lunes, 24 de febrero de 2020

Entrevista en Tercera Información, 24/02/2020. por César Pérez Navarro


Arturo Peinado: "En los 70, les dijeron a nuestros padres y madres que era demasiado pronto para pedir cuentas al franquismo. Ahora los mismos nos dicen que es demasiado tarde"

Entrevista al presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria


César Pérez Navarro. Tercera Información, 24/02/2020

Conversamos con Arturo Peinado, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria. Consideramos este un momento crucial en el debate sobre diversos aspectos de la Memoria Histórica, que debiera contribuir a llevar a buen puerto las reivindicaciones de la sociedad civil, de las víctimas del franquismo y de las asociaciones memorialistas.


- César Pérez: A muchos nos sorprende el revuelo que se ha levantado con la propuesta del nuevo Gobierno de coalición de sancionar la apología del franquismo en la reforma del código Penal que se prepara. Recordemos que la tipificación de la exaltación de la dictadura era una promesa que figuraba en el programa electoral de Pedro Sánchez. El Catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo ha recordado que "en los países en lo que hubo fenómenos parecidos al que supuso el régimen del general Franco está incluido el delito de apología del fascismo en el régimen penal [...] y de una manera muy singular en Alemania, donde no se ha visto resentida en absoluto la libertad de expresión". Pérez-Royo argumenta que tal delito "debe tipificarse con mucha precisión”. Sin embargo, estos días se escuchan críticas a la medida desde la izquierda. Antonio Maestre apuntó que es “un error histórico de cálculo que incide en lo simbólico perdiendo de vista lo estructural”, pero también aprecia argumentos flojos como “considerar la defensa del genocidio franquista como una opinión más. Porque no todas las opiniones son respetables, como recoge nuestra Constitución”.

La crítica más destacada señala que en España no existen procesos judiciales ni de condena sobre el franquismo ni sobre cualquiera de sus responsables como consecuencia de la Ley de Amnistía, que ha archivado todas y cada una de las denuncias presentadas por asociaciones memorialistas como el Foro por la Memoria. Por tanto, siguen vigentes las sentencias franquistas y los tribunales sumarísimos de la dictadura. Considera que estas reparaciones deber ser anteriores al castigo de la apología del franquismo... Por otro lado, dice que aún no se ha “acuñado” en este país una “verdad histórica y no se ha construido una identidad colectiva”.

¿Considera que estos argumentos cuentan con suficiente peso para frenar el castigo de la exaltación del franquismo en el código penal? ¿Cree que, aún pasados 45 años desde la muerte de Franco aún “no es el momento” para esta reforma?

-Arturo Peinado: Valoramos en principio positivamente el anuncio de modificación del Código Penal para que se tipifique como delito la apología del franquismo. El problema está en que el franquismo nunca ha sido ilegalizado; no hay una ruptura entre la legalidad franquista y la democrática. El número 1 de nuestro actual BOE se publicó en Burgos en octubre del 36. Ciertamente habrá que especificar cómo se va poder a juzgar a alguien por defender un régimen que legalmente no ha cometido ningún delito, y por crímenes que nunca han podido ser juzgados, pero eso no implica que se tenga que dejar de hacer.

Cuando hablamos de impunidad no sólo nos referimos a la impunidad penal de los criminales franquistas; o a que la familia Franco y tantas otras puedan seguir disfrutando aún del producto del expolio y de la corrupción. Es también impunidad que representantes políticos como Ortega Smith o Rafael Hernando, y publicistas de los mitos franquistas, digan y escriban barbaridades sin consecuencias penales ni políticas. Falsificar la historia, mentir y calumniar sale gratis en España cuando se ataca a los defensores de la 2ª República, a los luchadores antifranquistas, o a las víctimas de la dictadura. Lo que debemos preguntarnos es ¿por qué lo hacen? Y la respuesta es simple: porque pueden.

En cuanto a si es el momento o no de cambiar en ese sentido el Código Penal, en los 70 les dijeron a nuestros padres y madres que era demasiado pronto para pedir cuentas al franquismo. Ahora los mismos nos dicen que es demasiado tarde. Era mentira entonces y es mentira ahora.

C.P.: ¿Podría indicarnos algunas pinceladas desde el Foro por la Memoria sobre qué podría castigarse en concreto en el código penal como exaltación de franquismo?

-A.P.: Debemos dotarnos de una legislación que defienda a las víctimas, y a los defensores de la República y luchadores antifranquistas, de la falsificación de la historia, y de amenazas, insultos y menosprecios. Y que las políticas de Verdad, Justicia y Reparación dirigidas a las víctimas del franquismo y a los verdaderos responsables de la llegada de la democracia, sean incuestionables, y obligación y patrimonio de la sociedad y de las instituciones. Ni más ni menos que lo que sucede en países democráticos de nuestro entorno que derrotaron al nazismo y a los fascismos en 1945.

Aquellos que desde posiciones progresistas critican estos cambios suponemos que exigirán inmediatamente que la apología del terrorismo y el menosprecio a sus víctimas dejen de ser delito, y que defienden los homenajes a etarras excarcelados como ejercicio de la libertad de expresión. A no ser que consideren que las víctimas del franquismo son de inferior categoría a otras, y no son dignas de los derechos que les reconocen los organismos internacionales de derechos humanos.

-C.P.: Esta pasando desapercibido el hecho de que -además del delito en países como Italia o Alemania- el enaltecimiento del Franquismo ya se sanciona en España. La Ley de Memoria Histórica de Extremadura aprobada en 2018 establece que la Junta de Extremadura “tomará las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar de 1936 y del franquismo, de sus dirigentes o de las organizaciones que sustentaron al régimen y de la represión de la Dictadura”, lo cual, no se diferencia de otras leyes de memoria, la estatal de 2007, u otras a escala regional. Pero añade como “infracción leve” sancionada con entre 200 y 2.000 euros, además de la pérdida del derecho a obtener subvenciones, bonificaciones o ayudas públicas en materia de memoria democrática; “incumplir la prohibición de exhibir públicamente escudos, insignias, placas y otros objetos o elementos, conmemorativas o de exaltación o enaltecimiento del franquismo, emitir expresiones ofensivas, vejatorias o atentatorias contra la dignidad de las víctimas o de sus familiares de la Guerra Civil o la Dictadura franquista, cualquier tipo de conducta que suponga el enaltecimiento del franquismo cuando no puedan ser tipificadas como delito de incitación al odio, la celebración de actos y homenajes de cualquier naturaleza que tengan como finalidad la conmemoración, la exaltación o el enaltecimiento individual o colectivo del golpe militar de 1936 y del franquismo y promover distinciones o reconocimientos de personas, entidades u organizaciones que sustentaron el régimen dictatorial”. Además, la ley de memoria extremeña también contempla que “en caso de reincidencia, las infracciones leves pasan a ser graves”, sancionadas con multas de 2.001 a 10.000 euros.

¿Qué le parece esta ley?

-A.P.:  Precisamente hace un año explicamos nuestra valoración de la ley de memoria extremeña en unas Jornadas en Herrera del Duque. Supone un importante avance en varios aspectos, no sólo en el que indicas, como el reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo, que va mucho más lejos que la Ley de Memoria estatal; La inclusión de temáticas en los planes de educación sobre la recuperación de la memoria democrática y la promoción de los Derechos Humanos y la Paz; Resulta muy avanzado en el reconocimiento y reparación a los trabajadores forzados, incluyendo la señalización de las obras como lugares de memoria, y promoviendo actuaciones para hacer copartícipes a las instituciones y empresas, que obtuvieron beneficio de ello; Y el compromiso de solicitar al Estado español que declare nulas todas las acciones legales de carácter represivo de la dictadura...

Pero la proliferación de legislación autonómica que se viene produciendo desde 2011 puede resultar contraproducente, ya que genera discriminación entre las víctimas: dependiendo de la comunidad autónoma de dónde procedan, unas víctimas y sus familias tienen muchos derechos, otras pocos y el resto, ninguno. Además, las comunidades autónomas no tienen competencias para legislar en materia de Justicia, particularmente sobre la exhumación de fosas comunes del franquismo. La competencia para la exhumación e identificación de víctimas del franquismo enterradas en fosas comunes corresponde en exclusiva a la administración de Justicia, aunque las administraciones autonómicas puedan participar en la localización y protección de las fosas comunes del franquismo.

En cuanto a la pervivencia de callejero o simbología franquista, el problema está en que no se elaboró un reglamento de la Ley de Memoria del 2007: no hay tipología precisa sobre qué hay que retirar, ni plazos para la retirada, ni un régimen sancionador para las instituciones que incumpliesen la Ley. Lo que se ha quitado y cambiado ha dependido de los titulares de cada institución, a partir de su signo político y de su voluntad de hacerlo o no.

-C.P.: ¿Es factible la derogación o la nulidad de la Ley de Amnistía en nuestro país? ¿Cree que tal medida podría implementarse en la presenta legislatura? Mucho se está diciendo y escribiendo sobre el torturador “Billy el Niño”, pero el hecho es que sus graves crímenes seguirían impunes si no se acaba con la Ley de Amnistía. La tortura es considerada un crimen de lesa humanidad que nunca prescribe...

-A.P.: Nosotros/as nunca hemos defendido su derogación, y mucho menos parcial. Exigimos una declaración de nulidad integral de la Ley de Amnistía por el Parlamento, por dos motivos: Primero: Derogar significa que la ley deja de tener validez desde el momento de la derogación, y nosotros pretendemos revisar autos y sentencias en los que se ha aplicado, desde 1977 hasta el día de hoy. Y segundo: aparte de amnistiar a los criminales franquistas, la ley del 77 amnistía hechos tales como el ejercicio de las libertades de prensa, de reunión, de expresión, de huelga, de asociación… por los antifranquistas. Son derechos fundamentales reconocidos por las constituciones de 1931 y 1978. Si la democracia acepta que son “delitos” amnistiables, está sumiendo la legalidad del franquismo, y por eso defendemos que se anule íntegramente.

La tortura es un crimen imprescriptible, pero los gobiernos de Felipe González, Zapatero, Rajoy y Pedro Sánchez se han opuesto a ratificar la "Convención de la ONU de 1968 sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad". La impunidad del franquismo no es cuestión de un gobierno o de otro, es política de Estado desde los pactos más o menos explícitos de la Transición.

No creemos que el actual Gobierno vaya a cuestionar el modelo español de impunidad, uno de cuyos pilares es la Ley de Amnistía. Al menos eso es lo que se percibe de la Proposición de Ley presentada por el PSOE el 24 de Enero, que aunque supone avance sustanciales con respecto a lo existente, aún queda lejos de hacer efectivos el derecho de las víctimas del franquismo a la Verdad, la Justicia y la Reparación. Esperamos que en la fase de tramitación, los grupos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez consigan modificaciones de calado, porque 13 años después de la fracasada Ley de Memoria no nos conformaremos con cambios cosméticos. Lo advertía hace unos días Joan Tardà en un artículo titulado “Ningún engaño más a las víctimas del franquismo”.

-C.P.: ¿Exige la Federación de Foros por la Memoria la anulación de las sentencias franquistas por parte de los tribunales sumarísimos de la dictadura?

-A.P.: Siempre lo hemos exigido, incluso lo defendimos en cierta soledad cuando en 2007 no se recogió en la Ley de Memoria Histórica. Todas las sentencias franquistas, que a día de hoy siguen siendo legales y firmes, deben anularse, pero también los consejos de guerra y los tribunales represivos deben ser declarados ilegales.

-C.P.: Los pasados 20 y 21 de febrero tuvieron lugar unas jornadas abiertas sobre acceso a los archivos en la Función Pública en las cuales la Federación de Foros por la Memoria estuvo presente. El Gobierno plantea la apertura de los archivos secretos de la Guerra Civil y de la Transición como uno de los primeros pasos en materia de Memoria Histórica para esta legislatura ¿En qué punto se encuentra esta cuestión en el momento actual y cuáles son vuestras reivindicaciones al respecto?

-A.P.: Deberíamos plantearnos que, hasta ahora, las políticas y la legislación sobre archivos en España no han estado orientadas al libre acceso por parte de la ciudadanía, sino que responden, en buena parte, a políticas públicas activas de olvido dirigidas a apuntalar la impunidad del franquismo.

Valoramos que los archivos juegan una función central en la promoción y realización del Derecho a la Verdad y del deber de recordar de la sociedad. El Estado tiene que garantizar el derecho de libre acceso y establecer por ley la obligación de colaboración de los responsables de los archivos con la Justicia, con las víctimas y sus familiares, organizaciones de víctimas y de derechos humanos.

Las medidas anunciadas, en principio parece que van por el buen camino, porque necesitamos una legislación de archivos que revise los criterios aplicables en materia de privacidad y confidencialidad, de conformidad con los estándares internacionales, para que prevalezca siempre el Derecho a la Verdad. Además, los archivos deben contar con los recursos adecuados para su correcta gestión, y los archiveros necesitan respaldo legal y un marco jurídico claro, para ejercer su profesión con seguridad jurídica, libertad, transparencia e independencia.


-C.P.: ¿Qué le ha parecido el largo proceso de exhumación de los restos del dictador? El Gobierno ha anunciado que una nueva norma sacará a los monjes benedictinos que desde 1957 regentan el Valle de los Caídos. Parece otra medida de escasa trascendencia respecto a lo que pudiera hacerse allá ¿Qué proponen para el Valle de Cuelgamuros?

-A.P.: Fue una noticia largamente esperada, recibida con alegría por el movimiento social por la recuperación de la memoria y de víctimas del franquismo, y por buena parte de la sociedad española. La exhumación de los restos mortales del dictador ha sido un acto de Justicia, y una medida de reparación moral y simbólica de sus víctimas.

Ciertamente la exhumación ha tenido aspectos discutibles, porque el acto fue convertido en un producto televisivo obsceno, con imágenes de exaltación explícita del franquismo. Creemos que debería haberse llevado a cabo de manera expeditiva, privada y discreta.

La salida de Franco de Cuelgamuros ha supuesto sólo un paso (importante) en la lucha contra las pervivencias del franquismo en nuestra sociedad, y contra la impunidad de sus crímenes. Seguimos exigiendo una solución integral y satisfactoria al Valle de Cuelgamuros que pase por su desacralización; la entrega a sus familias de los restos secuestrados de los republicanos; por el desmantelamiento de simbología fascista y nacional-católica; y finalmente, por una resignificación integral del Valle, en línea con otros lugares de memoria destinados a servir de recuerdo y homenaje a las víctimas de las agresiones a los derechos humanos, tales como la ESMA de Buenos Aires, o el Memorial de Auschwitz.

Asimismo el papel de la comunidad de benedictinos, durante este año y medio, demuestra la necesidad modificar urgentemente el estatus legal del Valle. Algo similar puede decirse sobre la pervivencia de la Fundación que lleva el nombre del dictador, algo inconcebible en los países democráticos de nuestro entorno. Y por último, la actuación provocadora de los Franco y de sus abogados ha tenido la virtud de poner en candelero el tema del poder económico y político que conserva la familia el dictador. Después de 44 años, es indispensable llevar adelante la rendición de cuentas y eliminación de privilegios de los "Franco S.A.", como ha sido norma habitual en todos los países que han pasado de una dictadura a una democracia.

-C.P.: La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, también ha anunciado recientemente la modificación de la Ley de Memoria Histórica de 2007 con el objetivo de “seguir abriendo fosas”, como si -hasta la fecha- ese trabajo lo hubiese desempeñado directamente el Estado. No se han dado muchos más detalles, pero es bien conocido que la exhumación de fosas junto a todo el trabajo que ello conlleva se ha canalizado a través de organizaciones como la Federación de Foros por la Memoria. ¿Cómo debería afrontarse la recuperación de las fosas en el contexto de verdad, justicia y reparación y de acuerdo con la legislación internacional en materia de Derechos Humanos?

-A.P.: La Federación Estatal de Foros por la Memoria realizó una quincena de exhumaciones de fosas comunes del franquismo en diferentes comunidades autónomas, entre 2003 y 2012, llevadas a cabo por profesionales de diversas disciplinas como trabajo militante no remunerado. En cada una de ellas presentamos denuncia ante el juzgado natural, e invariablemente, la respuesta que recibimos fue el archivo de las denuncias sin abrir una investigación incumpliendo la Ley de Enjuiciamiento Criminal, dado que cuando aparecen restos humanos ningún juez se persona ni abre un procedimiento (algo que sólo pasa cuando se trata de víctimas del franquismo).

El Estado optó por intentar reconducir todo el problema de las exhumaciones a la vía administrativa, mediante la Ley de Memoria de 2007. El texto niega explícitamente el derecho a la Justicia de las víctimas y de sus familias, y además privatiza y externaliza la gestión de las exhumaciones, subvencionando a familias, asociaciones y profesionales. Posteriormente, la sentencia de 2012 del Tribunal Supremo que absolvió al exjuez Garzón, con el consiguiente rechazo de los juzgados implicados a hacerse cargo de las exhumaciones, dejó meridianamente claro que la vía de la Justicia quedaba cerrada para las víctimas del franquismo.

Se pretende que se desentierren los restos de nuestras compañeras y nuestros compañeros enterrando definitivamente la Justicia, la Verdad y la Memoria, circunscribiendo la exhumación y posterior reinhumación a actos privados formalmente humanitarios.

Como Federación venimos demandando a los poderes judiciales y al Estado que asuman sus obligaciones, y elaboren un plan de exhumaciones para llevar a cabo todas las que sean técnicamente viables. Pero siempre a cargo de un juzgado o fiscalía especializada, dentro de un procedimiento por el tipo penal de crímenes contra la humanidad, ya que una fosa común es, en primer lugar, el conjunto de pruebas de un crimen imprescriptible.

La Proposición de Ley presentada por el PSOE el pasado Enero, si bien supone un avance en el tema de las fosas del franquismo porque establece la responsabilidad de la Administración General del Estado en las exhumaciones y el desarrollo de planes cuatrienales para la exhumación de fosas, sin embargo persevera en la línea de financiar exhumaciones no judicializadas.

Según lo que vamos conociendo, parece que en el Proyecto de Presupuestos generales del Estado para 2021 se va a dedicar para memoria más dinero que en todos los presupuestos de Rodríguez Zapatero, y la partida sustancial se va a destinar mayoritariamente a la exhumación de fosas comunes. Pero al ser exhumaciones extrajuidiciales, ni se cuestiona la impunidad de los crímenes ni se garantiza el acceso de las familias y de la sociedad española a la Justicia.

-C.P.: ¿Han recibido invitación por parte del nuevo Gobierno de PSOE-Unidas Podemos a un encuentro para recoger y debatir propuestas de cara a esta reforma de la Ley de Memoria? Sé que la respuesta es larga, pero, a grosso modo, ¿Qué aspectos fundamentales deberían cambiarse e incluirse en dicha reforma?

-A.P.: Mantenemos una relación cordial con Fernando Martínez, actual Secretario de Estado de Memoria Democrática, y hemos hablado personalmente de reunirnos para tratar estas cuestiones.

De todos modos, nuestra Federación comparte espacio de trabajo y elaboración programática junto con un centenar de organizaciones más, en el denominado Encuentro Estatal de Colectivos de Memoria Histórica y de Víctimas del franquismo. Pronto haremos una reunión de ámbito estatal, para analizar las iniciativas legislativas que haya sobre la mesa, y actualizar nuestra propuesta de una Ley de Integral de Víctimas del franquismo que equipare en reconocimiento y derechos a este colectivo con otros, sobre los que el Estado español ha legislado y puesto políticas en marcha. A partir de ahí, solicitaremos y programaremos reuniones de trabajo con representantes institucionales y diversas fuerzas políticas y sociales.

En cuanto a propuestas que pondremos en el marco del Encentro para la reforma la ley de Memoria, aún compartiendo medidas recogidas en el reciente Proyecto de Ley presentado por el PSOE, muy sintéticamente vamos a exigir que se incluya:

El pleno reconocimiento jurídico de las víctimas, en cuanto damnificadas por graves agresiones a los derechos humanos.

La anulación de todas las sentencias de los órganos represivos del franquismo, así como la ilegalización expresa de todos esos tribunales y consejos de guerra, y de toda la legislación represiva.

Un plan para la exhumación judicializada de las fosas comunes clandestinas del franquismo, conforme hemos explicado anteriormente.
  

-C.P.: Gracias por su buena disposición, y por aclarar la postura de la Federacación de Foros por la Memoria en todas estas cuestiones, algunas de ellas muy controvertidas y largamente debatidas estos días a través de distintos canales.

-A.P.: Gracias por la entrevista, y darnos esta oportunidad de hacer visibles nuestros posicionamientos y propuestas.

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* César Pérez, periodista de Tercera Información y, anteriormente, arqueólogo colaborador de la Federación Estatal de Foros por la Memoria.

* Arturo Peinado, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria.


https://www.tercerainformacion.es/articulo/memoria-historica/2020/02/24/arturo-peinado-en-los-70-les-dijeron-a-nuestros-padres-y-madres-que-era-demasiado-pronto-para-pedir-cuentas-al-franquismo-ahora-los-mismos-nos-dicen

sábado, 22 de febrero de 2020

Intervención V Jornadas Acceso a los Documentos Públicos y oficiales



Intervención V Jornadas Acceso a los Documentos Públicos y oficiales
de la Asociación Archiveros Españoles en la Función Pública

Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid

21 de Febrero de 2020.

Quiero comenzar agradeciendo a la organización de estas V Jornadas la posibilidad de dirigirme a vosotras y a vosotros, y transmitiros el saludo de la Federación Estatal de Foros por la  Memoria y de todos mis compañeros/as de los Foros federados

En 2004 nuestra Federación, que entones estábamos poniendo en marcha, suscribió junto a diversos colectivos, el Informe “La cuestión de la impunidad en España y los crímenes franquistas”, del Equipo Nizkor, que es una organización especialista en el derecho penal internacional de los derechos humanos, con sede en Charleroi (Bélgica).

Como el nombre del Informe indica, desarrollaba el concepto de impunidad, y más concretamente “Modelo español de impunidad” que, debido al peculiar proceso de transición de la dictadura a la democracia en España, había permitido que los crímenes del franquismo entre 1936 y 1977 quedasen impunes, e impide el reconocimiento jurídico de las víctimas y su acceso a los derechos a la Verdad, al Justicia y la Reparación, tal como exigen los organismos internacionales de derechos humanos.

A día de hoy perviven centenares de fosas clandestinas de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas; todas las sentencias represivas siguen siendo legales y firmes; y, de ayer mismo, el estado impide los exhortos para interrogatorios y órdenes de extradición en intento de aplicación de la Justicia Universal, con instrucciones de la Fiscalía mediante.

El proceso de transición era definido por muchos en los 89 y 90 como exportable y modélico, cuando de lo que estaban hablando era de exportar la impunidad. En este marco debe entenderse la desaparición de los archivos del Servicio Central de Documentación (SECED) de Carrero Blanco, del Movimiento Nacional, o de los colaboradores e informadores de la Brigada Político-Social y otros órganos de la represión. Aquí no se ha podido hacer lo que en Europa Oriental se llamó “políticas de lustración”, o como en la antigua RDA, facilitar el acceso a los ciudadanos a los archivos de la Stasi, para conocer tanto la identidad de los colaboradores como si uno mismo había sido investigado.

En el Informe Nizkor, al cual seguimos referenciándonos habitualmente, define la impunidad y, se referencia en el “Informe de 1997 del Relator de las Naciones Unidas sobre impunidad en derechos civiles y políticos”, que define la impunidad como:
"(..) la inexistencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por parte de los autores de violaciones de los derechos humanos, así como de responsabilidad civil, administrativa o disciplinaria, porque escapan a toda investigación con miras a su inculpación, detención, procesamiento y, en caso de ser reconocidos culpables, condena, incluso a la indemnización del daño causado a sus víctimas".

Y establece el deber de los estados a garantizar a las víctimas de violaciones graves de los derechos humanos:

B) El derecho a saber.
El derecho a saber, "No se trata sólo del derecho individual que toda víctima o sus familiares tienen a saber lo que ocurrió, que es el derecho a la verdad. El derecho a saber es también un derecho colectivo que hunde sus raíces en la historia, para evitar que puedan reproducirse en el futuro las violaciones. Como contrapartida, al Estado le incumbe, el "deber de recordar", a fin de protegerse contra esas tergiversaciones de la historia que llevan por nombre revisionismo y negacionismo; en efecto, el conocimiento por un pueblo de la historia de su opresión forma parte de su patrimonio y debe por ello conservarse…"

"Principio 2 - El deber de recordar
El conocimiento por parte de un pueblo de la historia de su opresión forma parte de su patrimonio y, por ello, se debe conservar adoptando medidas adecuadas en aras del deber de recordar que incumbe al Estado. Esas medidas tienen por objeto preservar del olvido la memoria colectiva, entre otras cosas para evitar que surjan tesis revisionistas y negacionistas".

Y también:
"Principio 3 - El derecho de las víctimas a saber
Independientemente de las acciones que puedan entablar ante la justicia, las víctimas, así como sus familias y allegados, tienen derecho a conocer la verdad acerca de las circunstancias en que se cometieron las violaciones y, en caso de fallecimiento o desaparición, acerca de la suerte que corrió la víctima."

Y en este Informe la ONU establece 3  principios (13, 15 y 16) sobre la necesidad de preservar los archivos, la organización del inventario de los mismos, y facilitar su acceso y consulta.

Ustedes se preguntarán, ¿Por qué nos está contando esto? Pues porque creo que deberíamos plantearnos hasta qué punto las políticas y la legislación sobre archivos en España, no están orientadas al libre acceso por parte de la ciudadanía, sino que responden a políticas públicas de olvido para apuntalar la impunidad del franquismo.

Nuestra Federación, en el marco del Encuentro de Colectivos de memoria histórica y de víctimas del franquismo, que reúne a más de 90 organizaciones de todo el Estado español y de Europa, lleva años trabajando y promoviendo en el ámbito jurídico y político un  Proyecto de Ley Integral de Víctimas del franquismo. Se basa en dos ideas centrales:
1.    Que se ha negado a las Víctimas del franquismo el reconocimiento jurídico y los derechos y beneficios que se conceden a otros colectivos de víctimas.
2.    Vemos indispensable que el Estado asuma las recomendaciones de los organismos internacionales de DDHH, plasmadas en los informes aprobados en 2014 por el Comité de Derechos Humanos de la ONU (Del Relator sobre la promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y la Garantías de No Repetición; y del Comité de Desapariciones forzadas).

A diferencia de otros colectivos de víctimas, a favor de las cuales se ha legislado ampliamente, que han sido sobradamente reparadas y cuyos derechos han sido resarcidos, sólo las víctimas del franquismo no han sido reconocidas jurídicamente por el Estado español. Coincidimos con el fiscal Carlos Castresana cuando escribía en junio de 2013: "...las víctimas del franquismo tendrían que tener el mismo estatuto jurídico que tienen las víctimas del terrorismo, ni mejor ni peor, exactamente el mismo. Son víctimas de la violencia política, y si unas tienen derecho a la memoria y a la justicia y a la reparación, no veo por qué las otras no"

No hemos desarrollado una propuesta específica sobre archivos como una parte del proyecto de Ley de Víctimas del franquismo, sino una declaración de principios y objetivos, porque entendemos que es indispensable la promulgación de una Ley específica de acceso a la información y un marco legislativo apropiado sobre archivos para garantizar el acceso público a los mismos.

Como principio fundamental se ha de reconocer el derecho de libre acceso, y la obligación de colaboración de los responsables de los archivos con la Justicia, con las víctimas y sus familiares, organizaciones de víctimas y de derechos humanos.

Sólo por detenernos en una propuesta concreta, defendemos la desclasificación inmediata de todos los documentos históricos del estado español, y que esta desclasificación alcance a los Archivos Militares, Archivos del Ministerio del Interior, Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Archivos Judiciales, Archivos Hospitalarios y Archivos de Maternidades. Es necesario garantizar el derecho de acceso a toda la información de los archivos que contengan documentación de autoridades, organismos, instituciones, funcionarios y agentes del orden público, que cometieron, consintieron o ampararon delitos contra los derechos humanos, para hacer posible los derecho de Reparación y Justicia de las víctimas, y el derecho y el deber de Verdad del conjunto de la sociedad.

Para finalizar, quiero llamar la atención sobre un caso reciente de disfunción grave, probablemente no prevista: la Ley de Memoria Histórica de 2007 estableció en su Artículo 4 la llamada “Declaración de reparación y reconocimiento personal”.  Algunos historiadores se están encontrando con el problema de documentos que deberían estar desclasificados, pero cuyo plazo de clasificación se ha vuelto a abrir, al unirse al expediente la solicitud de declaración por parte de familiares interesados.

Termino agradeciendo de nuevo vuestra invitación, y poniéndonos a vuestra disposición para la recepción de propuestas e ideas con las que desarrollar y mejorar el proyecto de Ley de Víctimas del franquismo.

jueves, 13 de febrero de 2020

"Apología del franquismo y apología de la estupidez", por Rosa María Artal



Apología del franquismo y apología de la estupidez

Rosa María Artal. El Diario, 11/02/2020



No mezclen. Lo que sufrió España fue un golpe de Estado fascista, una guerra, una larga dictadura que dejó terribles secuelas y una herencia ética pavorosa


Anuncia el Gobierno su intención de tipificar como delito la apología del franquismo y la reacción nos muestra a qué niveles está infiltrado en la médula del cuerpo social español. Quizás no tanto en la ciudadanía como en sus estamentos esenciales, incluyendo medios y líderes de opinión. Y ocurre así, sin duda, por la impunidad de la que siempre ha gozado esta ideología tan fascista como la que asoló Alemania o Italia y que aquí desencadenó una guerra civil, una dictadura de 40 años más otros tantos de esa desgarradora comprensión.

España lo constata cada vez que el franquismo sociológico sufre el más ligero roce. Ha arraigado hasta en quienes muestran una decidida permisividad en aras de la libertad de expresión, según dicen. Qué gran labor educacional se ha venido haciendo. Porque los análisis en favor de dejar tranquilo al franquismo muestran lagunas de peso, nada raro por otra parte: siempre se dijo que si estrujas conveniente los datos terminan confesando lo que quieras.

Lo he buscado varias veces y no he encontrado un país que sufriera tan terrible lacra en sus cimientos y no exigiera ninguna responsabilidad —recordemos que aquí incluye provocar una guerra civil—. Argentina lo intentó con las leyes de Punto Final pero terminaron siendo derogadas y juzgados algunos responsables de crímenes de las dictaduras. Portugal, quizás. Los principales jerarcas se libraron. Aunque no tiene metido en sus genes la defensa de ideologías fascistas.

España, sí. Tan larga y potente presencia del franquismo impregnó la educación, las costumbres, los criterios. Y así nos vemos ahora con el renacer de la derecha extrema y con unos librepensadores de diseño que ven normal lo que no lo es, con un sector de la sociedad que les incluye aquejado de una preocupante falta de criterio. El franquismo persistente no solo dejó tirados en las cunetas a los muertos de segunda, hasta se mofó de ellos y los sigue manipulando. Prendió mucho más allá de los hechos denunciados, entró en el alma de una parte de España con la intensidad con la que otros lo rechazan, bien es verdad.

Lo peor hoy es la herencia mental. "Estamos hablando de luchar contra la idea de que una nación, una raza (sic), un género o una especie tiene el derecho de dominar sobre otra y hacerlo sin consecuencias", y tomo las palabras del actor norteamericano Joaquim Phoenix al recibir el Oscar por su papel de Joker. Porque la ideología es la misma, y pervive, y se extiende, ante la ceguera nada inocente hasta de opinadores. Es igual, solo que aquí se configura más botijera y cutre si cabe.

Y está en la comprensión con las desigualdades, con los privilegios, con el machismo. Con las pautas que inclinan a no rebelarse ante la injusticia, y a tener miedo. La mujer fue convertida en un ser débil mental precisado de la tutela de un varón y caló de tal forma que la ultraderecha actual dice añorar el presunto paraíso en el que las mujeres se dedicaban solo a los hijos, gozaban todos de tres meses de vacaciones y de pisos baratos y todo tipo de comodidades. ¿Dónde estaba esta gente que no se enteró de lo que sucedía? ¿No vio siquiera películas que lograron pasar la censura como el Plácido de Berlanga? De ahí que un ideólogo de la derecha diga —en una tertulia, cómo no— que 10 mujeres asesinadas por sus parejas en un mes es "una casualidad estadística". Casualidad que no se da con los hombres, por poner el caso.

Estamos viendo defender la libertad de expresión a algunos que genéticamente la rechazan y la impiden cuanto pueden. Vuelven a salir los estereotipos de motivaciones ideológicas que cargan —ideológicamente— contra enemigos políticos, con virulencia que se pertrecha de mentiras o medias verdades para sustentarse.
La apología del fascismo recibe la condena del Tribunal Internacional de Derechos Humanos. Porque contra ellos atenta. No metan en la cazuela otros ingredientes que distraen. Alemania persiguió y prohibió el nazismo porque lo sufrió en sus carnes y lo mandó a herir las carnes de los europeos, por la tibieza de quienes no los vieron venir. No mezclen. España lo que sufrió fue el franquismo y esas secuelas que continúan. No sumen peras y manzanas con ETA, con el comunismo o con cualquier otra cosa. Lo que sufrió España fue un golpe de Estado fascista, una guerra, una larga dictadura ha dejado terribles secuelas en los criterios y una herencia ética pavorosa.

Difícilmente la derecha en el gobierno condenaría la apología del franquismo, no insulten nuestra inteligencia. Recuerden, por favor, casi por piedad, el diferente trato que ha tenido con lo que quieren homologar. Aquellos titiriteros encarcelados de forma sumarísima, sin acabar casi de desmontar el escenario, por sacar un cartel que decía 'Gora Alka-ETA' como una parodia crítica, al ser considerado enaltecimiento del terrorismo. En España hay quien mira con la suciedad de su retina. Por contra, ataques de la ultraderecha como el perpetrado contra un acto en la librería Blanquerna en Madrid siguen en un limbo que al parecer no implica ingreso en cárcel. Y es que el franquismo impregna, no solo una parte de la justicia, sino las costumbres.

Tipificar como delito la apología del franquismo llega simplemente tarde, pero algo hará para quitarnos al menos esa sensación de impunidad insoportable. Hasta de ver cómo se permite y hasta subvenciona su protección. La del franquismo, que se dice pronto. Lo deben. Llega tarde, pero es un principio. En el trabajo para erradicar el franquismo y la "comprensión" que despierta. Desde luego la labor empieza en los colegios. Se ha evitado enseñar nuestra historia, nunca hay tiempo, dicen, no la conocen. De ahí quizás que personas adultas evalúen aquella etapa y ésta con tal frivolidad.

Enseñar nuestra historia. Y a pensar, a razonar, a separar lo importante de lo accesorio, a fomentar el espíritu crítico que se hace preguntas y cuestiona respuestas hasta llegar a conclusiones personales honestas con uno mismo. En los colegios, en los hogares, en los medios. Ésa fue y es la peor herencia del franquismo y la más difícil de erradicar: que fomenta la apología de la estupidez y la ignorancia.

https://www.eldiario.es/zonacritica/Apologia-franquismo-apologia-estupidez_6_994660554.html

"Parásitos", por Javier Gallego


Parásitos
Javier Gallego. El diario, 10/02/2020


El PSOE ha anunciado que incluirá la apología de la dictadura en el Código Penal. Es un trampantojo. Una forma de condenar a la dictadura sin condenar a los franquistas. Resulta paradójico que sea delito la exaltación del franquismo pero no el propio franquismo. Persigues a los exaltados para no perseguir a los criminales

En España nos podrían dar el Oscar por los parásitos del franquismo que pululan por las cloacas, los salones y los despachos. La estatuilla al Mejor Torturador sería para Billy El Niño, que tiene dividido al Gobierno. Podemos quiere solucionar esta semana el bochorno de la anterior en la que votó con el PSOE y la derecha en contra de hacer público el expediente del verdugo franquista. Se lió tan parda que tuvieron que rectificar y decir que había sido un error vergonzoso. No fue error sino cesión, pero al menos esta vez, pudo más la presión social que la coalición gubernamental.

Para enmendarlo, Iglesias ha solicitado un informe jurídico que avala la publicación del expediente, por otra parte expuesto a la luz por eldiario.es, que deja al descubierto que siguieron premiándole por perseguir comunistas después de muerto Franco. El torturador tiene cuatro condecoraciones, concedidas entre 1972 y 1982, por las que su pensión ha aumentado un 50%. Los socialistas aún no se las han retirado como prometieron. Ocultar su actividad como funcionario público no protege su intimidad sino la complicidad de la Transición con la impunidad de la dictadura.

El Régimen aún parasita nuestra democracia en todas las instancias, por eso es imposible juzgarle por sus crímenes 80 años después. A cambio, el PSOE ha anunciado que incluirá la apología de la dictadura en el Código Penal. Es un trampantojo. Una forma de condenar a la dictadura sin condenar a los franquistas. Resulta paradójico que sea delito la exaltación del franquismo pero no el propio franquismo. Persigues a los exaltados para no perseguir a los criminales. Como la Ley de Memoria Histórica, se intenta contentar a las víctimas y a la izquierda mientras los verdugos quedan impunes.

Por más que me moleste que se elogie a un golpista genocida como Franco, no soy de prohibir la libertad de expresión ni siquiera de quienes quieren acabar con ella. Mientras todo lo que hagan sea hablar, no me parecen más peligrosos para la democracia que mucho de lo que se ve cada día en las pantallas. Lo que sí creo que hay que proteger es a las víctimas del franquismo frente a quienes insulten gravemente su memoria o traten de humillarlas. Más que la defensa de Franco, penaría el ataque a sus víctimas (a veces, puede ser lo mismo, lo sé).

Pero eso no nos previene del fascismo porque me temo que el Código Penal no enseña Historia. En Italia y Alemania tienen delitos similares contra fascistas y nazis y eso que no les ha impedido expresarse, resurgir, incluso llegar al Parlamento. Como hemos visto con tuiteros y titiriteros, las penas por exaltación valen más para restringir libertades que para restringir el fascismo. Por querer fortalecer la democracia se puede debilitar uno de sus pilares. Ojo ahí.

Si lo que se quiere es hacer Justicia con el franquismo y sus víctimas, hay que juzgar a los criminales que siguen vivos, enseñar cuáles fueron sus crímenes, quitarles los honores y acabar con las subvenciones a sus asociaciones. Ese es el ingente trabajo que hay que hacer y no se ha hecho. Educación y reparación. Acaben con la Ley de Amnistía, enseñen los crímenes de la dictadura en las escuelas, empiecen a despulgar. Entonces el franquismo dejará de ser el parásito que mata a esta democracia por dentro.

https://www.eldiario.es/carnecruda/lo-llevamos-crudo/Parasitos_6_994310603.html

miércoles, 12 de febrero de 2020

Las fosas del franquismo: Qué y para qué




Las fosas del franquismo: Qué y para qué
Cuarto Poder, 12 de Febrero de 2020

Arturo Peinado Cano. @apces
Presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria.


Cada vez que alguien oye hablar de la recuperación de la memoria histórica, identifica casi automáticamente este concepto con la exhumación de fosas comunes del franquismo. No sólo se debe al impacto social que las imágenes de dichas exhumaciones causan, también a la imagen simplificada que los medios de comunicación trasmiten habitualmente sobre el sentido y los objetivos del movimiento social por la recuperación de la memoria. Pero ni las organizaciones memorialistas y de víctimas del franquismo nos dedicamos exclusivamente a realizar exhumaciones, ni el fenómeno es tan simple como se nos presenta.
La Federación Estatal de Foros por la Memoria realizó una quincena de exhumaciones de fosas comunes del franquismo en diferentes comunidades autónomas, entre 2003 y 2012. Todas se llevaron a cabo por profesionales de diversas disciplinas como trabajo militante no remunerado,  y en cada una de ellas presentamos denuncia ante el juzgado natural. Es decir, exigiendo la implicación de la Justicia en la exhumación conforme dispone la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y en consonancia con lo establecido por el derecho penal internacional de los derechos humanos, dado que, hasta ahora, cuando en España aparecen restos humanos que se supone corresponden a víctimas del franquismo, ningún juez se persona ni se abre un procedimiento.
Invariablemente la respuesta que hemos recibido ha sido el archivo de las denuncias (inmediatamente recurridas por nuestra parte) sin abrir una investigación, argumentando la primacía del derecho interno sobre el internacional, la prescripción del delito, y en todo caso, aplicando la Ley de Amnistía de 1977. Eso era lo que pasaba hasta 2012. Posteriormente, en las dos últimas exhumaciones que llevamos a cabo (en Guadalajara y Málaga), las denuncias se archivaron en aplicación de la Ley de Memoria Histórica de 2007. La sentencia de 2012 del Tribunal Supremo que absolvió al exjuez Garzón, dejó claro que la vía de la Justicia quedaba cerrada para las víctimas del franquismo.
La única excepción había sido, hasta ahora, el Juzgado de Almazán (Soria), en el caso de tres fosas del franquismo exhumadas en los últimos años por la Asociación soriana Recuerdo y Dignidad, en las que la juez ordenó investigar lo sucedido y buscar a los responsables (archivando el caso sólo después de que se certificase el fallecimiento de los posibles ejecutores), así como la apertura de diligencias para la identificación de las víctimas. El pasado 30 de Octubre, la juez libró un oficio para que los restos óseos de la última exhumación, asegurando la cadena de custodia, fuesen remitidos al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid en vistas a una posible identificación. Pero el 30 de diciembre, un nuevo juez archivó por sorpresa la causa sobre los desaparecidos, dejando en el limbo las pruebas biológicas ya ordenadas, que tenían como objeto determinar si los restos hallados tras la exhumación se correspondían con las personas cuya desaparición se denunció. La resolución se comunicó un viernes después de Navidad, con el perentorio plazo de tres días para recurrir.
Cuando se busca a las víctimas se acaba preguntando por los verdugos. La Ley de memoria niega explícitamente el derecho a la Justicia de las víctimas y de sus familias, y además opta por privatizar y externalizar la gestión de las exhumaciones, subvencionando a familias, asociaciones y profesionales. Hoy, las víctimas del franquismo continúan siendo tratadas como una excepción por el Estado, que no reconoce su existencia y las mantiene en un limbo jurídico al que no se aplican los procedimientos habituales de la Justicia. Miles de personas ejecutadas extrajudicialmente y hechas desaparecer por la fuerza, reciben el trato de restos arqueológicos, en vez de víctimas de graves agresiones a los derechos humanos.
Una fosa común del franquismo constituye, antes que cualquier otra cosa, un conjunto de pruebas de crímenes. Por tanto, el modelo de exhumación no judicializada que se ha impuesto implica deshacerse poco a poco del “problema” haciendo permanente y definitiva la impunidad de los crímenes.
Lamentablemente comprobamos que la actual proliferación de legislación autonómica sobre memoria histórica y fosas comunes, al insistir en legislar sobre la intervención en exhumaciones cuando no se tiene competencia sobre Justicia, persevera en líneas generales en el modelo privatizador y extrajudicial de exhumaciones.
Cuando hablamos de fosas comunes del franquismo nos referimos esencialmente a inhumaciones ilegales y clandestinas, llevadas a cabo en cunetas, tapias de cementerios, parajes alejados de población, etc…  con el fin de hacer desaparecer pruebas de ejecuciones extrajudiciales y, en consecuencia, la desaparición forzada de las víctimas, lo que constituye un crimen contra la humanidad de carácter permanente e imprescriptible. Desde las principales organizaciones de derechos humanos y los organismos de Naciones Unidas en la materia, se ha señalado que hasta que no se produce una identificación positiva estas personas continúan desaparecidas, por lo que no cabe aplicar la prescripción, que tampoco se pueden contemplar como crímenes aislados, y que se debe anular o modificar la Ley de Amnistía para poder perseguir esos crímenes.
Actualmente las causas que se abren en España a partir de una denuncia se cierran al considerar los asesinatos generados por el alzamiento militar de 1936, como asesinatos aislados, en lugar de contemplarlos, lo que está historiográficamente demostrado, como parte de un plan de exterminio del enemigo político. La planificación, la premeditación, la organización de los crímenes por un aparato del Estado, por sus fuerzas coercitivas, u organizaciones paraestatales, es lo que diferencia los asesinatos comunes de los crímenes de guerra y contra la Humanidad.
Lamentablemente constatamos que la solución que propugna el Estado al problema de las fosas comunes pasa por circunscribir las exhumaciones al ámbito estrictamente personal  y familiar, ajeno a otras consideraciones. Se niega a los familiares el reconocimiento  y el derecho a la justicia, y se utiliza su dolor y el legítimo derecho a la recuperación de los restos del familiar asesinado, haciéndoles creer que hacer justicia consiste exclusivamente en devolverles unos restos mortales que fueron mal  enterrados, y que eso es todo lo que deben esperar.
Entendemos perfectamente las urgencias y las necesidades de los familiares de las víctimas (en primer lugar porque nosotros/as también lo somos), pero debemos tener presente que en una exhumación se dan las siguientes circunstancias:
1.       Que la identificación de todos los restos no siempre es técnicamente posible. Se habla de una media de un 10% de identificaciones.
2.       Que los familiares promotores de la exhumación no tienen derecho legal sobre los restos hasta que no se produce una identificación positiva, antropológica o mediante ADN.
3.       Cada exhumación afecta inevitablemente a la totalidad de los enterrados en la fosa, lo que supone una vulneración de derechos de las víctimas no reclamadas por sus familias, y de las que no pueden ser identificadas. Muchas víctimas no tienen familias que reclamen sus restos al haber sido asesinados antes de tener descendencia, o no están interesadas. Obviamente, aquí hay una responsabilidad del Estado sobre los restos exhumados no reclamados que no puede trasladarse a las asociaciones o a otros familiares.
4.       Que las víctimas que exhumamos tienen derechos, reconocidos por protocolos internacionales, y que estos están por encima de los derechos de familiares, asociaciones o administración en aspectos que afectan a su propia dignidad, como el respeto a sus creencias, lo que implica la presencia y uso de los ritos y símbolos que les fueron propios, durante los procesos de exhumación y enterramiento posterior. En particular debemos denunciar el tratamiento morboso que se da en muchos casos a las imágenes de las víctimas del franquismo exhumadas, y que por supuesto es inconcebible cuando se trata de cualquier otro tipo de víctimas.
Que las pruebas de delito obtenidas durante los trabajos de exhumación sean judicialmente válidas y puedan ser utilizadas en un procedimiento penal, no depende de la capacitación, por lo general muy alta, de los profesionales que realizan  las exhumaciones, sino de que todo el proceso esté sujeto a una certificación judicial que encuadre la exhumación desde el principio dentro de un procedimiento legal, e imposibilite la destrucción de la cadena de custodia.
Asimismo se efectúan en algún caso exhumaciones de fosas comunes de cementerios de otro tipo de víctimas, fusilados tras las sentencias de los Consejos de guerra. No se trata de desaparecidos: esas víctimas nombre y apellidos, expedientes carcelarios, sentencia, partes de ejecución, registro de entrada en el cementerio… la exhumación se rige aquí por los respectivos reglamentos y ordenanzas municipales de cementerios. Realmente se trata de un traslado de restos para su entrega a los familiares, por cuanto las pruebas documentales hacen innecesarias las forenses como elemento probatorio. En este caso, al derecho a la Verdad de las familias y de la sociedad no se accede necesariamente con la exhumación. Es más, la destrucción irreversible de la fosa como lugar de memoria puede conseguir el resultado opuesto.
En nuestra opinión, el papel en este caso tanto de las asociaciones memorialistas como de las administraciones, debería limitarse a la constitución de un espacio estable de memoria que explique las causas y el sentido de su muerte, y establecer una dinámica de homenajes periódicos con presencia oficial de representantes institucionales. Y por supuesto, seguir exigiendo la anulación de todas las sentencias dictadas por los tribunales y consejos de guerra franquistas.
Hemos visto estos últimos años cómo se pretende, por instituciones y asociaciones, hacer pasar unas exhumaciones administrativas (un mero traslado de restos) por exhumaciones judicializadas. De igual modo defienden que las pruebas de crímenes obtenidas en las exhumaciones que realizan son judicialmente válidas, a pesar de la evidente inexistencia de certificación judicial del procedimiento, y de que la cadena de custodia de las pruebas durante el proceso es ajena a cualquier procedimiento judicial. Coinciden con empresas y fundaciones, que tras la retórica justificativa cientificista y pretendidamente humanitaria, utilizan el dolor y la impaciencia de las familias en su beneficio, defendiendo intereses profesionales, concibiendo la exhumación de fosas comunes del franquismo como un nicho de empleo, o una oportunidad de “emprendimiento”. Y por supuesto, justificando la renuncia a la judicialización del procedimiento y la celebración de homenajes políticos a las víctimas.
En los últimos tiempos hemos visto de todo en algunas exhumaciones: crowdfunding, sponsores comerciales y publicidad, cobros a las familias, instituciones promoviendo excavaciones como campamentos de verano financiados con la matrícula de los estudiantes… Todo muy posmoderno y muy neoliberal. Imagino lo que pensarían de ello las víctimas que se desentierran.
Casos como exhumaciones en los cementerios de Guadalajara o Talavera, y los proyectos de actuar en fosas comunes de fusilados  tras sentencias de consejos de guerra, a partir de la iniciativa de una familia o grupo de familiares, implican el serio peligro de hacer el trabajo sucio a los defensores de perpetuar la impunidad, facilitando la destrucción de lugares de memoria de la represión franquista.
La derecha, contraria habitualmente a la recuperación de la memoria antifranquista, no se opone en muchos lugares a las exhumaciones si estas son despolitizadas, y si además suponen una destrucción de lugares de memoria que en muchos casos beneficia económicamente al propietario del terreno (particular o institucional) liberando el mismo para otros usos. De paso se destruye la memoria y se impide definitivamente que se haga justicia.
Se pretende que se desentierren los restos de nuestras compañeras y nuestros compañeros enterrando definitivamente la Justicia, la Verdad y la Memoria, mediante la ocultación a la sociedad del significado real de las exhumaciones, circunscribiéndolas a actos privados formalmente humanitarios. Un entierro “digno”, no recupera necesariamente la dignidad de las víctimas, ni les hace Justicia.
EL PSOE presentó el pasado 24 de Enero una proposición de Ley de Memoria Histórica y Democrática, que si bien supone un avance en el tema de las fosas del franquismo, no cuestiona el modelo de impunidad de los crímenes, ni garantiza el acceso de las familias y de la sociedad española a la Justicia. Establece la responsabilidad de la Administración General del Estado en las exhumaciones, y el desarrollo de planes cuatrienales para la exhumación de fosas. Como Federación, demandamos a los poderes judiciales y al Estado que asuman sus obligaciones, y elaboren un plan de exhumaciones para llevar a cabo todas las que sean técnicamente viables, pero siempre judicializadas y llevadas a cabo por parte de un juzgado o fiscalía especializada, dentro de un procedimiento por el tipo penal de crímenes contra la humanidad.
Según las noticias que se van conociendo, se prevé que en el Proyecto de Presupuestos generales del Estado para 2021, se va a dedicar para memoria más dinero que en todos los presupuestos de Rodríguez Zapatero, y que se van a aplicar mayoritariamente a la exhumación de fosas comunes. Constituye la gran oportunidad que estaban esperando algunas asociaciones, empresas y profesionales, que llevan años pidiendo financiación (pública y/o privada) para llevar a cabo las exhumaciones.
La posición de nuestra Federación, compartida con otras asociaciones memorialistas y de víctimas, y con organizaciones de derechos humanos, es que debemos seguir actuando con firmeza para impedir que se perpetúe el modelo español de impunidad. Si no se producen previamente los cambios legislativos indispensables, llevar a cabo exhumaciones extrajudiciales implicará la destrucción irreversible de pruebas de crímenes contra la Humanidad, y supondrá el triunfo final del franquismo al hacer definitivos sus designios: la desaparición física de sus enemigos, su eliminación de la historia y la impunidad de los victimarios.
La pervivencia de las fosas comunes del franquismo, 44 años después de la muerte física del dictador,  constituye una denuncia permanente del trato que la democracia española da a docenas de miles de sus mejores ciudadanos, manteniendo el castigo post mortem diseñado por sus verdugos para ellos y sus familias, sólo porque se atrevieron a soñar que un mundo mejor era posible.