jueves, 29 de agosto de 2019

Intervención en el Homenaje a las víctimas del franquismo. Campo de Caso (Asturies), 18 de agosto de 2019


VII XORNAES D'ALCORDANZA Y HOMENAJE A LES VICTIMES DEL FRANQUISMU.
18 D'agostu Casu (El Campu)
Organizada por Estaya de la Memoira de l’Altu Nalón

Estimados compañeros y compañeras, amigos, camaradas.

Es para mí en privilegio y un honor tener la oportunidad de dirigirme hoy a vosotras y vosotros, y transmitiros el saludo de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, organización conformada actualmente por 17 asociaciones y representada aquí en Asturias por las compañeras y compañeros de FAMYR.

Una vez, el compañero Joan Tardà nos dijo que todo lo que habíamos hecho (el movimiento social por la recuperación de la memoria histórica), era poner el pie para impedir que nos cerrasen definitivamente la puerta del silencio y el olvido, y eso tenía un mérito enorme.

Los actos de homenaje, las conmemoraciones periódicas, la recuperación de lugares de memoria… son éxitos y conquistas en la lucha contra el olvido, el silencio y la impunidad que nos han querido imponer durante cuarenta años de dictadura, y otros más de cuarenta tras la muerte física del dictador. Os felicitamos por vuestro homenaje anual de Campo de Caso porque constituye una victoria contra el franquismo.

Quiero transmitiros dos reflexiones breves:
Es habitual decir que las víctimas del franquismo, nuestras abuelas y abuelos, nuestros compañeros… son inocentes. Es completamente falso, porque fueron conscientemente culpables de luchar por un mundo mejor para sus hijas y sus hijos, y para toda la Humanidad. Y esa fue la causa de su muerte. Pero también son culpables para el Estado español, porque todas las sentencias represivas del franquismo son, a día de hoy, plenamente firmas y legales.

La gente de la Memoria Histórica solemos decir que trabajamos para recuperar la dignidad de las víctimas. Es otra gran mentira: nuestros compañeros y compañeras, a nuestros padres y abuelos no pudieron ser despojados de su dignidad por los asesinos. Quienes no tienen dignidad son el Estado y la sociedad española, que consienten que miles de sus mejores hijos permanezcan enterrados en fosas clandestinas; que permiten que las sentencias de los tribunales represivos franquistas sigan siendo legales; que consienten que Franco siga enterrado en su mausoleo recibiendo honores, financiado por todos los ciudadanos, incluidos los hijos, y los nietos y nietas de sus víctimas.

En conclusión: no estamos aquí para conmemorar la muerte de nuestros compañeros y camaradas, sino sus vidas.

De nuevo os felicito por esta conmemoración anual contra la impunidad, el silencio y la mentira. Nada más, espero poder compartir con vosotras y vosotros muchos años más este acto de homenaje a las víctimas del franquismo, que son, sobre todo, luchadores contra el fascismo.

Salud, Memoria y República.

(Redacción a partir de la transcripción de las notas utilizadas en el acto del 18 de agosto).