lunes, 28 de diciembre de 2015

"General Dávila, otros no tuvieron abuelo", por Matías Alonso Blasco



RESPUESTA DEL COORDINADOR DEL GRUPO DE RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA 

Matías Alonso. El Plural,  27/12/2015


Con la prudencia y respeto obligados en España hacia quienes mandan tropa con armas o lucen puñetas que te pueden mandar a la cárcel, tengo que responder al actual general Dávila alguna precisión en nombre de algunos que sí dormiremos más tranquilos viendo desaparecer algunos nombres de lugares donde llevan demasiados años recibiendo honores y a la vista de algunas de sus víctimas y familiares a las que llevan los mismos años ofendiendo.

Dice vuecencia que ya es la tercera generación de generales con el apellido Dávila… yo le digo por una parte, que eso ha sido posible porque su abuelo creó las condiciones para que así fuera alzándose en armas contra el Régimen legítimo cuya bandera juró. También otros van ya por la tercera generación de víctimas de la dictadura sangrienta que su abuelo ayudó a traer contra media España, con el agravante de que muchísimas de ellas no pudieron conocer a sus abuelos como vuecencia conoció al suyo, desaparecido en tiempos en que su abuelo y sus colegas podían haber demostrado algo de piedad y reconciliación cristianas cuando ya no había en España guerra alguna. Estos han pasado tres generaciones de hambre y necesidades mientras Vuecencia ha disfrutado de todos los privilegios y facilidades de ser parte importante del “nuevo Orden” en la dictadura.

No sé si vuecencia ha reflexionado que la alcaldesa de Madrid, como otros alcaldes en miles de pueblos españoles, está tan obligada a cumplir la Ley como Vuecencia, y que la retirada de placas y simbología franquista es de obligado cumplimiento por una Ley totalmente vigente, constitucional y que entra dentro de su juramento. Por supuesto que retirar nombres de golpistas, de asesinos o de amigos de asesinos requiere de tanta urgencia para un demócrata como la que tuvieron aquellos para asesinar a centenares de miles de españoles cuyos hijos las ven a diario en sus pueblos y ciudades. No es una medida específica contra su abuelo, el General Dávila, sino para hacer cumplir la ley retirando honores a quienes no los merecen.

Entiendo el shock de familias como la de vuecencia, acostumbradas a lo contrario durante generaciones, pero por encima de unos y de otros está el que entre todos podamos pasar la sangrienta página del franquismo y el dolor que lo sustentó… es la hora de que todos pongamos de nuestra parte, también Vuecencia; creo que España lo necesita y agradecerá a todos el esfuerzo cuando un día podamos hablar Vuecencia y yo, o nuestros hijos o nietos, sin que fantasmas sangrientos se interpongan. Le aseguro que en mi familia hemos sufrido el poder que su abuelo ayudó a implantar; nuestra aportación a ello es la ausencia de odio y rencor en nuestra reivindicación… actitud que no percibimos en quienes se siguen oponiendo a que miles de familias como la mía cerremos nuestras heridas; Vuecencia se queja de que su abuelo no tendrá calle… otros de su misma edad se quejan de que no tuvieron abuelo.

Matías Alonso Blasco es coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica. (Fundació Societat i Progrés)

viernes, 18 de diciembre de 2015

"Cómo hervir una rana, o cómo conseguir que gente de izquierdas apoyen, entusiasmados, políticas de derechas", por Manu Pineda


Cómo hervir una rana, o cómo conseguir que gente de izquierdas apoyen, entusiasmados, políticas de derechas


Manu Pineda, laRepublica.es -  dic 16, 2015

Una cacerola llena de agua fría en la que una pequeña rana está nadando.
Se enciende un pequeño fuego que va calentando el agua lentamente.
Poco a poco, el agua se va poniendo tibia.
La rana encuentra la situación muy agradable y sigue nadando muy a gusto.
La temperatura del agua va subiendo…, empieza a estar caliente,…. bastante caliente.
La rana ya no goza como antes, se siente un poco cansada, pero no por eso se asusta.
La temperatura sigue subiendo…. cada vez más…., está muy caliente.
La rana comienza a encontrar la situación desagradable, pero está tan débil que decide seguir aguantando sin hacer nada.
La temperatura continúa subiendo aún más, mucho más,….
Hasta que llega un momento en que la rana termina….. cocinándose y muriendo.


CONCLUSIONES

Olivier Clerc pretende transmitir que cuando un cambio se realiza de forma lenta escapa a la conciencia, y la mayoría de las veces no provoca respuesta por nuestra parte, hasta que, o bien se reacciona cuando aún se está a tiempo o no tienen remedio sus consecuencias.

Si una rana salta a una olla de agua hirviendo, sale enseguida porque siente el peligro. Pero si lo hace a una olla con agua tibia que se calienta lentamente, se queda dentro y no se mueve.

Seguirá ahí, aunque la temperatura siga subiendo y subiendo. Se quedará ahí hasta ser rescatada o… muerta.

¡¡Es muy importante rescatar a la rana antes de que sea demasiado tarde!!

Tengo a muchas amigas y amigos, de izquierdas, que hoy defienden una opción política que defiende la permanencia del estado español en la OTAN, que no ve oportuno un proceso constituyente, que no ve prioritario abrir un debate Monarquía-República porque “se mueve en un cierto deje melancólico”, que trata de “devolver la discusión a términos del pasado”. Activistas de solidaridad con la causa palestina apoyando a un partido que se niega a apoyar el movimiento BDS (boicot, desinversión y sanciones a Israel) y que incluso rechaza definir como apartheid la política puesta en práctica por el régimen sionista contra la población palestina. Personas con profundas convicciones antiimperialistas apoyando hoy a una opción política que pide la liberación de Leopoldo López, un ultraderechista venezolano que lideró un intento de Golpe de Estado contra el Presidente Maduro, provocando la muerte de 43 personas.

Son compañeras y compañeros que dos años atrás no hubieran ni imaginado estar apoyando ahora esas políticas y que casi hubieran insultado a quien, autodefiniéndose de izquierdas, lo hubiera hecho. Pero ¿qué ha pasado en este periodo?

En 2013, tras 5 años de una muy dura crisis que estaban pagando de forma casi exclusiva las llamadas clases populares, con las calles convertidas en escenarios de grandes y constantes manifestaciones de protesta, las organizaciones de izquierda rupturista iban capitalizando el descontento popular, las encuestas publicadas entonces, apuntaban unos apoyos y, sobre todo, unas tendencias que podían poner en peligro el establishment. Izquierda Unida, a nivel estatal, y otras opciones de las nacionalidades históricas como BILDU, AMAIUR, ANOVA, BNG, ICV, CUP, CHA… estaban consiguiendo grandes porcentajes de apoyo en las contiendas electorales que se estaban dando, y las encuestas auguraban que estos apoyos iban creciendo en paralelo a una calle que era un hervidero de mareas verde, blanca, negra, plataformas antidesahucios, 15M, Huelgas Generales convocadas por los sindicatos en contra de las distintas reformas laborales (PP y PSOE) o de los recortes en el sistema de pensiones.

El poder tiene potentes instrumentos para combatir las demandas del pueblo, y veía como la movilización popular en defensa del estado del bienestar y de los derechos civiles iba tomando cuerpo y se le podía ir de las manos. Tenía las experiencia griega como laboratorio de pruebas, una situación en la que el pueblo, a base de perder, había perdido hasta el miedo y estaba apostando por propuestas rupturistas. Grecia es un pequeño país, con un peso muy limitado en el PIB de la Unión Europea, pero no se podían permitir que las clases populares del estado español decidieran emanciparse y luchasen por su soberanía respecto a los poderes económicos.

Aprovecharon que un grupo de jóvenes profesores de la Universidad Complutense, y alguno no tan joven, encabezados por un mediático politólogo que se había prestado a participar en todo tipo de programas de debate, incluidos “programas del corazón” habían decidido lanzarse a la arena político-electoral con un partido nuevo, PODEMOS, y un discurso irreverente, que conectaba con las legítimas reivindicaciones grandes masas populares que no se veían totalmente representadas con las otras propuestas en liza. La rana ya estaba en el agua fría.

El poder usó sus mecanismos de forma muy hábil y encumbró al nuevo partido, que llegó a aparecer como serio candidato a conseguir el gobierno en unas encuestas que, más que valorar el estado de opinión, parecían destinadas a crear tendencia.

Este partido seguía siendo irreverente con el poder, los llamaba casta, proponía un proceso constituyente que enterrase definitivamente el “régimen del 78”, proponía poner los bienes estatales al servicio del pueblo en vez de que lo fueran para la oligarquía, planteaba el necesario control de los medios de comunicación y, claro, el poder le restó apoyos, potenciando una alternativa más cercana a sus postulados político-económicos: CIUDADANOS.

PODEMOS entendió el mensaje y reaccionó ya que, como su Secretario General ha declarado en numerosas ocasiones, él quiere ganar. Se fue templando el agua del recipiente pero la rana no estaba incómoda.

Ha tranquilizado al poder rechazando que se le “encajone en el margen izquierdo del tablero”  ya que sus “ideas son de sentido común, transversales y transformadoras”  Se reunió con el Rey; con el embajador de EE.UU., al que Iglesias tranquilizó declarando que Podemos ve las relaciones de España y Estados Unidos como una cuestión “estratégica”; con el presidente de la Patronal, consiguió vaciar las calles de movilizaciones.

Convirtieron a PODEMOS en la única herramienta posible para encauzar el descontento, no hay vida para las clases populares fuera de PODEMOS, criticar a PODEMOS es alta traición, es dividir, es apoyar a los poderosos. Se consiguió desmovilizar la calle en su momento de mayor ebullición, se destrozó cualquier posibilidad de que la verdadera izquierda transformadora pudiese llegar a preocupar en un estado con una importancia media en la Unión Europea, las mareas de distintos colores se desactivaron, la rebeldía se limita ahora a ver alguna de las tertulias que se han puesto de moda y que se basan en crear un show parecido al de los debates de los programas de cotilleos pero dedicado a temas “políticos”, es decir, en vez de potenciar para el “famoseo” a una participante de Gran Hermano o a un presunto amante de alguna folclórica, se trata de potenciar o hundir en el ostracismo a los políticos o partidos que interesen a los propietarios de los canales que, como todo el mundo sabe, son grandes defensores de los derechos sociales, de la democracia y de la equidad.

Ahora, el agua está hirviendo: se apoya la permanencia en la OTAN (apartado 327 del Programa Electoral de P´s); no se cuestiona la monarquía; se rechaza impulsar un Proceso Constituyente; se mantiene la política de alianzas clásica del estado español, incluyendo Estados Unidos e Israel; se mantienen las subvenciones a la educación privada; no se nacionalizan sectores estratégicos como el energético; el espejo en el que mirarse en el ámbito internacional es el gobierno de Tsipras, al que Iglesias ha apoyado incondicionalmente, llegando a declarar que él hubiera hecho lo mismo en España, un gobierno entregado a las peticiones de la Troika, aprobando recortes sociales más agresivos de los aprobados por el bipartidismo clásico griego, siendo el primer estado que ha reivindicado a Jerusalén como la capital de la entidad sionista israelí, vulnerando el derecho internacional y varias resoluciones de la ONU. Sí, ahora el agua está hirviendo, pero la rana no encuentra la salida del recipiente, o no le quedan fuerzas para saltar.

Somos muchos los que hemos comparado al PODEMOS de 2015 con el PSOE del 1982, y creo que en muchos aspectos es una comparación muy acertada, pero hay que reconocer, en favor de la formación emergente que, a diferencia de la que lideraba Felipe González, ésta no está engañando al electorado, que quien vote esta opción lo hará con pleno conocimiento de lo que está haciendo.

Soy consciente de que la coherencia, la lealtad, la nobleza y el respeto a los principios no son valores en alza. Sé, de sobra, que perder cansa, que en la derrota se pasa mucho frío. Entiendo perfectamente que, cuando se anuncian expectativas de triunfo y se nos invita a participar del banquete, se puede sucumbir. La intención de este artículo no es la de juzgar, es la de analizar el escenario que nos va a quedar y ver qué hacer.

No es necesario ser vidente para vaticinar unos resultados catastróficos para la izquierda y que además, van a quedar muy rotos los puentes entre una parte muy importante de ésta y la formación morada que, aunque no se defina de izquierdas, sí va a aglutinar a una parte muy importante de la militancia y el electorado de esta tendencia.

Quiero reconocer desde aquí la habilidad y eficacia con la que actuado los vencedores de las próximas elecciones del 20-D: La Casa Real, la CEOE con su Presidente Juan Rosell al frente, las embajadas de EE.UU. e Israel, la gran banca, las grandes multinacionales, las empresas eléctricas… éstos serán los verdaderos triunfadores de las elecciones del domingo independientemente de cuál sea el reparto de votos entre los cuatro partidos que ha acatado sus normas y que, por lo tanto, han sido encumbrados al Olympo de los elegidos como aceptables y potenciables.

La maniobra ha sido perfecta: ante unos evidentes síntomas de degaste de los dos partidos que podían optar a gobernar, se ha fichado banquillo, fondo de armario, suplentes, reservas…llamémosles como queramos, pero el resultado es evidente, hay relevo. Si se hundiese el PP, ya hay un relevo más joven, con menos carga conservadora, menos olor a incienso, pero con unos planteamientos neoliberales insaciables en lo económico.

Si el que cayese fuese el PSOE, tienen como suplente una opción moderna, sin la pesada carga de la corrupción, de los recortes sociales ya ejecutados, de la recolocación de muchos de sus cargos públicos en empresas beneficiadas por la gestión llevada a cabo por ellos en las instituciones, pero una opción que, aunque joven, nueva y fresca, no cuestione lo básico.

Tenemos la obligación de tender puentes, de aglutinar lo que quede de izquierdas, y de intentar acercar a estas posiciones a PODEMOS y a una parte muy importante de la militancia del PSOE.

Tenemos que intentar dejar de lado las emociones, pensar en política con la cabeza en vez de con las vísceras. Buscar un nuevo Frente Popular o frente amplio que aglutine fuerzas frente a lo que, si no hay sorpresa, será un gobierno de derechas al que Ciudadanos condicione políticas más liberales y agresivas para la Clase Trabajadora de lo que ya han sido las del Partido Popular. Tenemos que seguir creando espacios de confluencia que nos permitan superar las diferencias. Tenemos que ser conscientes de que, aunque el sistema haya apostado nítidamente por un bipartido de cuatro caras, PODEMOS tiene unos planteamiento sociales mucho más avanzados que los de PP-Ciudadanos, y PSOE.

No podemos rendirnos, resignarnos, la división es traición ante la nueva vuelta de tuerca que nos espera a primeros de 2016.

Unidad, Lucha, Batalla, Victoria. 

http://larepublica.es/2015/12/16/como-hervir-una-rana-o-como-conseguir-que-gente-de-izquierdas-apoyen-entusiasmados-politicas-de-derechas/

lunes, 14 de diciembre de 2015

“Para una historia de la historia marxista”, por Josep Fontana


Marxismo Crítico, 26/01/2015

Uno de los mayores problemas que hay para definir qué sea una historia legítimamente marxista es el de que, por principio, debe ser una historia que vaya más allá de las codificaciones más o menos dogmáticas que forman lo que la mayoría entiende por “marxismo”, con el agravante adicional de que, a diferencia de lo que sucede con la política o la economía, no se contaba hasta hace pocos años con textos publicados de Marx que expusieran con claridad sus ideas acerca de la historia, aunque, paradójicamente, éstas constituyesen una de las bases fundamentales de lo que se denominaba materialismo histórico.

El núcleo inicial de estas ideas lo elaboraron Marx y Engels en Bruselas entre el verano de 1845 y el otoño de 1846, y las consignaron en el extenso texto de La ideología alemana, que decidieron no publicar y que no se editó hasta 1932 (y en una edición satisfactoria hasta 1965). Aunque Engels dijera más tarde que el libro reflejaba que sus conocimientos de historia económica eran todavía precarios, la verdad es que contenía planteamientos que hubiera sido útil que se divulgasen con anterioridad como la afirmación de que las abstracciones teóricas, “por ellas mismas y separadas de la historia real, no tienen ningún valor” 1.

La primera ocasión en que dieron a conocer algo acerca de su visión de la historia fue en la publicación del Manifiesto comunista de 1848, con la afirmación de que “La historia de todas las sociedades que han existido hasta hoy es la historia de luchas de clases”. El momento revolucionario que esperaban que se produjera en 1848 se frustró, y Marx dedicó al análisis de lo que había ocurrido Las luchas de clases en Francia, publicado en 1850, y El 18 Brumario de Luis Bonaparte, publicado en 1852, que comenzaba con una afirmación contundente: “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen arbitrariamente, en las condiciones elegidas por ellos, sino en unas condiciones directamente dadas y heredadas del pasado”2.

Aunque hay en El 18 Brumario elementos interesantes acerca de la concepción de la historia, no se trata propiamente de una investigación histórica, sino de un análisis político de actualidad. Y aunque sabemos que las reflexiones de Marx en este campo siguieron madurando, su plena dedicación en los años centrales de su vida a desentrañar el funcionamiento de la economía capitalista de su tiempo dio lugar a que estas reflexiones no se publicasen, como ocurrió, por poner un ejemplo, con las referidas a las formaciones económicas precapitalistas que desarrolló en las Grundrisse, que permanecerían inéditas hasta la segunda mitad del siglo XX3.

En 1859, en cambio, Marx publicó en el prefacio de su Contribución a la crítica de la economía política4 una formulación esquemática, que quedaría como texto canónico, citado e interpretado una y otra vez, que, lamentablemente, se convirtió en aquello mismo que Marx y Engels habían condenado en La ideología alemana, una “abstracción teórica” que condicionaba el estudio de la realidad. Esta formulación contenía elementos innovadores, junto a otros que eran residuos de la concepción histórica de la escuela de la ilustración escocesa, como la sucesión de “los modos de producción asiático, antiguo, feudal y burgués moderno”, que iba a llevar a debates y confusiones inacabables.

La adopción que muchos hicieron como guía interpretativa de un texto como este, contrasta con la riqueza de matices que encontramos en la práctica del propio Marx, como puede verse en el capítulo veinticuatro del volumen primero de El Capital, sobre “La llamada acumulación originaria”, que es posiblemente la mejor muestra que tenemos del Marx historiador, donde al estudiar la expropiación de los campesinos y la génesis de un mercado interno para el capital industrial, nos muestra cómo detrás de este proceso no hay solamente las consecuencias inevitables de la evolución económica, sino, para comenzar, la coerción ejercida por las clases dominantes a través del estado, con el fin de forzar a los campesinos a someterse al “sistema del trabajo asalariado” mediante la aplicación de leyes brutales. Con lo cual se ha conseguido que “aparezcan en un polo las condiciones de trabajo como capital y en el otro polo seres humanos que no tienen que vender más que su fuerza de trabajo”, en un esfuerzo que no cesa hasta haber logrado que la clase trabajadora acepte esas condiciones como leyes naturales, “por educación, tradición y costumbre”5.

Artículo Completo:
http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/fontanamarx.pdf

Fuente: Sin Permiso
http://marxismocritico.com/2015/01/26/para-una-historia-de-la-historia-marxista/

viernes, 11 de diciembre de 2015

Intervención en Charla-debate “La memoria histórica. ¿Un pacto de Estado?”


Madrid, 9 de Diciembre de 2015

Es para mí un privilegio y un placer tener la oportunidad de dirigirme hoy a ustedes, en nombre de la Federación Estatal de Foros por la Memoria. Esperamos que este sea el inicio de una relación de colaboración fluida y fructífera entre la Federación Estatal de Foros por la Memoria y el Centro UNESCO de la Comunidad de Madrid. Especialmente quiero dar las gracias por la invitación a Eduardo Montagut.

Somos la generación de los nietos. En 1976 dijeron a nuestros padres que no se podía hacer justicia a las víctimas del franquismo y que había que esperar. Hoy, 40 años después de la muerte física del dictador, nos dicen que ocurrió hace demasiado tiempo, que ya pasó la hora de recordar y de hacer justicia. Nos piden que perdonemos cuando nadie nos ha pedido perdón. Nos exigen que renunciemos a la Justicia.

El título de esta Charla-Debate es “La Memoria histórica, ¿un Pacto de Estado?” Como Federación de asociaciones memorialistas que llevamos trabajando más de una década, creemos que un Pacto de Estado no es estrictamente necesario, que “sencillamente” el Estado español tendría que cumplir con las obligaciones que ha ido adquiriendo en materia de derechos humanos, garantizando que se incorpore la normativa internacional de Derechos humanos a la legislación española (lo cual es un mandato constitucional que no siempre se respeta), y que debería actuar sin subterfugios, por ejemplo, ratificando ya, la “Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad”.

No debería hacer falta un pacto de estado para que un gobierno democrático respete el derecho internacional, ni para que cumpla la Hoja de Ruta que Naciones Unidas ha establecido para el tratamiento de los crímenes del franquismo. Tampoco debería hacer falta ningún pacto para que una oposición democrática respaldase una política de Estado en ese sentido. Para todo ello no hace falta en principio ningún pacto de Estado sino voluntad democrática y compromiso con los derechos humanos. Es decir, lo que no ha habido hasta ahora.

Nos produce cierto recelo hablar de un Pacto de Estado, porque éste podría ser utilizado por las fuerzas políticas para alcanzar un acuerdo a la baja, un subterfugio mediante el cual el Estado español pueda seguir incumpliendo sus obligaciones.

Durante los últimos meses, en un intento por influir en la elaboración de programas electorales, y de impedir que el tema de la memoria histórica y de las víctimas del franquismo quedase fuera de la campaña electoral, nos hemos reunido con las diferentes organizaciones políticas, tanto nosotros/as como Federación, como formando parte de la Coordinadora de más de 70 colectivos que constituimos el pasado mes de octubre. De las conclusiones de estas reuniones deducimos que el tema de las fosas comunes ha llegado a ser percibido por las fuerzas políticas como un problema de Estado, al que debería darse una solución definitiva en un plazo no demasiado largo, y que podría contar con un amplio consenso. Todo ello se ha conseguido gracias a la permanente denuncia del movimiento memorialista, y a las impactantes imágenes de las exhumaciones que han sido conocidas por la opinión pública.

Otra cosa es, que se pretenda dar al “problema” de las fosas comunes una solución como la que se ha venido proporcionando hasta ahora. Es decir, utilizando mecanismos ajenos a la justicia, mediante el sistema de privatización y servicios funerarios externalizados que estableció la Ley de Memoria de 2007, con la diferencia de que ahora se le dotaría económicamente, frente a lo que ha hecho el gobierno del Partido Popular en los últimos cuatro años.

Para nosotros, sería una salida inaceptable. Las fosas comunes del franquismo no son sólo un asunto familiar, sino pruebas materiales de crímenes de lesa humanidad (el tipo penal aplicable sería ejecución extrajudicial y fundamentalmente desaparición forzada, por tanto, delito permanente e imprescriptible) y como tal deben ser tratadas, es decir, todas las exhumaciones deben ser judicializadas. Todo lo que no se haga en ese sentido es apuntalar la impunidad, favorecer el silencio y la injusticia, y a la postre, certificar el triunfo final del franquismo sobre sus víctimas y sobre la sociedad. Es la versión española de la política nazi de Noche y Niebla.

La impunidad del franquismo y la injusta situación de sus víctimas es un problema político, que solamente puede solucionarse a partir de decisiones políticas, y finalmente plasmarse en leyes. Sólo desde la política puede conseguirse el respeto en el Estado español al Derecho Penal Internacional de los Derechos Humanos. En consecuencia, el conjunto del movimiento memorialista y de víctimas del franquismo venimos exigiendo al Estado Español que asuma y cumpla las recomendaciones del  “Informe sobre España del Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias”, y del “Informe sobre España del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff”, (ambos presentados en septiembre de 2014 en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas).



Habría que empezar por la eliminación de las trabas jurídicas que impiden la plasmación de los derechos de las  víctimas. Por un lado la ley de Amnistía de 1977, que si bien en su momento pudo tener un sentido y haber sido incluso una exigencia de las fuerzas democráticas y rupturistas, posteriormente se ha revelado como el eje central del sistema de impunidad, tal y como reconocen los organismos internacionales de DDHH, asimilándola a otras leyes de punto final, felizmente suprimidas, fundamentalmente, del Cono Sur americano. Y por otro lado habrá que eliminar los elementos contrarios al derecho internacional de la Ley de Memoria de 2007, que explícitamente niega el reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo y su derecho a la justicia, y que además, desde la sentencia absolutoria del exjuez Garzón (Sentencia del  T.Supremo 27/02/2012), se usa para ejercer coacción sobre los jueces, y reconduce obligatoriamente las reclamaciones de las víctimas a la vía administrativa exclusivamente.

También es  nuestra opinión que una mera reforma de la Ley de Memoria Histórica sería insuficiente, incluso acompañando dicha reforma con la dotación económica que se le ha negado durante los últimos años.

Por otro lado, con la reciente reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim), algunos juristas interpretan que se abre una puerta para solucionar el otro gran problema relacionado con la memoria histórica, que es la vigencia de las sentencias represivas del franquismo. Según estos juristas, se han establecido mecanismos para que el órgano judicial competente, la Sala de lo Militar del Supremo, pueda revisar las sentencias de manera individualizada. Esto nos parecería un camino erróneo hacia la solución del problema, por cuanto implicaría el reconocimiento de la legalidad del conjunto de la legislación represiva franquista y sus sentencias, y por otro lado porque centenares de miles de ellas quedarían sin revisar, puesto que los represaliados carecen de familias o estas pueden no tener interés alguno en iniciar el procedimiento. Para nuestra Federación, el único camino justo es la anulación por el parlamento de todas las sentencias franquistas. Como dice un poema de Bertold Brecht, “O todos o ninguno”

La Federación Estatal de Foros por la Memoria, desde que se constituyó hace 11 años, ha venido elaborando una serie de reflexiones sobre la memoria democrática y la lucha contra la impunidad del franquismo. Ante la evidencia  de un cambio político próximo, hemos creído necesario desarrollar  una propuesta sistematizada en la que llevamos trabajando algún tiempo, y que se plasmaría en una Ley Integral de Víctimas del franquismo. El documento se ha remitido a las fuerzas políticas que se presentan a las próximas elecciones del día 22.

Coincidimos con la reflexión del fiscal Carlos Castresana cuando escribía en junio de 2013:
"...las víctimas del franquismo tendrían que tener el mismo estatuto jurídico que tienen las víctimas del terrorismo, ni mejor ni peor, exactamente el mismo. Son víctimas de la violencia política, y si unas tienen derecho a la memoria y a la justicia y a la reparación, no veo por qué las otras no"

Uno de los objetivos fundamentales de una Ley de Víctimas del franquismo debería ser corregir tan enorme injusticia y desagraviar en lo posible, tras el tiempo transcurrido, a las víctimas de tanta ignominia. Y no sólo por las víctimas: la pervivencia de una situación injusta, 40 años después de la muerte física del dictador, como la existencia de miles de fosas comunes clandestinas, pone en cuestión la vigencia real del Estado de derecho en España, y de paso, la realidad de lo que hay detrás de eso que se ha dado en llamar “Marca España”.

Buena parte del trabajo que hemos elaborado, tanto en su preámbulo como en las propuestas concretas, se fundamenta en otros documentos: La Ley de Víctimas del terrorismo aprobada por el Parlamento en septiembre por 2011; y los dos Informes sobre el caso español antes señalados, presentados en septiembre de 2014 al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Nuestra Propuesta comienza con un Preámbulo a modo de Declaración de Motivos para justificar la necesidad de que, 40 años después de la muerte física del dictador, sea necesaria e inaplazable una Ley de Víctimas del franquismo. Establece la necesidad del reconocimiento jurídico de las víctimas, hasta hoy inexistente, y continúa con una serie de propuestas concretas, agrupadas en los tres grandes bloques de Derechos establecidos por Naciones Unidas para las víctimas de agresiones de derechos humanos: el Derecho a la Verdad, el Derecho a la Justicia y el Derecho a la Reparación.

También explicamos que nuestra propuesta no consiste en una ley general de víctimas de la guerra civil, tanto por el espacio temporal que entendemos debería abarcar, como por los colectivos que se verían afectados por  las políticas de reparación material y simbólica que proponemos. Asimismo, porque la equidistancia y la igualación entre quienes defendieron la democracia y quienes la agredieron debería ser éticamente inaceptable por una sociedad democrática. Pero sobre todo, porque el trato proporcionado a unas víctimas y a otras por parte del Estado español, ha sido con respecto a las víctimas del franquismo abrumadoramente injusto y discriminatorio.


En el Bloque que titulamos “El Derecho a la verdad de las víctimas del franquismo. El Derecho y el Deber de verdad de la sociedad española” hablamos, entre otros temas,
  • De la retirada de la simbología franquista
  • De declaraciones de naturaleza política y actos públicos de reconocimiento;
  • Del Mapa de fosas de personas desaparecidas;
  • Del tratamiento de los lugares de memoria;
  • Presentamos una propuesta avanzada sobre Legislación de Archivos y derecho de acceso a la información (a partir de Trabajos y manifiestos por ejemplo, de asociaciones profesionales de la Archiveros, Bibliotecarios, y Documentalistas, o de la Cátedra Complutense “Memoria Histórica del siglo XX” ), etc...
En el bloque del “Derecho a la Justicia” tratamos, entre otras cuestiones
  • De la Anulación de las sentencias franquistas, con una propuesta concreta por la que recomendamos seguir el procedimiento utilizado en la República Federal Alemana para la anulación de las sentencias represivas del nazismo (1998 y 2002), tal y como se desarrolla en un documento del Equipo Nizkor de derechos humanos, enviado a los diputados españoles en 2010.
  • También hablamos de la exhumación judicializada de las fosas comunes del franquismo, a partir de un plan nacional de búsqueda de personas desaparecidas,  y un  desarrollo legislativo sobre exhumaciones e identificación de víctimas. Defendemos que la Ley de Víctimas del franquismo  debe manifestarse expresamente contra la privatización y la  gestión administrativa de las exhumaciones de fosas comunes.
  • Consideramos que hay que dar una respuesta estatal al tema de los niños y niñas robados, a partir de la consideración de estas desapariciones forzadas como crímenes contra la humanidad, delitos permanentes e imprescriptibles. No vale, como hasta ahora, que la Justicia gestione el problema como una serie de casos particulares: el Estado debe reconocer que existió una trama organizada nacida en la posguerra como una forma más de represión, que extendió sus actividades hasta entrados los años 80.
En el último bloque del “Derecho a la Reparación”, propugnamos la reparación material y/o simbólica de los diversos colectivos de víctimas, así como la creación de un Consejo participativo, en el cual las víctimas directamente, o representadas por el movimiento asociativo, puedan manifestar las reivindicaciones específicas de cada colectivo: presos políticos; presos sociales; víctimas de torturas; represaliados económicos (sanciones, depuraciones de funcionarios, incautaciones de  patrimonio...); víctimas del trabajo esclavo; reconocimiento de colectivos como la guerrilla antifranquista; militares leales a la República; militantes clandestinos antifranquistas; exiliados, los llamados niños de la guerra, etc…

En resumen, propondremos a partir del mismo día 21 de diciembre, a  las fuerzas políticas la promulgación en la próxima legislatura de un bloque legal, centrado en una Ley de Víctimas del franquismo, pero que por motivos técnicos tendría que ir más allá, con una indispensable Ley de Archivos avanzada; dando una solución definitiva al tema de El Valle de Los Caídos, o la Anulación de la Ley de Amnistía de 1977, que actúa como Ley de punto final y es la clave de bóveda del sistema de impunidad.

Para concluir, desde el convencimiento de que sin justicia no hay democracia, y de que sin memoria no hay cambio, esperamos que la legislatura que ahora se abre suponga el fin definitivo del sistema español de impunidad, y de la deuda que la sociedad, y todas y cada uno de nosotras y nosotros, tenemos con las víctimas del franquismo, y con aquellos que lucharon por una democracia real y un mundo mejor.


En esa labor nos encontraremos, desde la más o menos limitada capacidad de cada uno para influir, pero como dijo Mahatma Gandhi :"Lo que ustedes hagan puede ser absolutamente insignificante ...pero es absolutamente indispensable que lo hagan"

martes, 1 de diciembre de 2015

Charla-debate “La memoria histórica. ¿Un pacto de Estado?”



Centro UNESCO Comunidad de Madrid


Fecha: 9 de diciembre de 2015

Hora: 18:30

Lugar: Campus de Puerta de Toledo de la Universidad Carlos III de Madrid

Dirección: Ronda de Toledo, 1 (Madrid)



Todo pueblo tiene derecho a conocer su historia. Sea ésta la que fuere. La del pueblo español del último siglo parece serle negada o, en el mejor de los casos, ocultada o tergiversada. Conocer la verdad está siendo una ímproba tarea en la que con empeño están inmersas organizaciones como el Foro por la Memoria o la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

Ahora el Centro UNESCO Comunidad de Madrid une su trabajo a ello en la consideración de que la Memoria Histórica es un derecho humano que no puede ni ignorarse ni ocultarse. Para ello, iniciamos una serie de conferencias que correrán a cargo de reputados especialistas en la materia, testigos o protagonistas de los hechos y que se desarrollarán a lo largo de los próximos meses.

Mucho es el camino que aún queda por recorrer y muchas las piedras con las que ese camino sigue encontrándose. El siglo XX no ha sido fácil: dos Guerras Mundiales, totalitarismos, guerra fría… Pero ninguno como España para poner trabas en la recuperación de su propio pasado.

La primera de estas conferencias será impartida por D. Arturo Peinado, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria Histórica, y D. Manuel Ibáñez, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares. La charla-debate La memoria histórca. ¿Un pacto de Estado? girará en torno a la idea de la necesidad de establecer un pacto de Estado entre las distintas organizaciones políticas que actualicen la ley sobre la Memoria Histórica y doten del necesario presupuesto a la investigación.

Esta primera conferencia será seguida de otras en las que, sesión a sesión, trataremos de acercarnos a temas como la Memoria Histórica y la Mujer, La Memoria Histórica y LGTB; la Memoria Histórica y las cárceles; la Memoria Histórica y la Iglesia Católica… que serán anunciadas en estas mismas páginas.

Adjunta os dejamos la invitación a la conferencia inaugural de esta serie de charlas sobre la Memoria Histórica, la charla-debate La memoria histórica. ¿Un pacto de Estado?, que se celebrará el próximo 9 de diciembre a las 18:30

http://unescocomunidadmadrid.org/

lunes, 30 de noviembre de 2015

3ª Reflexión pre-electoral

El régimen se transforma desde el bipartidismo imperfecto con Juan Carlos hasta el tetrapartidismo perfecto con Felipe. 

Ni Lampedusa hubiera soñado con tanta perfección.

2ª Reflexión pre-electoral

Parafraseando a Marx: "Hasta hoy las encuestas electorales intentaban explicar la realidad, hoy se dedican a transformarla".

"La doctrina de la colleja", por Antón Losada



En una campaña sin política ni ideología el votante comprometido se desmoviliza y los demás se dejan llevar. Exactamente lo que empiezan a revelar las encuestas


Antón Losada  @antonlosada en El Diario.es, 29/11/2015

Que la colleja propinada por Mariano Rajoy a su hijo, al portarse como ese vástago mal educado de tu cuñado, suponga la imagen más comentada de la precampaña dice mucho de la calidad de la información con que acudiremos a votar el 20D. Que la conveniencia de la intervención paterno presidencial constituya el único gran consenso social que Rajoy ha sido capaz de generar durante todo su mandato lo revela todo sobre la calidad de la legislatura que acaba. 

Por el niño no se preocupen. Seguro que ha subido muchos puntos en el ranking de malotes del colegio y ha ganado respeto en el patio. Debería preocuparles más el padre y su fulminante reacción cuando ve en peligro un par de votos y se impone tomar medidas tan contundentes como dolorosas. Si un instante de duda, ni una décima de vacilación. Primero la campaña después la familia ¿Qué fue de ese Mariano Rajoy apocado, indolente, sin criterio e incapaz de toma una decisión que nos había vendido? 

Cocinar, comer, beber, bailar, dar palmas, tocar la guitarra, escalar, conducir mini karts o coches de rally, volar en globo…. cuesta distinguir estas elecciones de un casting para presentador del año y cuesta aún más recordar una aparición estelar de algún candidato donde dejara un mensaje político que marcara la diferencia. 

Si alguien no detiene esta locura el único final decente para esta campaña será una edición especial de Tu cara me suena donde participe todos los candidatos y quién se parezca más a Nino Bravo, presidente. 

Mariano Rajoy, el maestro de la no campaña, debe preguntarse cada día por qué sus rivales se empeñan en intentar ganarle en su mejor terreno. Pedro Sánchez debería estar preguntándose qué se le había perdido en el programa de Bertín Osborne. El impacto sin contenido no vale de mucho y Rajoy es el único que no necesita contenido porque es el gobierno.

No se sabe qué resulta más desternillante, si ver a Albert Rivera haciéndose el ofendido porque el terrible Monedero ha manchado su honor o recomendando leer a Kant y sus diez mejores citas en wikiquote o escuchar, a Pablo Iglesias presentarse como su Pigmalión; si se trata de ver quién da más pena, sinceramente, necesitaremos una fotofinish. 

Tratar al electorado como si fuera audiencia de televisión y sólo pudiera procesar mensajes simples y llenos de colorines y sonidos llamativos es una mala idea para cualquier partido, pero un suicidio electoral para la izquierda. En una campaña sin política ni ideología el votante comprometido se desmoviliza y los demás se dejan llevar. Exactamente lo que empiezan a revelar las encuestas. 

http://www.eldiario.es/zonacritica/doctrina-colleja_6_457464259.html

1ª Reflexión pre-electoral

No vuelvo a tomar sopa hasta después del 20 de diciembre, no sea que me encuentre dentro a Iglesias y a Rivera.

domingo, 15 de noviembre de 2015

"La absurda guerra de Pérez-Reverte", por David Becerra


El Confidencial, | 11 noviembre 2015

DAVID BECERRA. MADRID

El escritor despolitiza en su último libro la contienda española



El escritor despolitiza en su último libro la contienda española como si el pueblo español, “en guerra constante contra sí mismo, hubiera iniciado una guerra por su vocación de no saber convivir en paz”

Cuando Gulliver naufraga en Lilliput y con el tiempo llega más o menos a integrarse en la vida social de ese pueblo habitado por seres diminutos, se sorprende al descubrir que esas personas en apariencia inofensivas se encuentran en guerra permanente con sus iguales que viven en una isla vecina, en Blefuscu. El enfrentamiento tiene su causa en el modo en que cascan los huevos: unos deciden hacerlo por la parte gruesa, mientras que los otros lo hacen por la parte superior del huevo, más estrecha. A los ojos de Gulliver, el motivo que desencadena la guerra resulta absurdo. Como absurdas -extrapola el lector- son todas las guerras; las causas son siempre ridículas en comparación con las nefastas consecuencias de un conflicto bélico.

Sin embargo, lo que no cuenta la novela de Jonathan Swift es que seguramente si Lilliput se enfrenta a Blefuscu no es por la forma de cascar los huevos; la causa se encontraría en la necesidad de conquistar el territorio vecino y expoliar sus riquezas. Los huevos no son más que el pretexto para iniciar la guerra, el discurso ideológico -o la trampa- que toda clase dominante requiere para legitimar una guerra. Las guerras no son absurdas; al contrario, son siempre políticas.

‘La Guerra Civil contada a los jóvenes’, de Arturo Pérez-Reverte -publicada por Alfaguara e ilustrada por Fernando Vicente-, les hace a sus lectores la misma trampa que los liliputienses le hicieron a Gulliver. Despolitiza la Guerra Civil convirtiéndola en un absurdo, como si el pueblo español, en guerra constante contra sí mismo, hubiera iniciado una guerra por su vocación sempiterna de no saber convivir en paz. La Guerra Civil se describe como un absurdo, como si en vez de causas políticas –la agresión del fascismo contra un Gobierno legítimo y democrático– encontrara su motivo en la forma de cascar los huevos.

Una guerra fratricida

‘La Guerra Civil contada a los jóvenes’ nos habla de un absurdo -no de un conflicto histórico. Desde el prólogo mismo se encarga su autor de desplazar cualquier lectura histórica -política y social- de la guerra a favor de un relato fratricida de la misma. “Todas las guerras son malas, pero la guerra civil es la peor de todas, pues enfrenta al amigo con el amigo, al vecino con el vecino, al hermano contra el hermano”. No hay conflicto político, simplemente un enfrentamiento entre hermanos, supuestamente iguales.

El relato fratricida borra las verdaderas causas que determinaron el conflicto y diluye las responsabilidades de los autores de la barbarie

Como decía el filósofo español -exiliado en México- Adolfo Sánchez Vázquez, “al presentar la guerra como una guerra entre hermanos, igualmente brutales o igualmente nobles, como si los agresores y los agredidos, los verdugos y las víctimas, fueran igualmente culpables o inocentes, se pretende ocultar que la sangrienta Guerra Civil le fue impuesta al pueblo español por el fascismo nacional y extranjero, y que aquel, al resistir la agresión en las condiciones más desventajosas, no hacía más que cumplir con lo que su dignidad exigía”. El relato fratricida borra, pues, las verdaderas causas que determinaron el conflicto y asimismo diluye las responsabilidades de los autores de la barbarie al presentar la guerra como un enfrentamiento entre hermanos.

Del mismo modo, se subraya en el libro que la guerra dio lugar a los llamados “móviles personales”, esto es, que “bajo pretextos políticos se realizaron robos y solventaron venganzas personales”. Estamos de nuevo ante un intento de mostrar la Guerra Civil como un conflicto despolitizado donde los hechos no sucedieron por cuestiones políticas sino que fue un escenario donde se escenificaron rencillas personales, protagonizas por personajes movidos por el odio y el rencor. Llama la atención que en un libro tan breve como este, se conceda tanta importancia a sucesos que, como señala el historiador José Luis Ledesma, “no parece que puedan explicar toda, ni siquiera una parte considerable, una violencia que solo era posible en el marco de la guerra”. ¿Por qué -tendremos que preguntarnos- no se habla de las causas políticas, que fueron las que en verdad desencadenaron la guerra, y sí el libro se detiene en estos anecdóticos crímenes personales? Parece que subyace un interés por borrar la historia de esta historia.

La Guerra Civil tuvo sin duda ese componente fratricida que enfrentó a familias, hermanos, padres e hijos, e incluso a vecinos; pero su lectura no puede reducirse a eso. No se puede negar que, en la guerra, participaron sentimientos como el odio o la venganza, y deben reconocerse como síntomas del conflicto, pero no como elementos determinantes que lo originan. Confundir las causas con las consecuencias, lo determinante y lo determinado, puede provocar un falseamiento total o parcial de la historia. Y eso sucede en ‘La Guerra Civil contada a los jóvenes’ de Pérez-Reverte.

Visión teleológica de la República

El libro de Arturo Pérez-Reverte reproduce una visión de la República que coincide sobremanera con la que se encargaron de edificar los historiadores revisionistas -y mucho antes, los mismos ideólogos del franquismo. La República se define en el libro de Reverte como sinónimo de caos, de inestabilidad, de conflicto constante en las calles. Todo ello para justificar “la confrontación inevitable”. Según su descripción, la República estaba condenada a desembocar en una guerra civil. La descripción de la República se hace desde su final; se ofrece en el libro una definición teleológica que borra la sustancialidad o la autonomía histórica del periodo republicano -que solo existe para explicar la guerra, reduciendo la República a mera causa o antecedente.

El libro se detiene a presentar el periodo republicano como un estado de caos permanente pero no dice ni una sola palabra de sus logros y reformas

Cuando se hace crítica literaria -y acaso no otra cosa se debe hacer ante un libro de historia que en el fondo no hace más que ofrecer una ficción de lo que fue la Guerra Civil-, es más importante leer los silencios que las palabras escritas. En el silencio se puede observar el compromiso del texto con el poder.

En ‘La Guerra Civil contada a los jóvenes’, llaman la atención sus múltiples -y significantes- silencios. De la misma manera que el libro se detiene a presentar el periodo republicano como un estado de caos permanente, no dice ni una sola palabra de sus logros y reformas. Ni reforma agraria, ni voto femenino, ni reforma educativa aparecen en el libro. Ni una palabra.

Poner silencio sobre este asunto no solo contribuye a que el lector desconozca la verdadera historia de la República, sino que además sirve al autor para presentar la Guerra Civil como ese absurdo que se propone presentar: Reverte no muestra el golpe de Estado como una reacción de la oligarquía ante las reformas republicanas, sino como el resultado de una tensión entre “dos fuerzas enfrentadas” -quienes no se sabe muy bien por qué se enfrentan-  que, por medio de un relato equidistante que sobrevuela todo el texto, se reparten las responsabilidades entre los dos ‘bandos’. Pero, hay que recordarlo una vez más, la República no era un bando, sino un Gobierno legítimo y democrático. Entre víctimas y verdugos no hay simetría.

El final feliz de la transición

La importancia que el libro concede a la República no se la concede sin embargo al franquismo. Suele ocurrir en muchos libros sobre la Guerra Civil, que incluyen en un mismo volumen República y guerra, en vez de hacer lo que sería más oportuno: Guerra Civil y franquismo -donde sí existe una relación inmediata de causa/efecto. Los efectos sobre el imaginario colectivo son evidentes: se vincula la Guerra Civil -y las connotaciones negativas que carga el conflicto- con la República y no con el franquismo. La estructura de un libro -y la distribución de sus temas-  nunca es inocente.

Los personajes anónimos son borrados de la historia para convertir en héroe al monarca que heredó del dictador la jefatura de Estado

Reverte apenas se detiene a explicar la dictadura. Salta rápidamente de la Segunda Guerra Mundial y de la existencia del maquis a la modélica transición. El libro termina con un final feliz protagonizado por dos grandes hombres -el rey Juan Carlos y Adolfo Suárez- que con grandes gestos decidieron traer la democracia a España. “España -dice Reverte- se convirtió en una monarquía parlamentaria por decisión personal del rey Juan Carlos”. Ni una palabra más, ni una sola referencia a las luchas y a la resistencia del pueblo español que sufrió torturas y cárceles por pretender conquistar la libertad y la democracia; ni una sola palabra a los héroes anónimos que, desde las calles y la clandestinidad, hicieron posible que la correlación de fuerzas cambiara para que el régimen no pudiera perpetuar su poder. Esos personajes anónimos son borrados de la historia para convertir en héroe al monarca que heredó del dictador la jefatura del Estado y que juró fidelidad a los principios del Movimiento.

La desconfianza hacia los jóvenes

El libro de Reverte sobre la guerra civil está dirigido -lo dice el subtítulo- a los jóvenes. Parece que Reverte anda, de un tiempo a esta parte, preocupado por la adquisición de conocimiento de los jóvenes. Sin embargo, más bien parece que lo que pretende es limitar su conocimiento. Hace un año presentó a los jóvenes una edición recortada de ‘El Quijote’ (que analizamos aquí). Inquieta la visión que pueda tener Pérez-Reverte de los jóvenes. A juzgar por el estilo de su texto, pareciera que cree que son limitados, incapaces de leer textos complejos, con una extensión mayor que los 600 caracteres que, más o menos, ocupa cada uno de los 30 capítulos del libro. Se intuye, en esta obra, a un autor que desconfía de la inteligencia de sus lectores. Y, cuando eso ocurre, el peor beneficiado es siempre el libro.

Por otro lado, el libro no cumple su función didáctica. El libro habla de grandes acontecimientos que tuvieron lugar en el transcurso de la guerra -desde el caso Unamuno, hasta Guernica, pasando por algunas de las batallas clave, como la de Brunete o la del Ebro-, pero nunca se indican las fechas. El lector tiene que acudir a los anexos del libro y consultar la cronología para poder ubicar en el tiempo histórico lo que está leyendo.

Al borrar las huellas históricas, el lector concluye que los españoles se mataron por una causa ridícula como es cascar un huevo por su parte ancha o estrecha

La historia desaparece de este ensayo histórico. Pero no es un descuido. Forma parte del proyecto de deshistorizar la Guerra Civil. Al borrar las huellas históricas -las causas políticas y sociales que determinaron la existencia de la guerra-, el lector saca la conclusión de que los españoles se mataron por una causa absurda y ridícula como es la de cascar un huevo por su parte ancha o estrecha. Pero la Guerra Civil no fue eso, sino un golpe de Estado fascista que reacciona contra las reformas -esas que no aparecen- que puso en marcha un Gobierno legítimo durante la República. Arturo Pérez-Reverte nos ha hecho trampa como le hicieron a Gulliver: nos oculta el verdadero móvil que hay detrás de una guerra. Puede parecer que una guerra es absurda y que no es posible encontrar explicación a la misma; pero sí es posible encontrarla, simplemente hay que tener voluntad de querer hacerlo. En la historia, no en los huevos.

http://www.elconfidencial.com/cultura/2015-11-11/perez-reverte-guerra-civil-contada-a-los-jovenes_1091187/

sábado, 7 de noviembre de 2015

Intervención en el Ateneo de Madrid en homenaje a la Defensa de Madrid


Intervención en el Ateneo de Madrid en homenaje a la Defensa de Madrid
6 de Noviembre de 2015

Buenas tardes. En primer lugar quiero expresar mi agradecimiento al Ateneo de Madrid y más concretamente a la Agrupación Juan Negrín. Es para mí un honor representar hoy a la Federación Estatal de Foros por la Memoria, como parte de la Comisión Promotora del Encuentro que celebramos en Vicálvaro el pasado 17 de Octubre, y que como sabréis, ha convocado una serie de movilizaciones para el fin de semana del 20 al 22 de noviembre,  que culminarán en la manifestación del próximo 22 de Cibeles al Congreso.

Hoy es 6 de noviembre y conmemoramos la heroica Defensa de Madrid. Como organización memorialista  combativa contra la pervivencia de la simbología franquista en espacios públicos, sometemos a  vuestra consideración, como propuesta al movimiento memorialista y republicano, la resignificación del arco de Moncloa sustituyendo su nombre y el de la Avenida que parte de él, por Arco y avenida de la Defensa de Madrid, y el cambio de la simbología y el rótulo, por entre otros motivos, los escudos del Ejército Popular de la República y de las Brigadas Internacionales.
Estamos invitados aquí hoy para realizar una serie de valoraciones y explicaciones sobre el Encuentro de colectivos de MH y de Víctimas del franquismo celebrado el pasado 17 de octubre. En primer lugar quiero felicitarme y felicitarnos a todas y a todos por la iniciativa. El movimiento social por la recuperación de la memoria se compone de múltiples organizaciones de implantación estatal, autonómica, comarcal y local; organizaciones de víctimas con problemática específica; colectivos vinculados a un lugar de memoria o a un hecho histórico concreto, y además, cada uno de muy diverso origen ideológico e histórico. Por tanto, que un movimiento tan extenso y plural busque organizarse para poner en común unas propuestas consensuadas, es una cuestión de gran mérito por su dificultad, y a su vez muestra de generosidad, al buscar poner por delante lo común y lo esencial por encima de los intereses y posicionamientos de cada colectivo. Esta es para todas y para todos, una gran noticia.

Constatamos además que la convocatoria, primero del Encuentro y el Documento definitivo aprobado, posteriormente de las movilizaciones, ha tenido una buena acogida en redes sociales, repercusión en medios de comunicación, etc…

En la elaboración del documento se pretendió el consenso, y lo mejor que se puede decir del resultado final es que no nos gusta completamente a nadie, pero que puede ser, dependiendo de lo que hagamos con él, de nuestro trabajo, un herramienta extremadamente útil. Todas y todos hemos tenido que renunciar a planteamientos propios (en muchos casos centrales), lo que no significa que no podamos seguir manteniéndolos y defendiéndolos en nuestros ámbitos de acción respectivos. Como hemos dicho en anteriores ocasiones por parte de la Federación que represento hoy, no va a quedar, tanto en generosidad para el acuerdo, como en esfuerzo.

En el Encuentro nos marcamos como objetivo fundamental del Documento y de las movilizaciones, impedir que el tema de la memoria histórica y los derechos de las víctimas queden fuera de la agenda política en la actual coyuntura electoral.

Pensamos que el problema de las víctimas del franquismo es un problema político que ha de solucionarse por medio de la política.

Tenemos que empezar por exigir la eliminación de las trabas jurídicas que impiden la plasmación de los derechos de las  víctimas. Por un lado la ley de Amnistía de 1977, que si bien en su momento pudo tener un sentido y haber sido incluso una exigencia de las fuerzas democráticas y rupturistas, posteriormente se ha revelado como el eje central del sistema de impunidad, tal y como reconocen los organismos internacionales de DDHH asimilándola a otras leyes de punto final, felizmente suprimidas. Y por otro lado habrá que eliminar los elementos contrarios al derecho internacional de la Ley de Memoria de 2007, que explícitamente niega el reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo y su derecho a la justicia, y que además, desde la sentencia absolutoria del exjuez Garzón (Sentencia del T.Supremo 27/02/2012), se usa para ejercer una coacción sobre los jueces, y reconduce las reclamaciones de las víctimas exclusivamente a la vía administrativa.
La impunidad del franquismo y la injusta situación de sus víctimas es un problema político, que solamente puede solucionarse a partir de decisiones políticas, y finalmente plasmarse en leyes. Sólo desde la política puede conseguirse el respeto en el Estado español al derecho penal internacional de los Derechos Humanos. En consecuencia, exigimos que el Estado Español asuma y cumpla las recomendaciones del  “Informe sobre España del Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias”, y del “Informe sobre España del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff”, (ambos presentados en septiembre de 2014 en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas).

En la Federación Estatal de Foros por la Memoria, además del Encuentro,  llevamos desde hace año y medio trabajando en un documento de propuesta de una Ley de Víctimas del franquismo. Su objetivo sería igualar en los derechos reconocidos a diferentes colectivos de víctimas de agresiones graves a sus derechos humanos. Coincidimos con el fiscal Carlos Castresana cuando escribía en junio de 2013:

"...las víctimas del franquismo tendrían que tener el mismo estatuto jurídico que tienen las víctimas del terrorismo, ni mejor ni peor, exactamente el mismo. Son víctimas de la violencia política, y si unas tienen derecho a la memoria y a la justicia y a la reparación, no veo por qué las otras no"

Creemos que una Ley de Víctimas del franquismo vendría a solventar definitivamente el agravio comparativo que se ha venido produciendo sobre las víctimas del franquismo con respecto a otros colectivos de víctimas que sí han tenido un reconocimiento legal, una consideración justa, y cuya problemática ha sido atendida por parte del Estado. Lo más sangrante es que el elemento diferenciador entre unos y otros colectivos no es su carácter de víctimas en sí, conforme a la definición de los organismos internacionales, sino que lo que les diferencia y determina el trato recibido por parte del Estado español es la identidad de los victimarios.

Este documento se ha entregado a todos los partidos políticos que hasta ahora tenían representación parlamentaria, así como a los llamados emergentes. Se han solicitado reuniones con todos ellos, y alguna se ha celebrado ya. Como ejemplo, aún sin cerrarse el documento, se presentó en el Foro por el Cambio de Podemos el pasado mes de junio, y esta misma semana compañeros de la Federación hemos mantenido una reunión con responsables del Partido Popular, en la calle Génova. Si bien de dicha reunión no se obtuvo ningún resultado concreto ni se esperaba, sí es cierto que el hecho de que por primera vez hubiera un interés por su parte en contrastar opiniones, creemos que el tema de la memoria histórica y los derechos de las víctimas del franquismo se ha afianzado en la vida política y va a tener su espacio en  el próximo debate electoral. Las últimas declaraciones del candidato socialista, así como la creación reciente del Grupo Federal de Memoria Histórica del PSOE, que proponen incluso llevar a los tribunales a cargos del orden público de la dictadura, son una buena noticia, no por lo que valen en sí sino por lo que significan. También las actuaciones y discursos de responsables de Ciudadanos con respecto a la memoria histórica, están consiguiendo desenmascarar lo que hay verdaderamente detrás de esta inteligente operación política.
El reto que tenemos es que consigamos convertir esta influencia alcanzada, en políticas concretas durante la próxima legislatura, independientemente de quien forme gobierno tras el 20 de diciembre, aunque obviamente, las políticas serán finalmente muy diferentes dependiendo de la composición del mismo.

Convencidos  de que Sin Justicia no hay democracia, y que sin memoria no hay cambio, el movimiento social por la recuperación de la memoria, amplio y plural pondrá su propuesta encima de la mesa de las fuerzas políticas, y ante el conjunto de la sociedad, y las respaldará con movilizaciones en la calle, en los medios y en las redes sociales. Para los días 20-21 y 22 de noviembre hemos convocado una serie de movilizaciones unitarias, así como docenas de actos de apoyo, informativos y explicativos en todo el Estado.

Por tanto, para terminar, os convocamos a la manifestación del día 22 a las 12 horas desde Cibeles, y a los diferentes actos que hemos organizado para preparar el ambiente, entre otros:

Viernes 20 en el Ateneo de Republicano de Vallecas. 19 horas. Presentación de la Carta de reivindicaciones y de la marcha contra la impunidad del franquismo del día 22 de noviembre. A las 21:00 horas concierto de Rojo Cancionero y Banderas Rotas.
21 de noviembre: Acto Homenaje en el Cementerio de Este a las 12 horas
Concentración organizaciones de Niños Robados frente al comedor social del Convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Paseo del General Martínez Campos,18, de 12:00 a 13:00 horas).

8ª Concentración en el Valle de Cuelgamuros a las 12 horas. Convocan el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y el Foro Social Sierra de Guadarrama.

jueves, 5 de noviembre de 2015

"La destrucción del pensamiento democrático", por Suso de Toro


Lo conozco y los conozco, tengo edad para ello, son franquistas. No franquistas sociológicos o cosa por el estilo, lo son ideológicos y también de corazón


Suso de Toro
El Diario, 04/11/2015

Conduzco con la radio encendida y anuncian que van a entrevistar al ministro del Interior, Fernández Díaz, y digo “¡no!”. Y la apago. No estoy dispuesto a escucharlo, me niego. Me niego a aceptar que eso sea normal, que una persona así salga en la radio y se la entreviste como si eso fuera “democrático”. No lo es. Fernández Díaz, como este Gobierno, no es democrático y me niego a aceptarlo con mi asentimiento.

Lo conozco y los conozco, tengo edad para ello, son franquistas. No franquistas sociológicos o cosa por el estilo, lo son ideológicos y también de corazón. Asumen como suyo toda esa historia de terror y muerte, sé perfectamente lo que harían si se volviesen a dar aquellas circunstancias. Es así de simple, lo sé. Y ya no tengo estómago para seguir aguantando otros tantos años de democracia regida por franquistas. Me arrepiento enormemente de haber callado tanto, aceptado tanto, asentido tanto. No los aguanto y, al menos y ya que puedo apagarla, no los quiero en mi radio. ¡Fuera de mi coche!

Gobernaron y gobiernan, justificaron los fusilamientos, las torturas, la cárcel, las fosas comunes, la codicia y el clasismo sin límites y el racismo social que condena a los débiles, el odio a las libertades y a la libertad misma...Vale. Pero eso no es lo peor, lo peor no es ser vencido, lo peor es rendirse y eso es lo que ha hecho la izquierda y los demócratas españoles dándole reconocimiento a lo que no se le debía haber dado.

El pensamiento político reaccionario se extendió inexorable e imperceptiblemente por la sociedad española, un pensamiento esencialmente castizo y nacionalista. Y eso ha educado a generaciones, es el aire que se respira y que se presupone en las noticias, en la política, en las ideas, en el fútbol, en la literatura misma...La cultura política española, la ideología social, es reaccionaria. Si hubo un momento en que eso estuvo en cuestión hoy no lo es. Solo así se puede comprender que un partido que pretende representar la izquierda histórica española, como el PSOE, se abrace a Rajoy en una alianza contra un parlamento catalán que no reconoce las instituciones del estado. Rajoy ufano con sus mesas petitorias por toda España, sus millones de firmas contra el estatuto catalán, su recurso al Constitucional consigue que Sánchez acabe abrazado a él.

Eso no es lo peor, lo peor no es ser vencido, lo peor es rendirse y eso es lo que ha hecho la izquierda y los demócratas españoles

Ese pensamiento está asentado hoy con toda naturalidad, es el sobreentendido de toda la vida social española, es “lo natural” y por tanto resulta invisible, solo es visible y choca y es señalado lo que está fuera de ese pensamiento “natural”. Y es así que el mismo día en que escapo del ministro del Interior en la radio leo un artículo de Juan Cruz en que recrimina a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que no haya utilizado la palabra “España” en ningún momento a lo largo de una entrevista. He publicado dos libros con la palabra “España” y “españoles” en el título, así que me siento cómodo para decir que “España” y “español” son dos palabras abiertas a interpretación y que cada uno las vive, las siente o no y las entiende como quiere, incluso ignorándolas o negándolas, porque para eso se murió Franco y para eso está el sentirse libre. Colau dijo lo que dijo y dejó de decir lo que dejó porque quiso, porque tiene derecho y le dio la gana. Y es injusto juzgar esa decisión suya, porque se juzga su opinión. Y eso en el fondo lo sabe Juan Cruz si no le pierde la pasión.

Cruz es alguien de quien, como editor que fue, se puede decir algo parecido a lo que se dijo de Carmen Balcells, creó figuras literarias de alcance internacional, como periodista es alguien que nos ha contado muchas cosas y tiene cosas que contar y como escritor es ese niño inocente que aparece como un fantasma en sus mejores libros. Pero tan ideológico es que Colau tenga reparo o cuidado en utilizar la palabra “España” como que Cruz crea que debe usarla y se lo señale. En una ocasión, viajando por ahí adelante, una española me calificó de “nacionalista” por referirme a Galicia como “mi país”, intenté hacerle ver, imagino que no lo conseguí, que ella también se refería a España como “mi país” y, en cambio, no se consideraba nacionalista. El nacionalismo de estado, como parte del pensamiento conservador que es, en España es invisible. Por mi parte, hace años escribí entre muchas otras cosas, “La España de Paco Ibáñez”, hoy ya no lo haría, no tengo fuerzas. Me habéis cansado todos, Juan.

Pero la invisibilidad del pensamiento conservador permite que circule por todos los ámbitos con el carimbo de la responsabilidad y la probidad, ahí está José Antonio Marina, que lleva años impartiendo pensamiento conservador muy razonadamente y con buenas maneras. Es como el famoso “sentido común”, un razonar transparente como el agua, “lo natural”. Y ahora que tiene su momento y el ministro de Educación de este gobierno le pide ideas, y no será por casualidad, es su momento para decir eso que siempre tuvo en la punta de la lengua y se calló: hay que “condicionar el sueldo de los docentes a la evaluación del centro”.

Como desde hace unos años he vuelto a la docencia tienen derecho a razonar que mi comentario es interesado, pero les ruego que piensen en una maestra con una clase de veinticinco niños de tres años, pongo por caso. O treinta y algo adolescentes en un aula de un colegio donde hay niños y niñas con discapacidades y otros con problemas familiares o de integración cultural y hay que dar la asignatura que sea. Al señor Marina solo le deseo que se vea durante un mes en esa situación y que le pagasen en función de los resultados académicos, no se atrevería a decir eso que no es frivolidad, es crueldad e ideología. La ideología que castiga la enseñanza pública, la que le quita oportunidades a quienes más lo necesita, la ideología clasista de la derecha.

Hay otras maneras de entender la educación, la enseñanza pública, la profesión y la situación del profesorado y alumnado, pero no es la del señor Marina, con tanto sentido común, ni la de este gobierno. Pero esa opinión no la pide el ministro.

Ésta es una sociedad donde no hay referentes en la vida pública que piensen “distinto”, todos piensan “lo natural”, “lo normal”, “como debe de ser”. A ese consenso reaccionario se refiere Rajoy cuando habla de “la gente normal” para negar la disidencia, lo diferente, lo particular..., lo democrático.

Si han podido llegar hasta aquí sin enfadarse conmigo me atrevo a sugerir que, si tienen tiempo, échenle un vistazo a un artículo anterior en este mismo espacio,  “Cómo hemos llegado a esto”. Comprobarán que me repito y que cada vez lo hago peor.
http://www.eldiario.es/zonacritica/llegado-relatos-distintos_6_179242097.html

http://www.eldiario.es/zonacritica/destruccion-pensamiento-democratico_6_448715147.html