por Javier López | Secretario de CCOO Madrid
Cuando Mariano Rajoy fue a Bruselas haciendo publicidad, anunció que el paquete de medidas y recortes, la reforma laboral en marcha, le iba a costar una Huelga General. Un anuncio realizado ante un Primer Ministro nórdico que no entendía nuestro idioma, y que parecía más dirigido a unas cámaras mudas, pero no sordas.
Esas mismas cámaras ante las que De Guindos, dirigiéndose al Comisario Europeo, anunció que la Reforma laboral que preparaba era extremadamente agresiva y le iba a gustar, a Alemania, se entiende.
Hemos dicho que Mariano Rajoy había convocado una Huelga General en el momento de aprobación de una Reforma Laboral que abarata el despido y golpea al convenio colectivo como instrumento ordenador y regulador de las relaciones laborales en España.
Sin convenio colectivo las personas trabajadoras quedan a merced del empresario en todo tipo de modificaciones de sus condiciones de trabajo: bajadas arbitrarias de salario, modificaciones de horarios, jornada de trabajo, categorías profesionales, lugar de trabajo.
Con esta Reforma el despido es más barato, incluso gratuito para los nuevos contratos. No crearemos un solo puesto de trabajo. Más paro, menos consumo, menos actividad económica, más crisis y de nuevo más paro.
La Reforma Laboral supone, además, despreciar una trayectoria del diálogo social, asentada a lo largo del proceso democrático español. El Gobierno desprecia el Acuerdo sobre Negociación Colectiva firmado por UGT, CCOO y CEO, recientemente y, sin negociación alguna, decreta una Reforma Laboral extremista y dura. La más dura que se haya producido en la España democrática.
Hemos remitido dos cartas al Gobierno. Pidiendo negociación, la primera. Remitiendo propuestas, la segunda. Hemos convocado manifestaciones. El 19 de Febrero, el 29 de Febrero, el 8 de Marzo, el 11 de Marzo. La ciudadanía, las trabajadoras y trabajadores, hemos respondido masivamente en las calles. La callada por respuesta, silencio absoluto.
Amenazas de que una Huelga General no servirá para nada. Siempre lo han dicho. Cada Gobierno ante cada Huelga. Luego cayeron hasta Gobiernos. No nos quedaba otra opción que poner fecha a la Huelga General. Los órganos máximos de dirección de UGT y CCOO hemos puesto fecha: El 29 de Marzo.
No vamos alegres, pero vamos convencidos. Nunca hubo tal cúmulo de razones para ir a una Huelga General. Vamos a una Huelga para vencer al miedo, la fatalidad y la inevitabilidad que quieren instalar entre nosotras y nosotros.
Hay otras formas y reformas necesarias para superar esta crisis que no pasan por empobrecer, acogotar, aterrorizar y esclavizar a la clase trabajadora.
Mantendremos la mano tendida y la voluntad negociadora intacta. Este país es más pobre y los sacrificios son inevitables, pero negociados, acordados, compartidos, equilibrados y repartidos.
La imposición no es salida. La imposición sólo tiene una respuesta posible, la movilización, para forzar la negociación. Ahora queda un intenso trabajo. No tanto para explicar una Reforma que se explica sola y para la que basta escuchar a los empresarios en sus explicaciones: despido barato y condiciones de trabajo a libre disposición del empresario. No hubo nunca tantas razones para una Huelga.
El trabajo principal será vencer el miedo. El miedo creado por el paro, la temporalidad, la precariedad laboral, el no futuro que nos anuncian cada día.
El trabajo principal será convencernos mutuamente, ayudarnos mutuamente, apoyarnos todas y todos, para demostrar, en la Manifestación del 11 de Marzo, en la Huelga del 20-de Marzo, que hay otras formas de afrontar y superar esta crisis situando a las personas como primer objetivo. Defendiendo el empleo, reforzando la cohesión social.
Todos los sindicatos, todas las trabajadoras y trabajadores, todas las organizaciones sociales, toda la ciudadanía. Cuantos votaron y no votaron. Cuantos votaron a cualquier partido. También los votantes del PP, están convocados a esta manifestación y esta Huelga General. Porque o paramos la reforma laboral y los recortes, o España se para.