viernes, 19 de mayo de 2017

Intervención en el debate “Ley de víctimas del franquismo, ¿una respuesta contra la impunidad?”


Intervención en el debate "“Ley de víctimas del franquismo, ¿una respuesta contra la impunidad?”

Jueves 18 de mayo, Centro Dotacional Integrado Arganzuela

Intervienen también:
Gregorio Cámara Villar Portavoz de la Comisión Constitucional del Grupo Parlamentario Socialista, y Sol Sánchez. Coportavoz de Izquierda Unida Madrid.





Muy buenas tardes a todas y a todos los presentes. Quiero comenzar expresando mi agradecimiento, en nombre de la Federación Estatal de Foros por la Memoria y del Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, al Ayuntamiento de Madrid, y más concretamente a la Junta Municipal de Arganzuela y a su concejala, por la cesión de este espacio donde hoy nos encontramos.

Asimismo quiero expresar mi agradecimiento a los compañeros y a la compañera que han aceptado nuestra invitación para participar en este acto, y queremos que trasmitan ese agradecimiento a las direcciones de las fuerzas políticas a las que representan.
Han disculpado su presencia hoy aquí, los grupos de Bildu y de Compromís.  Paso a leer las comunicaciones que nos han hecho llegar:

Comienzo  mi  intervención explicando que una Ley integral de Víctimas del franquismo es la propuesta central de la Federación Estatal de Foros por la Memoria: hemos creído necesario desarrollar una proposición sistematizada en la que llevamos trabajando algún tiempo. Porque estamos convencidos/as de que, independientemente de las causas judiciales que se están planteando tanto ante la justicia española como la de otros países, las trabas para hacer efectivos los derechos de las víctimas del franquismo, son jurídicas y políticas; también lo son las soluciones: revocar la legislación en la que se sustenta la impunidad y promover una legislación que reconozca y promueva los derechos de las víctimas.

Hemos elaborado un amplio borrador, abierto a modificaciones y a sugerencias para su mejora y ampliación. El texto se ha enviado a expertos y se está discutiendo su viabilidad con fuerzas políticas y sociales. Hemos celebrado recientemente dos debates sobre el asunto en el Colegio de Abogados de Madrid, con participación de expertos en Justicia Internacional y Derechos humanos.  Ambos actos han sido subidos a Youtube, y en mi opinión su visión es muy recomendable.

El Proyecto de LVF se basa en dos ideas: primero, que el Estado español niega a las Víctimas del franquismo el reconocimiento jurídico y los derechos y beneficios que se conceden a otros colectivos de víctimas. La diferencia de trato no tiene base jurídica ni lógica conforme a la definición de víctima de NNUU. En segundo lugar, creemos que es indispensable que el Estado asuma las recomendaciones de los organismos internacionales de DDHH.

La Ley de Víctimas del franquismo debe partir del principio de que las víctimas del franquismo son víctimas de graves violaciones de derechos humanos. Coincidimos con el fiscal Carlos Castresana (que por cierto, asistió al primer debate en el ICAM) cuando escribía en junio de 2013:
"...las víctimas del franquismo tendrían que tener el mismo estatuto jurídico que tienen las víctimas del terrorismo, ni mejor ni peor, exactamente el mismo. Son víctimas de la violencia política, y si unas tienen derecho a la memoria y a la justicia y a la reparación, no veo por qué las otras no"
El Documento en el que estamos trabajando comienza con un Preámbulo o Declaración de Motivos para justificar la necesidad de que, 40 años después de la muerte física del dictador, sea necesaria e inaplazable una Ley de Víctimas del franquismo.
El Borrador de Ley de Víctimas del franquismo parte del reconocimiento jurídico de las víctimas, y continúa con una serie de propuestas concretas, agrupadas en los tres grandes bloques de Derechos establecidos por Naciones Unidas para las víctimas de agresiones de derechos humanos: el Derecho a la Verdad, el Derecho a la Justicia y el Derecho a la Reparación.



Buena parte del trabajo que hemos realizado se sustenta en diversos documentos: La Ley de Víctimas del terrorismo aprobada por el Parlamento en septiembre por 2011; y los dos Informes sobre el caso español presentados en septiembre de 2014 al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, uno por el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, y el otro, por el Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. También nos hemos inspirado en el llamado “Manifiesto de la Dignidad” presentado en 2014 por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco.

Una Ley de Víctimas del franquismo vendría a solventar definitivamente el agravio comparativo que se ha venido produciendo sobre las víctimas del franquismo con respecto a otros colectivos de víctimas que sí han tenido un reconocimiento legal, una consideración justa y cuya problemática se ha atendido por parte del Estado español. Lo más sangrante es que el elemento diferenciador entre unos y otros colectivos no es su carácter de víctimas en sí, conforme a la definición de  Naciones Unidas, sino que lo que las diferencia a todos los efectos es la identidad de los victimarios.

La impunidad del franquismo vigente en el estado español, no sólo ha seguido preservando hasta el día de hoy la impunidad penal de los verdugos, sino que implica el no reconocimiento jurídico y político de sus víctimas, y en consecuencia, la negación a todos los efectos de sus derechos a la Verdad, a la Justicia y a cualquier forma de Reparación material y simbólica. El franquismo fue un régimen ilegal que, a partir del secuestro de la soberanía nacional por los golpistas del 18 de julio, ejerció la violencia en múltiples formas contra la sociedad practicando el terrorismo de Estado, sirviéndose para ello de las leyes y de las instituciones: el ejército, las fuerzas de seguridad, el sistema judicial, la legislación represiva emanada del gobierno y de las Cortes franquistas… Por tanto, la responsabilidad que tiene el Estado español con respecto a las víctimas del franquismo es de mayor entidad y más directa que con respecto a otros colectivos de víctimas, con las que sí se ha buscado hacer justicia, incluso elaborando una legislación específica para ello.
Además debemos considerar que no sólo son víctimas del franquismo quienes fueron objeto de alguna o varias de las múltiples formas de represión ejercidas por la dictadura, sino que en un sentido amplio, lo fue el conjunto de la sociedad española.


Este Proyecto no pretende ser una ley de víctimas de la guerra civil en general. En primer lugar porque la equidistancia y la igualación entre quienes defendieron la democracia y quienes la agredieron debería ser éticamente inaceptable por una sociedad democrática. Pero sobre todo, porque el trato proporcionado a unas víctimas y a otras por parte del Estado español, tanto en dictadura como en democracia, ha sido con respecto a las víctimas del franquismo abrumadoramente injusto y discriminatorio.
Las víctimas del franquismo y sus familias, no sólo han tenido que soportar décadas de políticas públicas de silencio y olvido que apenas se corrigieron tras el fin de la dictadura, sino que además tuvieron que seguir padeciendo durante muchos años múltiples formas de represión y perpetuación de la injusticia.
Uno de los objetivos fundamentales de una Ley de Víctimas del franquismo debe ser corregir esta enorme injusticia y desagraviar en lo posible, tras el tiempo transcurrido, a las víctimas de tanta ignominia.
También se debe tener en consideración que las agresiones contra los derechos humanos no sólo se produjeron durante la guerra de 1936-1939 y los años inmediatamente posteriores. La dictadura y sus políticas represivas se extendieron hasta al menos, las elecciones democráticas de 1977, cuando no hasta la promulgación de la Constitución de 1978. Es decir, que múltiples hechos criminales como torturas y asesinatos, son coetáneos con las violaciones de derechos humanos que siguen siendo perseguidas, que han sido juzgadas y han terminado por lo general con contundentes condenas penales en otros países del mundo, como los crímenes de las dictaduras del Cono Sur americano. En consecuencia, no renunciamos a la acción penal contra los responsables de agresiones a los derechos humanos, independientemente de su edad tal y como sucede en países de nuestro entorno, como Alemania.

A modo de resumen, señalaré las principales líneas que se desarrollarían en el articulado en nuestra propuesta de Ley de Víctimas.
En el primer bloque, que titulamos “El Derecho a la verdad de las víctimas del franquismo. El Derecho y el Deber de verdad de la sociedad española”, hablamos, entre otros temas,
ü  De la retirada de la simbología franquista
ü  De declaraciones de naturaleza política y actos públicos de reconocimiento;
ü  Del Mapa de fosas de personas desaparecidas;
ü  Del tratamiento de los lugares de memoria;
Presentamos una propuesta avanzada sobre Legislación de Archivos orientada a gestionar y garantizar el derecho de acceso a la información de víctimas, investigadores y del conjunto de la sociedad.  

En el bloque del “Derecho a la Justicia” tratamos, entre otras cuestiones
ü  La Anulación de las sentencias franquistas, con una propuesta concreta por la que recomendamos seguir el procedimiento utilizado en la República Federal Alemana para la anulación de las sentencias represivas del nazismo (1998 y 2002), tal y como se desarrolla en un documento del Equipo Nizkor de derechos humanos, enviado a los diputados españoles en 2010.
ü  La exhumación judicializada de todas las fosas comunes del franquismo. Defendemos que la Ley de Víctimas del franquismo  debe manifestarse expresamente contra la privatización y la  gestión administrativa de las fosas comunes consagrada por la Ley de Memoria Histórica de 2007, por cuanto se tratan en primer lugar, de pruebas de crímenes contra la Humanidad.
ü  También consideramos que hay que dar una respuesta estatal al tema de los niños y niñas robados, a partir de la consideración de estas desapariciones forzadas como crímenes contra la humanidad, delitos permanentes e imprescriptibles. Todo ello considerado dentro de una trama organizada, por lo que no pueden seguir siendor tratados como delitos individualizados.

En el último bloque del “Derecho a la Reparación”, propugnamos la reparación material y/o simbólica de la amplia y diversa tipología de víctimas del franquismo, así como la creación de un Consejo participativo en la cual éstas, directamente o representadas por el movimiento asociativo, puedan manifestar las reivindicaciones comunes y específicas.
En resumen, proponemos a  las fuerzas políticas la promulgación en esta legislatura de un bloque legal, centrado en la Ley de Víctimas del franquismo, pero que debería  ir más allá, con una Ley de Archivos avanzada; una solución definitiva al tema de El Valle de Los Caídos, o la declaración de nulidad de la Ley de Amnistía de 1977 para impedir que siga actuando como ley de punto final, tal y como la definen  las organizaciones internacionales de derechos humanos.

Durante el segundo Encuentro de asociaciones de memoria histórica y de víctimas del franquismo celebrado en mayo de 2016 en Madrid, la estrategia de proponer a las fuerzas políticas una iniciativa legislativa común para la promulgación de una LVF, fue asumida por la totalidad de las organizaciones. Hoy constituye la propuesta política del conjunto de organizaciones adheridas al Encuentro, y se inspira en la llamada Carta de Vicálvaro consensuada entre todas ellas en septiembre de 2015 y hoy suscrita por 88 organizaciones. La propuesta política del Encuentro va a ser actualizada próximamente, en la reunión (la tercera) que vamos a celebrar en Vicálvaro el próximo mes de junio.

Esta iniciativa se ha trasladado a las diversas fuerzas políticas y grupos institucionales, con buena acogida por lo general, pero también con cierta distancia por la concurrencia con las diversas iniciativas sobre memoria histórica de los grupos políticos desde que en Junio pasado comenzó la legislatura. Nuestra propuesta, en el marco del  Encuentro, será promover la convergencia estratégica del movimiento memorialista y de las fuerzas políticas sensibles a esta problemática en torno a una LVF. Queremos convencerlas de que las múltiples iniciativas políticas particulares que se están presentando tienen un recorrido limitado, y que deberíamos aunar esfuerzos a partir de la Carta de Vicálvaro y de las recomendaciones al Estado español de los organismos internacionales de derechos humanos.

Esto podría plasmarse en una elaboración conjunta del proyecto de ley; o por ejemplo, tal y como nos han sugerido en alguna ocasión, mediante la constitución de una ponencia específica en la Comisión de Justicia del Congreso.


Para finalizar, nos ponemos a vuestra disposición para haceros llegar el borrador del documento de proposición de Ley de Víctimas  del Franquismo a quien no lo tenga aún, así como para recoger vuestras sugerencias, y para explicar pormenorizadamente nuestra propuesta.

martes, 9 de mayo de 2017

"El día que sacamos a Franco del Valle de los Caídos", por Isaac Rosa

El día que sacamos a Franco del Valle de los Caídos

Isaac Rosa. El Diario, 08/05/2017


Y llegó por fin el día de sacar a Franco del Valle de los Caídos. Ha costado años, leyes de memoria, recomendaciones de expertos, proposiciones parlamentarias, ofrecimientos  de asociaciones, resistencias judiciales y del gobierno de turno, pero por fin en esta mañana primaveral se va a proceder a la exhumación del dictador, para entregar su cuerpo a la familia. Un día histórico, todo el país pendiente de televisores y redes sociales, numerosos curiosos se han acercado a la Basílica y cientos de nostálgicos franquistas cantan el 'Cara al Sol'.

Los operarios hacen palanca en la enorme lápida y a la de una, a la de dos y a la de tres, ¡plop! Todos los presentes se sorprenden al oír lo que parece un descorche o una lata de refresco al abrirse. Retirada la lápida, queda a la vista la sepultura como un enorme agujero negro, se diría sin fondo. De pronto empieza a temblar el suelo. ¿Un terremoto en la sierra madrileña? También las paredes, arcos y capillas tiemblan, y aquí y allá se van soltando piedras, losas, ladrillos, cruces, mientras todos salimos a la carrera de la Basílica. Pues sí, parece un seísmo.

El edificio, deteriorado por los años y la humedad, se resquebraja, caen los muros y bóvedas, y los pedazos de granito empiezan a girar alrededor de la tumba abierta, como el remolino de un desagüe. Por el agujero de la sepultura van desapareciendo todos los elementos arquitectónicos que se desprenden sin tregua, pues tras la basílica también se derrumban la abadía, la escolanía y la hospedería, cuyos restos son engullidos por el sumidero en espiral.

Ante el asombro de los telespectadores, el agujero se traga todo lo que hay alrededor: las estatuas de Juan de Ávalos, la Piedad descomunal, los evangelistas, las cuatro virtudes cardinales, los cuatro jinetes del apocalipsis, todos de cabeza al hoyo. y entre los restos de la cripta también los huesos de los combatientes franquistas cuyos familiares no quisieron retirarlos, incluidos los de José Antonio, presente.

Los monjes benedictinos huyen a la carrera, aunque alguno es arrastrado por el torbellino en el que también han quedado atrapados los cientos de franquistas que habían acudido a rendir honores, y muchos otros ultraderechistas que desde kilómetros a la redonda son atraídos como por un potente imán. Fíjense, ahí va también la Fundación Francisco Franco al completo, todos brazo en alto mientras son tragados por el irresistible vórtice.

De pronto, la gran cruz de granito, la más alta de la cristiandad, se desploma con estruendo, y sus pedazos giran un instante alrededor de la tumba abierta antes de desaparecer. Hay un momento de calma, no queda una sola piedra alrededor que no haya sido tragada (eso que nos ahorramos en dinero público y  en dinamita), ya no queda nada que resignificar ni centro de interpretación ni  "Valle de la Paz" posible, pero ¿han oído eso? Por todas partes se oye un chirrido insoportable: el de cientos de piedras arrastrándose hacia este epicentro. Desde todos los pueblos de España llegan cruces de los caídos, placas de calles, rótulos de caídos por Dios y por España, y hasta el Arco de la Victoria se desliza desde Moncloa por la carretera de la Coruña para lanzarse al fondo de la tumba.

Como una inundación, oleadas de tierra removida desembocan en el Valle desde todos los rincones y se vierten al interior del agujero: es la tierra que cubría las fosas comunes y que una vez retirada ha dejado en su sitio miles de cadáveres para ser identificados, entregados a sus familiares y honrados como merecen.

El tsunami franquista no termina, la capacidad de esta tumba para tragar restos fascistas no parece tener fin: en el remolino manotean los últimos torturadores vivos de la dictadura (incluido Billy el Niño), y no pocos torturadores de la democracia que aprendieron en aquella escuela. Junto a ellos, empresas que hicieron fortuna con el saqueo de la posguerra, con la mano de obra prisionera o con el favor de la dictadura, corruptos de entonces y de ahora, unos cuantos jueces y fiscales herederos del viejo TOP, aristócratas ennoblecidos por la dictadura, médicos y monjas que robaron niños, varios académicos de la Historia  aferrados al diccionario biográfico, Martín Villa de la mano de unos cuantos elefantes de la Transición, una parte del Partido Popular con Rafael Hernando pidiendo que "dejen a los muertos descansar en paz", obispos reaccionarios y el mismísimo concordato vaticano, los últimos restos de franquismo sociológico y, como esto no se pare, igual arrastra hasta la monarquía, vaya usted a saber.

Qué espectáculo, lo nunca visto. Ahora se entiende la resistencia que algunos han mostrado durante décadas para impedir que Franco salga del Valle de los Caídos. Pensábamos que su tumba era la clave de bóveda del franquismo y resulta que era el tapón del desagüe, la pieza cuya retirada iniciaría el desguace definitivo del franquismo.

Una vez tragado todo, los operarios proceden a recolocar la lápida y dan unos saltitos sobre ella para asegurar que está bien cerrada. Vámonos a casa.



martes, 2 de mayo de 2017

"Cara al sol y de espaldas a la memoria", por Javier Gallego

Cara al sol y de espaldas a la memoria

Ningún país digno y maduro permite que los asesinos y sus herederos se rían de las víctimas

Javier Gallego  
02/05/2017 

El otro día fueron unos fascistas cantando el Cara al Sol en el entierro de un ex ministro de la dictadura, en presencia de un ex ministro de la democracia, y otras veces son fachas que levantan orgullosos el brazo y agitan la bandera del pollo, políticos y tertulianos que defienden abiertamente monumentos y calles franquistas o jueces que llaman víctima del terrorismo al asesino Carrero Blanco. Ninguno siente bochorno por hacer apología de un régimen golpista y una dictadura genocida. No sienten reprobación por enaltecer a unos criminales que dieron un golpe de Estado contra el orden constitucional, provocaron una guerra civil que destruyó al país e impusieron durante 40 años un sistema totalitario.

No sienten vergüenza porque este país no se la hace sentir, porque este país no recuerda que el franquismo fuera así, no recuerda que fuera para tanto, no recuerda que fuera gran cosa, no exageremos, lo recuerda como una plácida dictadura, 40 años de paz, mira Cuéntame, tampoco se estaba tan mal, con Franco había más seguridad, no había tanta delincuencia, con Franco no había pobres ni había corrupción y ahora todos dicen que corrían delante de los grises pero Franco murió en la cama, será porque los españoles lo querían, etcétera. No sienten vergüenza porque este país no se acuerda de que el franquismo mató y torturó durante cuatro décadas. Los franquistas no tienen vergüenza porque este país no tiene memoria.

El blanqueamiento del pasado a través del olvido forzado ha sido un éxito. Han conseguido imponer la atroz versión de que necesitábamos un golpe de Estado y una dictadura militar que apaciguara un país que era ingobernable por culpa de la democracia. Han hecho creer a los españoles que son iguales las muertes de ambos bandos, que es lo mismo la represión contra unos sublevados que los asesinatos perpetrados por los golpistas: lo mismo defender la democracia que atacarla. Es como si los franquistas no hubieran sido tan fascistas como el resto de fascismos europeos, como si los franquistas no hubieran derrocado un sistema democrático provocando un derramamiento de sangre de medio millón de víctimas y cuarenta años de dictadura, atraso, censura, asesinatos y tortura.

España ha olvidado lo que el franquismo le ha hecho a España. La impunidad no es sólo judicial, la amnistía también es social. Por amnesia y por ignorancia. No sólo no recordamos, en muchos casos ni sabemos. No sabemos del genocidio franquista que mandó a las cunetas y fosas comunes a más de 130.000 personas. No sabe que somos el segundo país del mundo con más fosas, sólo después de la Camboya del sanguinario Pol Pot. Desenterrarlas no es reabrir heridas sino cerrar las de quienes aún las tienen. Abrir las cunetas es abrir las páginas de nuestra Historia para que sepamos lo que el franquismo le hizo a los españoles y para que no permitamos que nadie nunca más vuelva a hacerlo ni se enorgullezca de ello.

Ningún país digno y maduro permite que los asesinos y sus herederos se rían de las víctimas. Ellas no merecen que este país siga viviendo cara al sol, cegado por la mentira, y de espaldas a la memoria.

http://www.eldiario.es/carnecruda/lo-llevamos-crudo/Cara-sol-espaldas-memoria_6_639446050.html

"Espejo de té", por Isaac Rosa

Espejo de té

No recuerdo otra dirigente política en la España reciente que haya reunido tantos odiadores como Aguirre; tantos como damnificados dejó su gobierno

Isaac Rosa. El Diario,
20/04/2017

"Hoy para mí es un día verdaderamente triste", dijo Esperanza Aguirre al salir del juzgado, y miles, cientos de miles, quizás millones de madrileños dijeron todos a una: "Hoy para mí es un día verdaderamente feliz". A continuación Aguirre echó unas lágrimas, y esos miles, cientos de miles o millones se dividieron entre quienes se burlaban de su llanto, quienes le afeaban el teatrillo y quienes las dos cosas a la vez.

Solo ha sido un interrogatorio judicial, y además como testigo, pero en mi barrio me pareció oír petardos y trompetas futboleras. No quiero pensar la fiesta que se montará el día que  le llegue la hora y sea ella la investigada, imputada o quién sabe si detenida, que no hay nada inverosímil a estas alturas. Lo raro es que no circule ya por whatsapp un pásalo tipo "el día que caiga Aguirre, todos a Sol a las 20h". Alguno tendrá ya el cava en la nevera.
No recuerdo otra dirigente política en la España reciente que haya reunido tantos odiadores a su alrededor como la expresidenta madrileña. Si no fuera porque es un fenómeno más regional que nacional, superaría al mismísimo Aznar de los días de guerra, chapapote y 11M. De hecho, ese parece ser su último servicio al PP, lo único que justifica ya su permanencia en la política: servir como diana, distraer nuestro desprecio, hacer buena a Cifuentes por contraste.

No es raro que tantos celebren su caída: en menos de una década de gobierno Aguirre dejó miles, cientos de miles, millones de damnificados. De su desgracia se alegran, en primer lugar, los votantes socialistas a los que birló la presidencia con el Tamayazo. A su alegría se suman profesores de la Marea Verde, médicos de la Marea Blanca, trabajadores de Telemadrid, colectivos vecinales que sufrieron sus atropellos urbanísticos, plataformas de todo tipo creadas para resistir sus políticas, usuarios de servicios públicos deteriorados y/o privatizados, pacientes de hospitales y ambulatorios sometidos a su experimento sanitario, madres y padres de la escuela pública, estudiantes seudobilingües, y en general cualquier dañado por el neoliberalismo versión Aguirre (mix castizo de libre mercado, mamandurria y saqueo de lo público).

Añadan a la celebración a muchos otros madrileños que, sin pertenecer a ninguno de los colectivos anteriores o no molestándoles tanto esos destrozos, sí se sienten asqueados por el pillaje que las ranas aguirristas han hecho sobre el dinero público con Gürtel, Púnica, Fundescam, Canal y demás tramas y tramitas. Y por último, sumen a no pocos compañeros de partido que también festejan hoy.

Junto a quienes celebran, habrá quien se solidarice con su desgracia, claro. Algunos afectos quedarán entre sus votantes, pues no hay que olvidar que Aguirre ha sido tan odiada como querida, ganando mayorías históricas para el PP y conectando ideológica y emocionalmente con un sector de la población que la adoraba. Algunos quedarán, como también la acompañarán en el sentimiento todos aquellos jetas que vivieron su gobierno como una barra libre sin fin.

Hace diez años, cuando el aguirrismo estaba en su máximo apogeo, Telemadrid lanzó una campaña promocional que se convirtió en uno de los mayores autotroleos de la historia, inolvidable. El lema era "Espejo de lo que somos", presentando la televisión madrileña como un espejo de los ciudadanos, pero muchos leímos "Espe jode lo que somos", referido a Esperanza (Espe) Aguirre. Maravilloso.

Yo hoy le he puesto un título poético a mi artículo, porque tengo el día inspirado, pero habrá quien quiera leer otra cosa. Es el odio que os nubla la vista, cuidado.

http://www.eldiario.es/zonacritica/Esperanza_Aguirre_corrupcion_6_635246489.html