Últimamente
se está haciendo muy popular una fotografía en la que aparecen esperando el
autobús, al finalizar una manifestación del 1º de mayo en Madrid, tres
personas. Josefina y Marcelino son sobradamente conocidos, pero creo de
justicia que se conozca un poco al compañero que aparece sentado junto a ellos.
Se
llamaba Ignacio López Maroto y falleció en 2007. Madrileño de Cuatro Caminos,
en julio de 1936 se incorporó junto a su hermano, ocultando que sólo tenía 15
años, a una columna miliciana de la Juventud Socialista Unificada que se
trasladó al puerto de Guadarrama para impedir el paso de los fascistas que
avanzaban desde Castilla.
Posteriormente
participó en algunas de las más importantes batallas de la contienda, en
unidades del Ejército Popular de la República, compuestas por militantes de la
JSU. El final de la guerra le sorprendió en Cartagena, donde tuvo un papel
protagonista en la derrota de la sublevación casadista de la base naval. Con la
última nave de la flota republicana que salió de Cartagena, se exilió a
Argelia.
Tras
la derrota francesa frente a la Alemania nazi fue detenido en Argel por el
régimen colaboracionista de Vichy, y obligado a trabajar como esclavo en la
construcción del ferrocarril del desierto (el Transahariano), en condiciones
extremas. Nos ha quedado su testimonio impagable en el documental de TVE (2006)
“Cautivos en la arena” (1).
Fue
liberado con la conquista del norte de África por los Aliados, y tras finalizar
la guerra se trasladó a Francia. Inmediatamente se puso a disposición de las
direcciones en el exilio de del PCE y de las Juventudes Comunistas. Con la
misión de reconstruir la dirección de esta última organización en el interior,
pasó a España en 1947 y fue detenido por la policía franquista. (2)
Condenado
a una larga pena, pasó por diferentes cárceles. La mayor parte del tiempo de
prisión lo pasó en Burgos (desde 1949
a 1956). En 2000 cedió su colección de fotografías de la
cárcel de Burgos al Archivo de la Fundación 1º de Mayo de CCOO.
Tras
salir de prisión volvió a Madrid, donde empezó a trabajar de mecánico de automóviles.
Se casó con su compañera Lali, y tuvo dos hijos. Al mismo tiempo se incorporó a
la lucha clandestina como militante del PCE, y participó en la fundación de
CCOO en Madrid.
Tras
su jubilación se incorporó a la dirección de la Federación de Pensionistas de
CCOO, en la que ejerció durante una docena de años como responsable de
Internacional. También formó parte de la dirección de la Federación Europea de Jubilados
y Personas Mayores (FERPA).
Ver
más sobre dicho documental en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=31768