y los integrantes de la derecha madrileña. Sin estar en el poder, han alcanzado sus últimos objetivos: desactivar por completo las políticas de recuperación de la memoria histórica en Madrid y mantener las reivindicaciones de las víctimas en el olvido institucional. Esperemos no tener que lamentarlo demasiado.

El criterio de la alcaldesa era alcanzar el consenso entre los grupos municipales, tanto en la composición del Comisionado como en el objetivo: el cumplimiento de la Ley de Memoria de 2007.  Como resultado,  la actuación del Comisionado no fue compatible con el cumplimiento de las obligaciones del Ayuntamiento en materia de Derechos humanos. Tampoco con los compromisos adquiridos por la alcaldesa, su equipo de Gobierno y los grupos municipales que lo sustentaban. Los colectivos de víctimas del franquismo no estaban representados en el Comisionado; especialistas de las disciplinas relacionadas, tampoco. El Arzobispado de Madrid, sí.

El historiador José Álvarez Junco fue nombrado Vicepresidente del Comisionado. Prosigue Escudero Alday:

(…)  Sorprende también su incorporación a la Comisión, dado que se trata de una persona que rechaza la nulidad de los juicios del franquismo y que en sus escritos incluso se ha manifestado en contra del propio concepto de “memoria histórica”. (…) Estar en una comisión de memoria histórica cuando no se comparte su propio concepto de partida es lo más cercano a meter un “quintacolumnista” en ella.

Otra persona que entró a formar parte del Comisionado fue el escritor Andrés Trapiello, propuesto por el grupo municipal de Ciudadanos. Lo explica el historiador Francisco Espinosa:[4]

Sin duda, debe ser por el desprecio que siente y por la forma en que ha maltratado en sus escritos al movimiento en pro de la memoria por lo que Trapiello ha sido elegido como uno de los vocales de la comisión que encabeza Francisca Sauquillo, designada a su vez por Manuela Carmena. Hay que felicitar a la derecha, ya que una vez más ha conseguido su propósito, en este caso controlar el asunto del callejero y los vestigios franquistas.

Trapiello y otro miembro del Comisionado, el historiador Octavio Ruiz Manjón, firmaban en marzo de 2018 el llamado "Manifiesto por la historia y la libertad" contra la reforma de la ley de Memoria Histórica que proponía el PSOE. Otros firmantes eran Santiago Abascal, Fernando Savater, Stanley G. Payne, Jon Juaristi, Pío Moa, Jaime Mayor Oreja, Joaquín Leguina, María San Gil, Alberto Ruiz-Gallardón, el bisnieto del dictador Luis Alfonso de Borbón, o el militar Santiago Milans de Bosch[5].



El Callejero: Movilizaciones y juicios

El equipo de gobierno municipal y las fuerzas políticas que lo apoyaban renunciaron a ir más allá de la retirada de 53 calles designadas por el Comisionado de Memoria. Los colectivos memorialistas no sólo cuestionamos algunos de los nombres que sustituirían a las que se proponen retirar, también algunas propuestas de señalización de lugares de memoria recogidas en el libro editado por el Ayuntamiento [6], tuvieron contestación por parte del movimiento memorialista madrileño, que de acuerdo con otras entidades (vecinales, sociales…), presentó su propia alternativa:

1. Un listado de 132 calles y plazas franquistas que deberían ser renombradas.

2. Un segundo listado de 80 calles sobre las que existían dudas en cuanto a los motivos para su concesión. De estas, se solicitaron al consistorio los expedientes administrativos.

3. Un listado de 102 nombres alternativos, con propuestas de personas y hechos relacionados, mayoritariamente, con la memoria democrática.

Al mismo tiempo, el movimiento memorialista mantenía la movilización en la calle:

(…) Hemos expresado al Ayuntamiento de Madrid nuestro profundo desacuerdo con el Informe del Comisionado de Memoria Histórica presentado al pleno municipal el pasado mes de enero, concretamente por la propuesta que se hace de señalización de lugares de memoria. Entendemos que incide y reproduce la situación de injusticia y discriminación de las víctimas del franquismo, en nombre de una supuesta equidistancia que equipara a los defensores de la legalidad democrática con quienes mantuvieron secuestrada la soberanía nacional durante décadas (…).[7]

La retirada aprobada de 53 calles fue paralizada por cinco denuncias diferentes. Nuestra Federación se personó en el procedimiento general, y a pesar de las alegaciones de la Fundación Nacional Francisco Franco, el Juzgado de lo Contencioso nos reconoció el derecho a actuar como codemandados en la querella.

El Memorial en el Cementerio del Este. El Informe del Comisionado.

En febrero de 2018 un equipo multidisciplinar, dirigido por el historiador Fernando Hernández Holgado, presentó un Informe encargado por el Ayuntamiento sobre la represión franquista en el Cementerio del Este, con un listado actualizado de las víctimas, que había de servir como fundamento de un proyecto de Memorial.[8]

Por su parte, el Informe del Comisionado sobre el Memorial favoreció el retraso de la construcción, y junto a diversos problemas administrativos, que no fuera acabado e inaugurado durante la legislatura de gobierno de Ahora Madrid. El Comisionado, haciendo suyos los argumentos de los medios de derechas, propuso que no constasen los nombres de los 2.937 fusilados. [9]Sus conclusiones chocaban frontalmente con el Informe del equipo dirigido por Hernández Holgado y con los compromisos públicos del gobierno municipal.[10]

El papel del Comisionado en este tema no consistió solamente en aplicar una estrategia deliberadamente obstruccionista. También proporcionó al actual gobierno municipal de PP y Cs apoyado por Vox, la argumentación para frenar la finalización del Memorial, y finalmente la eliminación de los nombres. La polémica sobre el papel del Comisionado se ha reabierto, tras el desmantelamiento del proyecto original del Memorial en noviembre 2019 por el nuevo alcalde, Martínez Almeida.

La actual corporación defiende que el Comisionado pidió un monumento anónimo y un segundo memorial a las víctimas franquistas. Miembros del Comisionado arguyen que en su informe abrían la puerta a la construcción de una segunda placa que recordara a los muertos “del otro bando”. Nosotros, por una vez estamos de acuerdo con Andrés Trapiello: “Quien ahora ha quitado los nombres no ha hecho otra cosa que lo que el Comisionado de la Memoria aconsejó en su día, insisto, por unanimidad”.[11]

El Informe sobre el Memorial supuso el fin del Comisionado, dado que parte del grupo de Ahora Madrid lo consideró inaceptable. Por fin, quedó disuelto en junio de 2018.



2019. La derecha vuelve al gobierno. Conclusiones

Tras las elecciones municipales de mayo de 2019 se formó un gobierno de coalición para la ciudad de Madrid presidido por José Luis Martínez Almeida, del Partido Popular, con Begoña Villacís de Ciudadanos como Vicealcaldesa, y apoyado por la extrema derecha.

Durante el período de Gobierno de Ahora Madrid (2015-2019) se realizó una importante política de memoria (con resultados tangibles como el cambio de casi medio centenar de nombres de calles significativas) aunque alejada de las expectativas creadas. Hay que agradecer lo conseguido, fundamentalmente, al compromiso personal en circunstancias difíciles, de algunos miembros del gobierno municipal y presidentes/as de Juntas de Distrito.

El nuevo equipo de gobierno de derechas ha utilizado sus primeros meses de gobierno para desmantelar, sin complejos y sin pausa, las políticas progresistas desarrolladas durante la legislatura anterior.  Los avances en materia de memoria histórica y democrática han sido un objetivo central de sus ataques. En junio el consistorio de Martínez Almeida anunció el cierre de la Oficina municipal de Derechos Humanos y Memoria. Le siguió la renuncia a levantar el memorial aprobado en los terrenos de la cárcel de Carabanchel.

El pasado 18 de noviembre, el  actual equipo de gobierno arrancó las lápidas con los nombres de las personas ejecutadas en el Cementerio del Este. El gobierno de Martínez Almeida ha modificado el criterio con el que fue erigido el Memorial, cambiando completamente su significación para reconvertirlo en un falso homenaje a la concordia.[12]

Una plataforma recientemente constituida de colectivos memorialistas, sociales,  vecinales, políticos, sindicales, culturales… exige la inmediata reversión del proceso con la reconstrucción del Memorial conforme al proyecto original, y anuncia movilizaciones.



De cómo se construye el relato del pasado depende en gran parte la legitimación de los actos y políticas presentes. Por ello, el nuevo consistorio ha sido especialmente beligerante contra la Memoria histórica. La aparición de un espacio político de la extrema derecha  sirve como coartada a la derecha “de toda la vida” para aplicar políticas revisionistas.

¿Porqué la derecha cuando llega al poder actúa sin el menor escrúpulo, y la izquierda gobierna con pies de plomo, entre apelaciones al consenso? Todavía estamos esperando una declaración de condena del franquismo por parte del pleno municipal, solicitada en varias ocasiones durante la anterior legislatura. Sí se aprobó una moción sobre la revolución húngara de 1956.

Madrid, como capital del Estado, constituye una referencia y un ejemplo a seguir por otras muchas instituciones. Esperemos que pronto las fuerzas progresistas puedan construir una alternativa capaz de recuperar el Ayuntamiento, analizando y asumiendo la experiencia de los años 2015-2019, tanto en sus aspectos positivos como en los negativos.





[1] Gálvez Biesca, S. (30-7-2016) El juguete roto de la Cátedra Memoria Histórica del Siglo XX. El Diario. Recuperado desde: https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Catedra-Memoria-Historica-Siglo-XX_6_541455874.html

[2] Garín, J. (11-02-2016)  La polémica del callejero que creó El País. Diagonal. Recuperado desde: https://www.diagonalperiodico.net/blogs/nolescreas/la-polemica-del-callejero-creo-pais.html

[3] Escudero Alday, R. (07-05-2016) Madrid: la comisión de la (des)memoria histórica. La Marea. Recuperado desde: http://www.lamarea.com/2016/05/07/madrid-la-comision-de-la-desmemoria-historica/

[4] Espinosa Maestre, F. (04-05-2016). La comisión.  Público. Recuperado desde: http://blogs.publico.es/dominiopublico/16691/la-comision/

[5] La Razón, (03-09-2018) El manifiesto contra la reforma de la ley de Memoria Histórica del PSOE suma casi 24.000 firmas. Recuperado desde: https://www.larazon.es/espana/mas-de-200-expertos-firman-un-manifiesto-contra-la-exhumacion-de-franco-CJ19674053

[6] Ayuntamiento de Madrid (2017) Memoria Histórica: Comisionado de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid.

[7] Colectivos memorialistas madrileños (27-02-2017) #NiUnaCalleFranquista: Fuera golpistas y asesinos del callejero madrileño. https://www.foroporlamemoria.info/2017/02/niunacallefranquista-fuera-golpistas-y-asesinos-del-callejero-madrileno-3/

[8] Hernández Holgado, F. (2018) Listado de personas ejecutadas durante las posguerra (1939-1944) en la ciudad de Madrid. Informe explicativo / Cronológico y Alfabético. Ayuntamiento de Madrid. Recuperado desde: https://cutt.ly/orci2OU

[9] El País (30-04-2018) El memorial de la Almudena incluirá los nombres de todos los fusilados, incluidos los chequistas. El Comisionado de la Memoria Histórica sugirió que se consultasen las identidades a través de un código QR. Recuperado desde: https://elpais.com/ccaa/2018/04/30/madrid/1525085713_995072.html

[10] Olmeda, F. (10-04-2018) 14 de abril, homenaje a las víctimas del franquismo en Madrid. Nueva Tribuna. Recuperado desde: https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/memorial-todos-nombres-reivindica/20180410105428150683.html

[11] Mateo, J.J. (28-11-2019) Ni paz, ni piedad, ni perdón. El País. Recuperado desde: https://elpais.com/ccaa/2019/11/27/madrid/1574877577_119763.html

[12] Europa Press, (29-07-2019) Ayuntamiento reitera la paralización del Memorial de la Almudena porque "no sirve para favorecer la concordia". Recuperado desde: https://www.europapress.es/madrid/noticia-ayuntamiento-reitera-paralizacion-memorial-almudena-porque-no-sirve-favorecer-concordia-20190729132105.html