Buenas tardes:
En primer lugar, en nombre del Foro por la Memoria quiero
agradecer la presencia a todas las personas, además de colectivos, que nos
acompañéis en este emotivo y necesario acto, en el que conmemoramos el 88
aniversario de la Defensa de Madrid y la intervención de las Brigadas
Internacionales. En especial, queremos agradecer a los compañeros de la
Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales la oportunidad de
organizar conjuntamente con ellos, otro año más, este homenaje.
La defensa de Madrid fue una lucha, sobre todo y
eminentemente, popular. El brutal ataque franquista al frente en la zona de la
Puerta del Ángel el día 8 de noviembre fue rechazado, no por una unidad
militar, sino por los peluqueros de la UGT y los funcionarios del Ministerio de
Hacienda.
Resistir 3 años a los franquistas conllevó muchos
sacrificios, sobre todo en vidas humanas, pero también conllevó para el pueblo
de Madrid pasar muchas penurias como el hambre, el frío o la escasez. La
Defensa de Madrid fue posible porque el pueblo estaba organizado, porque tenían
conciencia de lo que se les venía encima si triunfaba el fascismo, porque por
un mundo mejor y unos ideales que encarnados en la II República. Gracias al Ejército Popular, que tomó el testigo de
los voluntarios del Quinto Regimiento y puso bajo su mando a las milicias
anarquistas, socialistas y comunistas, Madrid contuvo a los Franquistas durante
casi tres años. Y gracias también a los más de tres mil quinientos héroes de
las Brigadas Internacionales que la defendieron, Madrid resistió.
Este acto, no debería estar organizado por
la Asociación de Amigos
de las Brigadas Internacionales o el Foro por
la Memoria, sino por el Gobierno de España y el Ayuntamiento de Madrid.
Presidiendo este homenaje deberían estar el Presidente del Gobierno, la
Ministra de Defensa y el Alcalde de Madrid. Que este acto lo convoquemos dos
colectivos de memoria y no las instituciones del Estado, dice muy poco de la
calidad democrática del Estado español. Es una vergüenza para la democracia
española. Es más, el 7 de Noviembre debería ser, con todo merecimiento, la
fiesta oficial de la Comunidad de Madrid.
También la memoria democrática y
antifascista sufre una ofensiva desde las instituciones gobernadas por las
derechas. Como ejemplo, la sistemática derogación de la legislación autonómica
de Memoria. Se pretende sustituir estas modestas leyes y decretos, por las llamadas
“leyes de Concordia”. Nosotras lo explicamos así: “Por qué lo llaman concordia
cuando quieren decir impunidad”. Las llamadas leyes de concordia son una
auténtica aberración, se sitúan en la línea argumental y ética del negacionismo
del Holocausto y son incompatibles con el derecho internacional de los derechos
humanos, tal y como han sido definidas en un Informe de tres comités de
Naciones Unidas, el pasado mes de mayo.
Exigimos, que la insuficiente Ley de
Memoria Democrática aprobada en 2022 se aplique de una vez, especialmente en
cuanto a la prohibición de manifestaciones y actos que supongan menosprecio y
humillación a las víctimas de la dictadura, y a la pervivencia de simbología y
nomenclatura franquista en el callejero. Hace falta que se complete y concrete
dicha ley con un amplio desarrollo reglamentario; que tenga suficiente dotación
presupuestaria; que se constituyan y empiecen a funcionar los organismos que
establece; que los derechos de las víctimas que recoge formalmente pasen a ser
efectivos de manera inmediata.
Constatamos la falta de voluntad para
aplicar políticas de memoria cuando se trata gobiernos de la izquierda en las
instituciones. Contrasta, y el más claro ejemplo es la ciudad de Madrid, con la
aplicación por las derechas desde las instituciones de su memoria revisionista
e históricamente aberrante, de forma sistemática, contundente y sin complejos.
En estos días, en los que la extrema
derecha y los fascistas vuelven a apoderarse de las calles y de las
instituciones, se hace más necesario que nunca tomar ejemplo de las personas
que defendieron la II República Española en Madrid y en tantos otros lugares.
De los que combatieron los fascismos dentro y fuera de nuestras fronteras, de
todos los resistentes antifranquistas. Ellos nos indicaron cómo parar ese
cáncer llamado fascismo: tomando conciencia del enemigo común, con la solidaridad
y la unidad de acción del movimiento memorialista, de las organizaciones
democráticas y antifascistas, de los movimientos sociales.
No podemos seguir consintiendo que los
fascistas tengan el monopolio de la calle.
“VERDAD,
JUSTICIA Y REPARACIÓN PARA LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO”
“HONOR
Y GLORIA PARA LOS LUCHADORES ANTIFASCISTAS DE AYER Y HOY”
“NO PASARÁN”