lunes, 21 de octubre de 2019

Intervención en la Biblioteca Pública de Guadalajara. 17 de Octubre 2019


Compañeras y compañeros. Amigas y amigos:

Quiero agradecer la invitación a participar en este acto a las compañeras y compañeros del Foro por la Memoria de Guadalajara y felicitarles por la organización de estas Jornadas. También agradeceros vuestra presencia hoy, y transmitiros el saludo de la Federación Estatal de Foros por la  Memoria y de todos los compañeros/as de los Foros federados.

El título de esta Jornadas, “la Memoria histórica ante los nuevos retos políticos”, es bastante más sencillo que la realidad a la que se refiere. Nos encontramos en una tesitura complicada: nos enfrentamos a unas elecciones, el 10 de noviembre, con resultado incierto.

La conformación de los nuevos Parlamento y ejecutivo andaluces, los acuerdos previos a la constitución de gobierno y las medidas que ya se están adoptando, muestran que las fuerzas gobernantes en Andalucía han puesto el punto de mira en los derechos y conquistas de las mujeres, de los colectivos LGTBI, los inmigrantes y los refugiados. También sobre la memoria histórica, cuya reivindicación de Verdad, Justicia y Reparación señala a los responsables de los crímenes cometidos, deja en evidencia el sistema de impunidad en que han vivido los autores, y explica, en buena parte, el status social y económico del que siguen gozando muchas personas, empresas e instituciones.


En el mes de octubre de 2015, 70 organizaciones nos reunimos en Madrid, y creamos un espacio común al que se han incorporado hasta el día de  hoy más de 100 asociaciones y colectivos. Le hemos dado en llamar ENCUENTRO. De allí salió un amplio documento consensuado, la denominada CARTA de Vicálvaro, que se hizo llegar a las fuerzas políticas antes de las elecciones de  diciembre de 2015 y junio de 2016 como propuesta programática,  con el objetivo de impedir que el debate sobre la memoria histórica quedase entonces, fuera de la agenda política y de la campaña electoral.

En mayo de 2016 la 2ª reunión del Encuentro aprobó asumir como propuesta la necesidad de una Ley integral de Víctimas del franquismo, recogiendo el trabajo de nuestra Federación como borrador inicial, junto a otras propuestas.  Estamos convencidos/as de que, independientemente de los procedimientos judiciales que se están planteando tanto ante la justicia española como la de otros países, las trabas para hacer efectivos los derechos de las víctimas del franquismo, son fundamentalmente políticas; también lo son las soluciones: revocar la legislación en la que se sustenta la impunidad y desarrollar otra, que reconozca y promueva los derechos de las víctimas.

El proyecto de LVF que hemos trabajado se sustenta en diversos documentos: La Ley de Víctimas del terrorismo aprobada por el Parlamento en septiembre por 2011; y los dos Informes sobre el caso español presentados en septiembre de 2014 al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, uno por el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, y el otro, por el Relator Especial sobre la promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de no repetición. También nos hemos basado en el llamado “Manifiesto de la Dignidad” presentado en 2014 por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco.

En qué consiste la propuesta de Ley de Víctimas del franquismo
El Proyecto se basa en dos ideas centrales:
1. Vemos indispensable que el Estado asuma las recomendaciones de organismos internacionales de DDHH sobre las víctimas del franquismo.
2. La Ley de Víctimas del franquismo parte del principio de que las víctimas del franquismo son víctimas de graves violaciones de derechos humanos. Y que el Estado español niega a las Víctimas del franquismo el reconocimiento jurídico y los derechos y beneficios que se conceden a otros colectivos de víctimas.

Se debe tener siempre en consideración que la represión franquista no sólo afecta a hechos producidos durante la guerra civil de 1936-1939 y los años inmediatamente posteriores. La dictadura y sus políticas represivas se extendieron hasta, al menos, las elecciones democráticas de 1977. En consecuencia, no renunciamos a la acción penal contra los responsables de agresiones a los derechos humanos que están vivos, independientemente de su edad, tal y como sucede en países como Alemania.

En posteriores reuniones del Encuentro (2017 y 2018), hemos debatido qué vía institucional queremos dar a la Carta de Vicálvaro y el desarrollo del borrador de Ley de Víctimas. Asimismo se ha adoptado, siempre por consenso, una posición más contundente sobre la Ley de Amnistía de 1977,  pronunciándonos a favor de la aprobación por el Parlamento de una Declaración de Nulidad de la misma.

La Estrategia seguida por el Encuentro ha perseguido que se plasmen en leyes y en políticas las reivindicaciones del movimiento memorialista. Hemos realizado manifestaciones en Madrid, y celebrado múltiples reuniones, entregas del proyecto de Ley de Víctimas a dirigentes políticos y cargos públicos… Queremos convencer a las fuerzas políticas de que las múltiples iniciativas políticas particulares que están presentando tienen un recorrido limitado, como se ha demostrado.

Esta iniciativa ha tenido entre las diversas fuerzas políticas y grupos institucionales una buena acogida por lo general, pero también con escasos resultados, por la concurrencia con las diversas y dispersas iniciativas que sobre memoria histórica han presentado los grupos políticos en estas legislaturas cortas. El borrador de LVF ha inspirado propuestas como el proyecto de IU de Junio de 2018, o el que presentamos en el Senado junto a Compromís.

A pesar de las dificultades, creemos que el hecho de que un amplio conjunto de fuerzas parlamentarias fueran capaces de presentar una iniciativa conjunta a favor de la anulación de la Ley de Amnistía, y un texto conjunto de Proposición de Ley de Víctimas, constituiría un hito histórico, significaría un triunfo para las víctimas del franquismo, y un salto cualitativo en nuestra lucha.


Sobre la exhumación de Franco
Nos felicitamos por la decisión el TS del 24 de septiembre. La importancia real de la exhumación es relativa, por cuanto no deja de ser un hecho aislado que no supone un cuestionamiento del modelo español de impunidad, pero tiene una fuerte carga simbólica. Supone un éxito innegable para el movimiento social por la Memoria,  y confiamos en que llegue a buen término. Que se saque a Franco de Cuelgamuros constituye una modesta victoria, pero una decisión contraria del TS hubiera supuesto una derrota estrepitosa, casi definitiva. Que los Franco hubieran parado el Decreto-Ley aprobado en el Parlamento hubiera supuesto una gran derrota democrática.

El éxito se debe sin duda al movimiento memorialista. Por ejemplo: desde hace 12 años el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, junto a otros colectivos y organizaciones, viene realizando concentraciones en la entrada del Valle cada 20-N. La denuncia y la presión del MSRM, han terminado convenciendo y captando el apoyo para la causa de las víctimas del franquismo de buena parte de la opinión pública, y explica porqué Pedro Sánchez ha tenido que hacer lo que ni siquiera se plantearon Felipe González o Rodríguez Zapatero.

El presidente del Gobierno probablemente tiene la tentación de utilizar electoralmente la exhumación, pero también de que este tema sirva de cortafuegos a otras reivindicaciones memorialistas, y al cuestionamiento de la impunidad del franquismo. Pero Rodríguez Zapatero intentó algo parecido con la Ley de Memoria en 2007, y el resultado está a la vista.

Durante todo este proceso, ha sido noticia la labor obstruccionista de los Franco y del prior contra la decisión del Gobierno, avalada en el Parlamento casi por unanimidad, y además por la sentencia firme del Supremo. Demuestra la necesidad urgente modificar el status jurídico del Valle.

El 25 de septiembre, Iñaki Gabilondo dijo que esto era un final, pero disentimos: es sólo un avance en la lucha contra la impunidad del franquismo. Seguimos exigiendo una solución integral y satisfactoria al Valle de Cuelgamuros, que pase la desacralización, por el desmantelamiento de simbología fascista y nacional- católica; la entrega a sus familias de los restos secuestrados de los republicanos; la resignificación del Valle como lugar de homenaje a los resistentes antifranquistas, a las víctimas, y especialmente a trabajadores esclavos.

En los próximos meses tendremos que valorar la nueva situación creada (junto con los resultados electorales y la composición del próximo Gobierno). Y qué efecto tienen sobre el futuro del Valle tanto la salida de los restos de Franco, como la indignación de una parte de la opinión pública ante los continuos intentos de entorpecer el proceso.


La actuación provocadora e impúdica de los Franco y de sus abogados, ha tenido la virtud de poner en candelero el tema del poder económico y político de la familia el dictador.

Creemos indispensable, a pesar de los 44 años de retraso, naturalizar una situación (la rendición de cuentas y eliminación de privilegios de la familia de dictador) como ha sido norma habitual en los países que han pasado de una dictadura a una democracia. Estamos viendo recientemente lo que está pasando con la familia Pinochet en Chile, con la Justicia del país exigiendo la devolución de fincas irregularmente apropiadas y las cuentas bancarias en el extranjero.

Tendremos que plantear la constitución con efecto inmediato tras la conformación del Parlamento, de una Comisión de investigación, que tenga necesariamente consecuencias judiciales, con el fin de que investigue la herencia recibida por la familia Franco tras la muerte del dictador; el origen de los bienes, participaciones empresariales y propiedades actuales de la familia Franco; que investigue todos los títulos de propiedad, así como los documentos de adquisición, si los hubiere; que audite e investigue las declaraciones de impuestos, así como los posibles beneficios o exenciones fiscales obtenidos por los herederos de Francisco Franco y de su esposa; que analice los resultados de las inspecciones fiscales (en el caso de que se hayan hecho) a la viuda de Franco y a sus herederos; que investigue las actuaciones de las instituciones que, una vez en democracia, han propiciado el incremento patrimonial de la familia Franco, incluyendo las recalificaciones urbanísticas de las que se han beneficiado.


Como especialmente grave valoramos la Resolución "Importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa " aprobada por el Parlamento europeo el pasado 19 de septiembre: Todo un ejemplo de revisionismo histórico, falsificación histórica y manifestación anticomunista. Constituye un intento deplorable de equiparar el fascismo y el comunismo, minimizando y justificando los crímenes del fascismo,  silenciando la responsabilidad de las grandes potencias capitalistas con el surgimiento del fascismo en varios países europeos, y al tiempo ocultando la lucha de los comunistas por la libertad de Europa en la Guerra Mundial,  o el papel que desempeñaron en el avance de los derechos democráticos (políticos, económicos, sociales y culturales) de los trabajadores y los pueblos.

Se llega a escribir en la Resolución que "algunos países europeos han prohibido el uso de símbolos tanto nazis como comunistas", instando a imitar el “ejemplo”. Tiene la intención de allanar el camino para intensificar y generalizar la persecución y la prohibición de los partidos comunistas, y arrastrar a otras fuerzas progresistas y al movimiento sindical, como ha sucedido en varios estados miembros, como Lituania, Estonia, Letonia o Polonia, entre otros, donde, junto con la rehabilitación y la glorificación de los colaboracionistas con el nazismo, se produce la destrucción de monumentos conmemorativos de la resistencia antifascista o de las Brigadas Internacionales.

La Resolución tiene como consecuencia cuestionar los Juicios de Nüremberg,  cuya jurisprudencia ha sido la pieza fundamental en la actual configuración del Derecho Penal Internacional reconocido y codificado por las Naciones Unidas.

Cuando se constituyó el Tribunal de Nüremberg se dieron  discusiones y problemas, que se solventaron con el Estatuto de Londres 1945: se dotó de argumentación para legitimar el hecho de actuar en nombre de toda la Humanidad; asimismo definió los delitos a juzgar, agrupándolos en crímenes contra la paz, de guerra y contra la humanidad.

Las dudas sobre la legitimidad del Tribunal se centraban en la aplicación de la extraterritorialidad sobre acusados alemanes, y la retroactividad juzgando delitos que no lo eran en su momento en la legislación alemana, como las leyes raciales de Nüremberg,  o las políticas eugenésicas, por ejemplo. Asimismo es cierto que las potencias aliadas también cometieron crímenes: los bombardeos británicos sobre población civil en objetivos no estratégicos (Dresde o Hamburgo); matanzas soviéticas como Katyn y deportaciones de grupos étnicos colaboracionistas de los nazis (chechenos y tártaros). Por no habla de Hiroshima y Nagasaki.

En Nüremberg los jerarcas del régimen nazi fueron condenados, entre otros crímenes internacionales, por conspiración y crímenes contra la paz, declarando a la Alemania Nacionalsocialista como la única responsable del inicio de la II Guerra Mundial. Cuestionar ahora a una de las potencias aliadas (la 4ª parte del Tribunal) situando a los soviéticos al mismo nivel que los nazis acusados y condenados, cuestiona el Estatuto, el propio juicio y la sentencia. Y en consecuencia pone en entredicho la Justicia Internacional y todo el sistema de derechos humanos.

Hemos sacado un comunicado, colgado en nuestra web, que condena esta Resolución, e insta a los eurodiputados españoles que lo votaron o se abstuvieron, a una rectificación pública.


No voy a repetir las célebres declaraciones de hace unos días del concejal madrileño de Vox, o las de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Pero no me resisto a calificar sus palabras como expresión de maldad, de indigencia intelectual y de bajeza moral.

Lo que los demócratas debemos preguntarnos es ¿porqué lo hacen? Y la respuesta es sencilla: porque pueden. Cuando hablamos de impunidad no sólo nos referimos a la impunidad penal de los criminales franquistas; O a que la familia Franco pueda seguir disfrutando del producto del expolio y de la corrupción.

También es impunidad que políticos de derecha y publicistas de los mitos franquistas digan brutalidades similares, e incluso peores, que las recientemente pronunciadas por Ortega y por Ayuso, sin consecuencias penales ni políticas. Falsificar la historia y mentir sale gratis en España, especialmente cuando se ataca a los defensores de la República, a los luchadores antifranquistas, o a las víctimas de la dictadura...

Hemos estado analizando las posibilidades e intervenir judicialmente, y los problemas y dificultades son enormes. La respuesta política y judicial que como colectivos memorialistas y de víctimas tenemos que dar, debe ser muy rigurosa, no poniendo en riesgo nuestros objetivos finales por un minuto en un telediario. Si los juzgados no admiten o desestiman una denuncia podemos obtener un precedente muy negativo. Un auto o una sentencia contraria a nuestros intereses, puede acarrear consecuencias difíciles de enmendar.

En 2007 un grupo de personas de diferentes colectivos participamos en una denuncia contra Pío Moa, por decir que: “Franco no liquidó a los rojos, los escarmentó”, y “Aquellos que hoy defienden la Ley de la Memoria Histórica se identifican con los criminales, los de las checas”. La denuncia llegó a la Audiencia Nacional debido a las supuestas injurias al Gobierno, y en mayo de 2008 la archivó el juez Fernando Grande Marlaska, por no apreciar que las declaraciones de Moa consistieran en injurias, y que en todo caso éstas iban dirigidas a los “chequistas”, y no al Gobierno.

Como venimos repitiendo desde el Encuentro Estatal de Colectivos, la solución no es meramente judicial, sino fundamentalmente política: sólo el reconocimiento jurídico de las víctimas del franquismo a partir de una Ley Integral de Víctimas, permitirá que, al igual que sucede con las víctimas del terrorismo, aquellos que calumnien o menosprecien a los víctimas del franquismo, puedan acabar condenados por un tribunal.


Nada más. Muchas gracias.