Cuando hay un conflicto laboral, los medios
de comunicación intentan desactivarlo poniendo a la opinión pública contra los
huelguistas. Se les acusa de privilegiados, por los derechos que pretende
defender o conquistar, o por el mero hecho de tener un empleo.
Es habitual que se busque enfrentar a los
trabajadores fijos con los eventuales; a los que trabajan a jornada completa
con los que lo hacen con jornada parcial; a los trabajadores inmigrantes con
los foráneos; y a todos ellos con los parados.
Si un sector como el de los estibadores disfruta
de unas mejores condiciones se les causa de privilegiados, transmitiendo la
idea de que lo justo es recortar sus derechos asimilándolos a los que están en
peor situación. Ocultan que si un colectivo laboral tiene unas buenas
condiciones laborales no es por gracia generosa de la empresa, sino porque se
ha conquistado anteriormente con una buena acción sindical, con protestas,
paros y huelgas, que han costado sangre sudor y lágrimas.
Para los trabajadores que asumen los
argumentos del enemigo de clase (dejémonos por favor de eufemismos a estas alturas),
como escribía ayer un célebre twittero: si los estibadores pierden la huelga,
¿pensáis que los empresarios os van a dar después sus derechos y su sueldo a
vosotros/as?
¿Acaso
son inocentes los periodistas que argumentan que los estibadores deben bajarse
el salario porque hay 4 millones de parados dispuestos a hacer su trabajo? ¿Cuántos
periodistas parados podrían hacer su trabajo? Quizás si la empresa periodística
no los sustituye es porque no están pagando su profesionalidad, sino su servilismo.
Que se lo digan a Escolar, Cintora y a otros…
De
lectura indispensable:
Una
oligarquía industrial y fondos multinacionales, tras la guerra de los
estibadores y Fomento
Feliciano
Tisera Bez.es, 16/02/2017
Prepárate
para odiar a los estibadores
Isaac
Rosa. El Diario, 09/02/2017