Si Franco
permanece finalmente en el Valle se demostrará quién manda realmente en España.
Lo que se
está dilucidando es si el Gobierno y el Congreso, que aprobó el decreto de exhumación
de Franco con solo 2 votos en contra, tienen poder real en este país en todo lo
que afecta al franquismo y su herencia, o si finalmente se imponen los deseos
de una familia cuyo poder proviene del crimen y de la corrupción, de una
Iglesia heredera de la que legitimó el golpe del 36, y un sistema judicial
endogámico cuya reinserción en el sistema democrático ha sido meramente
superficial.
Qué inmenso
error fue pactar en los años 70 con una derecha que jugaba con las cartas
marcadas. Vamos a pagar muy caro, más de 40 años después, no haber exigido
responsabilidades penales a los criminales y los responsables políticos de la dictadura;
haber renunciado a hacer Justicia a los centenares de miles de compañeros y
compañeras asesinados, exiliados, deportados, represaliados de todas las formas
imaginables; no haber depurado el ejército, la justicia, la administración, las
fuerzas del orden, tal y como se ha hecho en la mayoría de los países que han
pasado de una dictadura a una democracia; no haber cuestionado el poder económico
y el estatus social de los beneficiarios de los crímenes, de las condiciones de
explotación impuestas con la guerra, y de la corrupción intrínseca al
franquismo.
Lo vamos a
pagar muy caro.