Congreso de los Diputados, viernes 16 de Octubre de 2015
Buenos días. En primer lugar quiero expresa mi agradecimiento
al grupo parlamentario de la Izquierda Plural
que nos ha posibilitado poder hacer este acto en Congreso de los
Diputados. Es para mí un honor representar hoy a la Federación Estatal de Foros
por la Memoria, como parte de la comisión Promotora del Encuentro.
En primer lugar quiero felicitarme
y felicitarnos por esta iniciativa. El movimiento social por la recuperación de la memoria se compone de múltiples organizaciones
de implantación estatal, autonómica, comarcal y local; organizaciones de
víctimas con problemática específica; colectivos vinculados a un lugar de
memoria o a un hecho histórico concreto, y además, cada uno de muy diverso
origen ideológico e histórico. Por tanto que un movimiento tan extenso y plural
busque organizarse para poner en común unas propuestas consensuadas, es una
cuestión de gran mérito por su dificultad y a su vez muestra de generosidad, al buscar
poner por delante lo común y lo esencial, por encima de los intereses y
posicionamientos de cada colectivo. Constatamos además que la convocatoria está
teniendo una buena acogida en redes sociales, por los correos electrónicos que
estamos recibiendo…. Estamos emitiendo también 3 vídeos promocionales que están
obteniendo una muy buen acogida.
Nos marcamos como objetivo fundamental del Encuentro de
mañana el impedir que el tema de la
memoria histórica y los derechos de las víctimas queden fuera de la agenda política en la actual coyuntura
electoral.
Pensamos que el problema de las víctimas del franquismo no es
la existencia de unos jueces intrínsecamente malvados (por mucho que haya
problemas de endogamias y herencias del
franquismo en la formación, etc…), sino que es un problema político que ha de
solucionarse por medio de la política:
Tenemos que empezar por eliminar las trabas jurídicas que
impiden la plasmación de los derechos de las víctimas. Por un lado la ley de Amnistía de 1977, que si bien en su momento pudo tener un
sentido y haber sido incuso una exigencia de las fuerzas democráticas y
rupturistas, posteriormente se ha revelado como el eje central del sistema de
impunidad, tal y como reconocen los organismos internacionales de DDHH
asimilándola a otras leyes de punto final, felizmente suprimidas. Y por otro
lado habrá que eliminar los elementos contrarios al derecho internacional de la
Ley de Memoria de 2007, que explícitamente
niega el reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo y su derecho a
la justicia, y que además, desde la sentencia absolutoria del exjuez Garzón (Sentencia
del T.Supremo 27/02/2012), que se usa para ejercer una coacción sobre los
jueces, y reconduce las reclamaciones de las víctimas exclusivamente a la vía
administrativa.
La impunidad del franquismo y la injusta situación de sus
víctimas es un problema político,
que solamente puede solucionarse a partir de decisiones políticas, y finalmente plasmarse en leyes. Sólo
desde la política puede conseguirse el respeto en el Estado español al DPI de
los DDHH. En consecuencia, exigimos que el Estado Español asuma y cumpla las
recomendaciones del “Informe sobre España del Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones
Forzadas o Involuntarias”, y del “Informe
sobre España del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia,
la reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff”, (ambos
presentados en septiembre de 2014 en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones
Unidas).
La conclusión final que el grupo promotor va a proponer al
Encuentro, es que las múltiples propuestas del plural MSRM, deberían
sistematizarse y plasmarse en la
exigencia de una Ley de Víctimas del franquismo, a elaborar y aprobar en la
próxima legislatura.
El primer objetivo
de una Ley de Víctimas del franquismo sería igualar en los derechos reconocidos a diferentes colectivos de víctimas
de agresiones graves a sus derechos humanos. Coincidimos con el fiscal
Carlos Castresana cuando escribía en junio de 2013:
"...las víctimas del franquismo
tendrían que tener el mismo estatuto jurídico que tienen las víctimas del
terrorismo, ni mejor ni peor, exactamente el mismo. Son víctimas de la
violencia política, y si unas tienen derecho a la memoria y a la justicia y a
la reparación, no veo por qué las otras no"
Una Ley de Víctimas del franquismo debería partir del
reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo, y posteriormente
garantizar la aplicación a las mismas de los derechos a la Verdad, a la
Justicia y a la Reparación, tal y como se definen por la ONU, conforme al
Derecho Penal internacional de los Derechos Humanos. La impunidad del
franquismo vigente en el estado español, no sólo ha seguido preservando hasta
el día de hoy la impunidad penal de los verdugos, sino que ha implicado el no
reconocimiento jurídico y político de las víctimas, y en consecuencia, la
negación a todos los efectos de sus derechos a la Verdad, la Justicia y a
cualquier forma de Reparación material y simbólica.
Una Ley de Víctimas del franquismo vendría a solventar definitivamente el agravio
comparativo que se ha venido produciendo sobre las víctimas del franquismo
con respecto a otros colectivos de víctimas que sí han tenido un reconocimiento
legal, una consideración justa y cuya problemática ha sido atendida por parte
del Estado español. Lo más sangrante es que
el elemento diferenciador entre unos y otros colectivos no es su carácter
de víctimas en sí, conforme a la definición de los organismos internacionales,
sino que lo que les diferencia a todos los efectos es la identidad de los
victimarios.
Esta no pretende ni debería ser una ley de víctimas de la
guerra civil en general. En primer lugar porque la equidistancia y la
igualación entre quienes defendieron la democracia y quienes la agredieron
debería ser éticamente inaceptable por una sociedad democrática. Pero sobre
todo, porque el trato proporcionado a unas víctimas y a otras por parte del
Estado español, tanto en dictadura como en democracia, ha sido con respecto a
las víctimas del franquismo abrumadoramente injusto y discriminatorio.
Uno de los objetivos fundamentales de una Ley de Víctimas del
franquismo debe ser corregir tan enorme
injusticia y desagraviar en lo posible, tras el tiempo transcurrido, a las
víctimas de tanta ignominia. Y no sólo por las víctimas: la pervivencia de una
situación tan injusta, 40 años después de la muerte física del dictador, como
la existencia de miles de fosas comunes clandestinas (no olvidemos que la
desaparición forzada es un delito de
carácter permanente) pone en cuestión la vigencia real del Estado de derecho en
España, y de paso, la imagen real de eso que se ha dado en llamar “Marca
España”.
Convencidos de que Sin Justicia no hay democracia, y que sin
memoria no hay cambio, a partir del Encuentro de mañana, el movimiento social por la recuperación de la memoria, amplio y
plural, pondrá su propuesta encima de la mesa de las fuerzas políticas, y ante
el conjunto de la sociedad, y las respaldará con movilizaciones en la calle, en
los medios y en las redes sociales.