miércoles, 30 de enero de 2013

Viñeta de El Roto. Hoy en El País


"La Infanta Cristina es tonta y analfabeta". Por Lucía Etxebarría


ARTÍCULO CENSURADO DE LUCÍA ETXEBARRÍA SOBRE LA INFANTA.
Publicado en el Blog de Iñaki Anasagasti

Vengo de hablar con mi asesor fiscal, y le explico mi triste situación:

- Oye, verás, es que mi marido creó una sociedad y me puso a mí como administradora, y ahora le reclaman una pasta de Hacienda y me llaman a mí…

- Debería verlo, pero ya te advierto que sí, que te las vas a reclamar a ti. Este… ¿Tú has firmado las cuentas anuales?

- Pues sí, yo firmaba todo lo que él me pasaba.

- Pues entonces lo siento, pero no puedo ayudarte en nada. Tienes que pagar ese dinero.

- Es que parece que ha evadido dinero y que lo puso en una cuenta fantasma en no sé qué paraíso fiscal.

- Eso es delito, ya te estás buscando un abogado, esto es muy serio, puedes acabar en la cárcel.

- Pero es que yo nunca miraba lo que él me daba, yo firmaba y punto, ¿no vale con que mi marido diga que yo no tenía ni idea?

- Ante la ley no, a no ser que tú puedas justificar que eres analfabeta o que no tienes estudios, y no es el caso. Ahora tú eres responsable, porque tú eres la administradora de la empresa.

- ¿De verdad me estás diciendo que no tengo salida?

- Enséñame primero toda la documentación, pero si la situación es como la describes, ya te digo que lo mejor es que te busques un abogado.

Y entonces le digo que le he hecho una pregunta trampa, que en realidad estoy a punto de escribir un artículo y que quiero entender por qué Cristina de Borbón no está imputada. Y entonces mi gestor, señor ultra conservador, votante del PP de toda la vida, me dice:

- Eso, querida, nadie lo entiende.


La Infanta Cristina recibía de Aizoon cada semana entre 600 y 700 euros por unos servicios que no se han llegado a detallar.

La hija del Rey cobraba de la inmobiliaria por la presentación de facturas como si fuera un proveedor más.

La Infanta, según el sumario, ganó en tres años a través de esta empresa no menos de 510.000 euros.

La Infanta tenía que saber que Aizoon no había alquilado ni vendido un piso en su vida.

Aparte, La Infanta Cristina recibía 72.000 euros del Rey y 250.000 de La Caixa en 2004.

La infanta Cristina es directora del Área Social de la Fundación La Caixa, entidad para la que se supone que trabaja, aunque viva en Guachintón y no acuda a oficina ninguna.

Según afirman la fiscalía, el abogado y su marido, la infanta Cristina sufre cierta disminución psíquica o, quizá es analfabeta.

Porque una mujer que firmaba cuentas anuales y presentaba cada semana facturas de 600 euros firmadas por ella misma a una sociedad inmobiliaria que en la vida alquiló o vendió un piso, y no se dio cuenta de que era una tapadera fiscal, no está, evidentemente, en pleno uso de sus capacidades. O quizá no sabe leer.

Si la infanta Cristina es disminuida psíquica o analfabeta – como afirman su marido, el abogado de su marido y la fiscalía anticorrupción – que alguien me explique a santo de qué es Directora del Área Social de la Caixa y por qué cobra 250.000 euros anuales por un trabajo que, está claro, no está en condiciones de realizar.

Según su abogado, y según su propia declaración, el cociente intelectual de Iñaki Urdangarín debe rondar los 70 puntos dado que firmaba papeles que le incriminaban pero él no tenía ni idea de lo que firmaba. Y además, tiene un problema cognitivo muy serio porque no recuerda prácticamente nada de lo que hizo hace dos años.

Por cierto, Iñaki es sordo o eso alegó cuando se libró de la mili.

Si Iñaki Urdangarín es bobo y no tiene siquiera acabada la carrera de empresariales, aparte de tener un serio problema cognitivo, que alguien me explique por qué trabaja en Telefónica con un sueldo de 1,4 millones de euros anuales y por qué Telefónica le paga su mansión en Guachintón, los colegios de los niños y los viajes a España. O sea, en total, dos millones de euros anuales.

Si Iñaki Urdangarín es más corto el pelo de Sinéad O´Connor, como según él mismo se presenta, y tiene un serio problema cognitivo de ubicación en el espacio-tiempo, no me explico por qué se le pudieron conceder 17 MILLONES DE EUROS del erario público por la cara sin necesidad de que se presentara a Concurso Público alguno.

Y en fin, si Iñaki Urdangarín ha reconocido el propio Rey le pidió a César Alierta en su momento que alejara a su yerno de España y del escándalo que se avecinaba, nos está diciendo que tanto el Rey como el Presidente de Telefónica son culpables de haber encubierto un delito.

El argumento de “nos sale más barato tener Familia Real que un presidente de la República” no se sostiene dado que el mantenimiento de la tal Familia nos sale a todos los españoles por un pico:

- Los Presupuestos detallan un gasto de 25 millones, pero mantienen en secreto las partidas que pagan los ministerios de Hacienda, Interior y Defensa. A ello hay que sumar 34 millones para conservación de palacios y jardines.
- Por cierto: se consumieron en el ejercicio 2010-2011 unos 8,5 millones de kilovatios por hora de electricidad y otros 27 millones de gas, así como 0,2 millones de litros de agua. Se recibieron unas 700.000 llamadas telefónicas y se ingresaron hasta 1,8 millones de euros por la venta de un helicóptero que estaba en leasing. Se gastaron  unos 120.000 euros en limpiar candelabros, otros 16.800 en instalar un sistema para proteger las botellas de vino de las bodegas de palacio y otros 550.000 en una sala privada de cine… Para que os hagáis una idea.

Pero incluso si se sostuviera ese argumento de “La Monarquía nos sale muy barata” (que no se sostiene por parte alguna)…

- Díganme ustedes si es moral que tengamos que mantener los dispendios de unos señores entre todos solo porque nacieron en un sitio y no en otro…

- Cuando tenemos un Rey que por lo visto encubre delitos y cuya fortuna de 1.790 millones de euros nos resulta cuanto menos sospechosa dado que siempre nos han contado que la familia española carecía de recursos económicos propios, que durante el exilio sobrevivieron gracias a la ayuda de las familias monárquicas y que tras la coronación de Juan Carlos I, los Borbones se mantenían con fondos del erario público y eran un ejemplo de austeridad en comparación con otras casas reales.

- Cuando la hija mayor, Elena, cae mal a todo el mundo, es famosa por su mala leche y no nos representa en ninguna parte.

- Cuando su hija menor, Cristina, según nos cuenta su propio marido, el abogado y la Fiscalía Anticorrupción, ronda el cociente intelectual de una niña de dos años, dado que ni siquiera es capaz de leer lo que firma y se ha casado con un señor que se reconoce a sí mismo también como un débil mental, a quien le engañan con un dos de pipas.

- Cuando su hijo el Príncipe ni cae ni bien ni mal sino todo lo contrario, pero fama de listo no tiene precisamente.

- Y cuando resulta que la única que cae bien de la Familia (pero que no lleva sangre de la familia) parece que lleva tiempo enferma, pero nadie nos lo quiere confirmar.

- Y cuando nos han dejado claro que por ser quienes son les colocan en puestos para los que no están ni de lejos capacitados y les regalan dinero del erario público en cantidades bochornosas sin que tengan que pasar por concurso público ninguno.

La Infanta Elena cobra 200.000 euros anuales por “en España de integrar laboralmente a personas discapacitadas y niños con problemas de exclusión”. ¿No habrá personas con más formación y con salarios más económicos para este empleo? ¿Qué sabrá la infanta de integrar laboralmente a personas discapacitadas que no sean miembros de la realeza?

O sea, que les tenemos que mantener porque tienen unas niñas muy monas que quedan muy bien en las fotos. Y no porque nos salgan más baratos que una República, porque resulta que nos salen carísimos. Pues resulta que yo tengo una niña preciosa y fotogénica y mis impuestos al día. Dado lo cual, me postulo para Reina, Princesa o Infanta ya mismo.

Y todavía no he acabado la diatriba, que conste…

Lista de las facturas personales que constan en el sumario del caso Noos o…


EN ESTO SE GASTA LA INFANTA LOS IMPUESTOS DE LOS ESPAÑOLES:

- gastos de los móviles de la familia: 16.000 euros en cinco años (llamaban a Pekín cada tarde o qué);

- alquileres de coches: 48.000 euros;

- catering de comida japonesa para una fiesta: 5.000 euros;

- acondicionamiento de la bodega del palacete de Pedralbes: 30.000 euros, compras de partidas de vino de Baigorri (6.500);

- más de 6.000 euros por estancias en hoteles de Roma, África y Estados Unidos;

- 2.114 euros de vuelos entre Minneapolis y Baltimore;

- una vajilla de 1.741 euros y compras personales de la propia Cristina de Borbón;

Y no sigo con toda la lista porque el sumario tiene 4.000 folios.

Todo esto, claro, pagado con dinero público, y no precisamente el dinero que España paga al Rey “para el mantenimiento de su casa y su familia”.

http://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2012/03/art%C3%ADculo-censurado-de-luc%C3%ADa-etxebarr%C3%ADa-sobre-la-infanta.html

miércoles, 16 de enero de 2013

Una cita de Bertolt Brecht



"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el coste de la vida, el precio de las alubias, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. 

El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".

jueves, 10 de enero de 2013

"Regreso al pasado: el testamento de la generación de la Transición", por Iñigo Sáenz de Ugarte


Regreso al pasado: el testamento de la generación de la Transición

Iñigo Sáenz de Ugarte . El Diario.es, 09/01/2013 

En un ejemplo clásico del si no quieres caldo, toma tres calderos a rebosar, TVE ofreció el 4 de enero un programa doble en el que el plato principal (la entrevista al rey) era sólo el insípido aperitivo antes del documental político más revelador que se ha visto en mucho tiempo en una televisión española. Un numeroso grupo de "personalidades" de la vida pública armaron con sus respuestas un retrato de su generación y de la Transición a la democracia que deja patente por qué España es lo que es ahora y por qué no va a cambiar. Hay gente con poder que no está dispuesta a que eso ocurra y, de no mediar un shock politraumático, de momento llevan las de ganar.

Se suele decir que la historia la escriben los vencedores. Por alguna razón, TVE creyó necesario recordárnoslo.

Muchas de las respuestas eran previsibles. Las hemos escuchado durante años: reconciliación, diálogo, sacrificio, convivencia... conceptos en general positivos, pero que se utilizaron durante la Transición para circunscribir el debate democrático sobre límites muy estrictos. Más allá de ese muro rodeado de alambre de espino no estaba un futuro repleto de errores, sino el pasado. No la vuelta a una dictadura más o menos modernizada, sino el abismo de la guerra civil ocurrida en los años 30.

Era en cierto modo el triunfo del discurso con el que el franquismo había legitimado su gobierno: lo que llamó los "25 años de paz". Los españoles ya no se mataban entre ellos era el concepto que la dictadura rentabilizó de sobra. Democracia orgánica, sindicalismo vertical y otras ideas absurdas eran sólo la jerga indescifrable de los discursos. La anestesia social se producía en realidad por esa paz y todo lo demás derivaba de ella.

El que durante el franquismo esa paz tuviera su origen en la victoria (sobre la antiEspaña) y en la democracia hubiera que recurrir a la reconciliación no es una diferencia menor, pero al final se remite a lo mismo. El sistema, antes y ahora, se legitimaba porque impedía a los españoles matarse entre ellos, nos cuentan los teóricos de la Transición, en una visión de la realidad nacional que no tiene nada que envidiar a los tópicos alimentados por Prosper Mérimée y otros despistados visitantes extranjeros del siglo XIX: la sangre caliente de los españoles, la navaja en la liga y los duelos de honor. No había desarrollo económico ni evolución sociológica que podía anular el axioma. Salvad a los españoles de sí mismos o de lo contrario correrá la sangre. El Alfredo Landa que se extasiaba desde su seiscientos ante la visión de las suecas no tardaría en coger un fusil a nada que tuviera la oportunidad.

"No más guerra", decía en el programa Luis del Olmo que decían sus padres. "Para mi generación, lo fundamental fue conseguir la reconciliación entre los hijos de los vencedores y los hijos de los vencidos", argumentaba Juan Luis Cebrián. Lo que vendría después ya se vería.

Por cierto, no prestaron mucha atención a lo que dijo Adolfo Suárez en su célebre frase: "Elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es plenamente normal". Pero, claro, Suárez sólo era el tecnócrata del régimen con pocas ideas y mucho valor del que se deshicieron muy pronto. La derecha lo consideraba un traidor. La izquierda lo veía como un advenedizo que le podía robar base social. El rey se hartó de que no le hiciera caso. Quizá una de las grandes aportaciones de Suárez no mencionadas para la democracia fue dejar claro al monarca que debía olvidarse de sus aspiraciones de gobernar desde el palacio.

En su autoelogio constante, la generación de la transición tenía que insistir en que era posible otra guerra civil. Por tanto, con el fin de conjurar esa amenaza era imprescindible callar ciertas cosas, renunciar a otras, en definitiva, sacrificarse. Y después de eso, ponerse la medalla. 
Ahora que el país sufre una crisis económica mucho mayor que entonces –aunque sólo sea porque es más duro perder algo que has tenido que no haberlo tenido nunca–, el mensaje de los gobernantes no es muy distinto. Se pierden derechos sociales, pero resulta imprescindible en aras del sacrificio y la modernización. Fuera del muro, no hay esperanza.

Lo que llama la atención de las respuestas de los entrevistados es en lo poco que se diferencian entre sí los representantes de la derecha y la izquierda moderadas (los radicales, sean quienes sean, no estaban invitados a la fiesta de cumpleaños). Los presidentes de BBVA y Telefónica comentan orgullosos que la Transición ha sido "ejemplar", que su generación "ha modernizado este país", y que gracias a ello está entre los mejores del mundo. Iñaki Gabilondo tiene un mensaje para los que se quejan: "Los años de prosperidad han dado una falsa noticia sobre lo que es el futuro" a las generaciones más jóvenes. ¿Indignados? "No está pasando nada catastrófico. Está pasando la vida", advierte Gabilondo. Y la vida exige sacrificio.
También consiste en coger la maleta y huir al extranjero para encontrar un empleo que te dé de comer, según Eduardo Punset. "Cuando hablo con los jóvenes que se van (al extranjero) un poco enfadado y tristes, les digo ¿de qué estáis tristes? En el año 59, ya se hizo eso". Quizá tengan que alegrarse de que la maleta que arrastran esta vez no es de cartón. Y tiene ruedas.

En el colmo de la ironía, es un periodista reaccionario como Luis María Ansón el que admite que algo falla cuando "una parte sustancial de esas nuevas generaciones se manifiesta de forma indiferente a la situación política y otra parte no desdeñable se manifiesta indignada". Podría pasar por una actualización del mito de las dos Españas: en esta ocasión tenemos la España que va al fútbol y la España que protesta en la calle. 
Es cierto que en el programa personas como Josefina Molina y Lola Herrera –nada que ver con la política y el periodismo– lamentan lo que está ocurriendo: la democracia peligra porque muchos avances pueden evaporarse, dice Molina, o nadie escucha a los jóvenes aunque tengan mucho que decir, en palabras de Herrera.

Pero la impresión general es que los entrevistados no aceptan que haya un pecado original en lo que han hecho, y sólo algunos admiten unas pocas consecuencias no deseadas. Esa Constitución –que Nuria Espert llama "biblia"– hizo posible un sistema de partidos cerrado y clientelar, una estructura autonómica que se ha superpuesto a las instituciones públicas del Estado centralista anterior sin sustituirlas, y una economía ahora hundida sin reformas estructurales y en la que el Gobierno presta los servicios pertinentes a las grandes empresas.

Todo eso es producto de una determinada Constitución y una determinada forma de hacer política. Aparentemente, nada tiene que ver con lo que se hizo en la Transición.
Es inevitable poner en relación el programa televisivo con algunos llamamientos hechos en los últimos meses para forzar una acuerdo básico entre el PP y el PSOE. Con mayoría absoluta, el Gobierno no tiene muchos incentivos para ceder poder a un socio, pero no ha dejado de insistir en lo importante en que los demás partidos apoyen las grandes decisiones sobre la austeridad por patriotismo. El País clamó por un acuerdo básico en la línea del interés por el consenso que se supone a Rubalcaba, que no hay pacto al que no le haga asco.. Las palabras clave son "nuevos Pactos de la Moncloa" y se pasan a pasear de vez en cuando.

También en relación al desafío independentista de los nacionalistas catalanes, se agita la misma bandera: un consenso básico entre las dos grandes fuerzas políticas. La fuerza de los números hará el resto.
Ante cualquier crisis, la generación de la transición sólo tiene una respuesta: poner las caravanas en círculo para defenderse de los apaches que atacan. Modernización, consenso, Constitución intocable y Martín Villa en algún puesto importante.

El testamento de esa generación aspira a convertirse en la partida de nacimiento de lo que venga luego.



viernes, 4 de enero de 2013

"Cabalgatas y luchas vecinales (con Baltasar en un CIE)", por Isaac Rosa



Cabalgatas y luchas vecinales (con Baltasar en un CIE)
Isaac Rosa

El Diario, 03/01/2013

Déjenme que les cuente una historia de los Reyes Magos y de mi barrio, que puede parecer menor en comparación con todo lo que tenemos encima, pero que quizás sirva para entender cómo hemos llegado hasta aquí, y hasta tiene moraleja aprovechable para los tiempos venideros.

Mi barrio es Hortaleza, en el noreste de Madrid, un antiguo pueblo absorbido por la capital, con larga tradición de movimiento vecinal participativo y reivindicativo, y un fuerte tejido asociativo. En 1979 los vecinos decidieron organizar una cabalgata de Reyes, para que los niños pudieran ver a Sus Majestades de Oriente por su barrio. Fíjense en la fecha, que no es cualquiera: 1979, cuando el empujón político y social de la Transición está en su momento más alto, cuando los ciudadanos van perdiendo el miedo, antes de que el golpe de Estado de 1981 mande parar, y antes de que el PSOE, ya en el poder, se aplique en descabezar y desmovilizar el movimiento vecinal que tan importante fue en el final de la dictadura.

Durante tres décadas todo transcurre sin sobresaltos, cada 5 de enero Melchor, Gaspar y Baltasar desfilan por el barrio. En ese tiempo va cambiando el paisaje y sobre todo el paisanaje de Hortaleza: su población crece a gran velocidad, se urbaniza hasta el último trozo de campo, se construyen miles de viviendas, muchas de ellas de precios elevados que cambian la composición socioeconómica del viejo barrio obrero. Pese a ello, el asociacionismo se mantiene fuerte, y los vecinos de Hortaleza encabezan muchas luchas por mejorar su barrio, y se suman a otras de ámbito mayor.

Hasta que llega 2007, y el ayuntamiento decide que ya vale de cabalgata popular: la siguiente edición, la de 2008, la ilusión de los niños quedará en manos de profesionales, que el distrito se merece una cabalgata de calidad, que las carrozas de los vecinos tienen su gracia pero son cutrecillas, se ve mucho el celofán y el cartón bajo el espumillón. Una vez más fíjense en la fecha: 2007, cuando las dos burbujas, la financiera mundial y la inmobiliaria española, están a punto de caramelo, la crisis se ve venir en forma de avalancha, pero seguimos mirando para otra parte y llevados por la inercia de los buenos tiempos.

Así que los gobernantes municipales deciden hacerse cargo de la cabalgata, pero para privatizarla: en 2008 será organizada por una empresa, y cambiará su recorrido, dejará de circular por las zonas populares del distrito (por ejemplo la UVA, grupo de viviendas de realojo de los sesenta), y a cambio rodeará un gran centro comercial, que casualmente patrocinará el desfile.

Pero como en Hortaleza somos de ideas fijas, los vecinos no nos conformamos con asistir de espectadores a una cabalgata que seguramente sería más vistosa, más espectacular, no se notarían el celofán ni la barba postiza de los Reyes; pero no sería nuestra cabalgata, aquella donde las asociaciones preparaban durante semanas las carrozas, que servía para construir comunidad, donde los niños tenían un papel central, y que además recorría las zonas más humildes.

Así que, en un gesto de desobediencia que se une a las muchas insumisiones que ha conocido este barrio, decidimos seguir con nuestra cabalgata por nuestra cuenta, con nuestro recorrido y nuestros medios. Y sin ninguna ayuda municipal: al contrario, durante varios años el ayuntamiento se dedicó a poner zancadillas a los vecinos, cambiando la fecha y el recorrido a última hora para no quitar protagonismo a su cabalgata privatizada, y saboteando en todo lo posible el trabajo vecinal.

Hasta que, tras cuatro años de pulso, llega la pasada edición, la de 2012, y el ayuntamiento suspende la cabalgata “oficial”, la patrocinada y privatizada que rodeaba el centro comercial, al tiempo que cancela la mayoría de cabalgatas de distrito, y suprime las ayudas que daba a los organizadores. La tijera de los recortes no entiende de ilusión, y si algún niño quiere ver a los Reyes Magos, que se vaya a la Castellana y disfrute la cabalgata central, esta sí montada por profesionales, sin participación ciudadana, y adornada por los logos de sus patrocinadores: Mastercard, El Corte Inglés, Movistar, Vodafone, Samsung o Universal, entre otros traficantes de ilusión.

Y sin embargo, los niños de Hortaleza recibirán también este año la visita de los Reyes Magos, porque los vecinos nunca tiramos la toalla: tras ganar el pulso al ayuntamiento, seguimos montando nuestra cabalgata, la de toda la vida, y que vuelve a ser la única del barrio, hecha con el esfuerzo de muchos y sin ayudas municipales, con la aportación económica de vecinos y comerciantes.

Ahí tienen la moraleja, por si les sirve: la tortuga vecinal derrotó a la liebre del ayuntamiento y sus patrocinadores, y si hoy los niños de Hortaleza tienen cabalgata es porque sus mayores la peleamos, nos apropiamos de ella, resistimos presiones y cantos de sirena, nos mantuvimos íntegros cuando lo cómodo era ver pasar la carroza con el logo del hipermercado, denunciamos a los privatizadores, funcionamos de manera autónoma, participativa, horizontal, democrática; en definitiva, tomamos el control de lo nuestro, lo de todos, lo público. Y hemos ganado.

¿Podemos sacar alguna lección para otras luchas? Yo creo que sí. Evidentemente no tiene la misma dimensión pelear por la cabalgata que resistir el desmantelamiento de la educación pública o la privatización sanitaria, no se trata de comparar, pues ni el esfuerzo ni los adversarios son equiparables en unos casos y otros. Pero al final el fondo es el mismo, y la estrategia a seguir es idéntica: resistir, denunciar, desobedecer, organizarnos, construir comunidad, tomar el control.

Les he contado la de Hortaleza, porque es la mía y porque su historia es larga. Pero no es la única que saldrá mañana en Madrid gracias a la resistencia de sus vecinos. También lo harán en Butarque-Villaverde y Carabanchel, barrios hermanados con el mío en tantas luchas recientes.

También en esos casos el ayuntamiento ha puesto todas las zancadillas que ha podido, hasta impedirles en el último momento que salgan el sábado, cosa que finalmente han conseguido solicitando permiso a la Delegación del Gobierno, que no está para autorizar cabalgatas sino manifestaciones. Otra buena metáfora de lo que vivimos, y que no se agota ahí: en el caso de Carabanchel, además, el rey Baltasar está encerrado en un CIE para ser expulsado a su país, prueba de que ni la ilusión de los niños está a salvo de este tiempo terrible.

Si están en Madrid y tienen niños, les invito a traerlos mañana a las cabalgatas de Hortaleza, Butarque-Villaverde o Carabanchel. Que desde pequeño aprendan que, en esto como en otras cosas, sí se puede.

http://www.eldiario.es/zonacritica/cabalgata_hortaleza_carabanchel_villaverde_6_86501362.html

miércoles, 2 de enero de 2013

"Homenaje a la Revolución Cubana: 54 años de lucha", por Atilio Borón


Homenaje a la Revolución Cubana: 54 años de lucha

Atilio Borón

La Revolución Cubana cumple 54 años. No reiteraremos aquí lo dicho infinidad de veces acerca de las grandes conquistas históricas, materiales y espirituales de la revolución. Su supervivencia pese a la permanente agresión del imperialismo, al bloqueo y a una implacable hostilidad de la cual fueron y son cómplices las burguesías latinoamericanas y europeas, así como sus partidos y gobiernos, basta y sobra para demostrar la tremenda fortaleza de la Revolución Cubana. Fortaleza que sólo es posible cuando la revolución se encuentra profundamente arraigada en las entrañas mismas de la sociedad, expresando la continuidad de un proceso emancipatorio que se inició en 1868, maduró bajo la inspiración de José Martí en 1898 y que comenzó a transitar por su etapa definitiva con el asalto al Moncada el 26 de julio de 1953 hasta culminar el 1º de enero de 1959 con el triunfo de la revolución.

Como un pequeño homenaje a la gesta revolucionaria cubana incluimos a continuación unos pocos fragmentos del discurso que el comandante Fidel Castro Ruz pronunciara el 4 de febrero de 1962, dando lectura a la “Segunda Declaración de La Habana”, un documento magistral de la filosofía política y social del siglo XX que analiza las raíces históricas de la revolución y, por añadidura, los fundamentos de las futuras revoluciones latinoamericanas. Fue pronunciado por Fidel en la Plaza de la Revolución y aprobado por aclamación por la multitud allí reunida para repudiar las agresiones perpetradas –atentados, incendios de cañaverales, sabotajes varios– por los Estados Unidos en Cuba y la expulsión de la OEA que sufriera este país en la Conferencia de Punta del Este, en agosto de 1961, luego de la cual todos los países del hemisferio, con la honrosa excepción de México, rompieron relaciones con Cuba revolucionaria. Decía Fidel que:

Cuba duele de manera especial a los imperialistas. ¿Qué es lo que se esconde tras el odio yanqui a la Revolución Cubana? ¿Qué explica racionalmente la conjura que reúne en el mismo propósito agresivo a la potencia imperialista más rica y poderosa del mundo contemporáneo y a las oligarquías de todo un continente, que juntos suponen representar una población de trescientos cincuenta millones de seres humanos, contra un pequeño pueblo de sólo siete millones de habitantes, económicamente subdesarrollado, sin recursos financieros ni militares para amenazar ni la seguridad ni la economía de ningún país? … 

Los une y los concita el miedo. Lo explica el miedo. No el miedo a la Revolución Cubana; el miedo a la revolución latinoamericana. No el miedo a los obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales y sectores progresistas de las capas medias que han tomado revolucionariamente el poder en Cuba, sino el miedo a que los obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales y sectores progresistas de las capas medias tomen revolucionariamente el poder en los pueblos oprimidos, hambrientos y explotados por los monopolios yanquis y la oligarquía reaccionaria de América….

En los propios Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia ha organizado escuelas especiales para entrenar agentes latinoamericanos en las más sutiles formas de asesinato; y es política acordada por los servicios militares yanquis la liquidación física de los dirigentes antiimperialistas…

Ahora, esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir… Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados de América latina, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. Ya se les ve por los caminos un día y otro, a pie, en marchas sin término de cientos de kilómetros, para llegar hasta los “olimpos” gobernantes a recabar sus derechos. Ya se les ve, armados de piedras, de palos, de machetes, de un lado y otro, cada día, ocupando las tierras, fincando sus garfios en la tierra que les pertenece y defendiéndola con su vida… Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase…

Porque esta gran humanidad ha dicho “¡Basta!” y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia.”

La Habana, Territorio Libre de América,  4 de febrero de 1962.
Dr. Atilio A. Boron
Director del PLED
Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales
Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”
Corrientes 1543 – C1042AAB  Buenos Aires, Argentina
Teléfonos  (54-11)  5077-8021/22/24